En una capilla... una gran cantidad de gente estaba reunida... festejando un matrimonio.
Adentro se encontraban... un hombre y una mujer muy conocidos por todos se casan.
—Los declaro marido y mujer, puedes... —no logró terminar el padre.
Un grito abrupto y molesto se escucho en el lugar, para el infortunio de todos era uno de los grandes amigos del novio.
—¡¡Alto!! ¡¡Esto no puedo seguir así, esto es horrible!! —exclamó levantándose de la silla y se acerco al matrimonio, que debido al silencio se hizo resonar.
—¡¡Kaito!! ¡¿De que rayos hablas?! —preguntó molesto Conan con la interrupcion.
—Hey... ¿que tramas? —preguntó consternada la novia.
—¡¡KAITO!! —gritó una mujer de cabellos ciruela, conocida como Akako.
—Esperen, esperen. —respondió el mago de forma petulante. —Es solo que no puede pasar esto así como así. —los demás solo lo miraron, sabían que era raro, ¿pero interrumpir la boda por uno de sus trucos? —1... 2... 3...
Con un chasquido, miles de pétalos cayeron de quien sabe donde, dejando a los demás sorprendidos.
—¡PUEDE BESAR A LA NOVIA! —gritó mago de cabello revuelto con una enorme sonrisa que crecía en su rostro. —Y bueno... —volvió a hablar viendo a los novios estáticos.
El de orbes salió de shock y se acerco a su chica, juntando sus labios en un lindo y tierno beso, escuchando los aplausos de fondo.
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