~My dear friend~ / Alastor x Tu (TERMINADA)

Capitulo 11

"Dejar atrás el rencor"

Alma

— Dime, Robert — dije acercandome de a poco a su cuerpo — ¿Me extrañaste?.

Él puso cara de espanto en el momento en que escuchó mi voz envolverlo. A su lado se encontraba Alastor, él miraba la escena con su ya tan típica sonrisa.

— Tú...Tú estás loca — su voz ronca llenó el lugar, habló nervioso y con dificultad, pero el simple hecho de escucharlo solo provocaba que lo odiara más — yo no debo estar aquí, tengo una pequeña hija que cuidar.

— ¿Alba? — ya me había acercado lo suficiente para golpear su cuerpo con una patada — ¿La misma pequeña que cree tener un padre excepcional?; un hombre bueno y respetable que ha de ser amado por su familia.

— Tú no sabes nada — Robert no se rendía, de alguna forma trataba de llegar a mi con sus palabras.

— ¿Qué dices? — Llevé mi mano a mi oído derecho simulando que trataba de oír mejor lo que él acababa de decir — Claro que no lo sé, recuerda que fuiste tú quién hizo de mi vida un infierno, y no solo en mi vida...ni siquiera respetaste mi cuerpo.

— Tonterías — Robert escupió un poco de sangre sobre mis pies — debía deshacerme del cuerpo.

Antes de que pudiese reaccionar por la brusquedad de sus palabras; Alastor lo tomó del cuello levantandolo a una buena distancia desde el suelo.

— Darling — habló dandome la espalda sin quitarle la vista a Robert — Ya fue demasiado del reencuentro familiar, ¿Te gustaría comenzar?.

Robert llevó sus manos a la de Alastor tratando de que el demonio de la radio lo dejara caer, pero aquel intento fue inutil, pues solo consiguió que Alastor lo agarrara con más brusquedad provocando que su rostro comenzara a tomar un suave color morado.

Apoyé mi mano en el hombro de Alastor, él me miró de reojo tratando de estudiar mi reacción.

— No lo mates — hablé mirando fijamente el rostro de Robert — necesito saborear cada momento y matarlo tan pronto sería muy bueno para él.

Sentí con mayor presencia y fuerza la sonrisa de Alastor a mi lado, por alguna razón él parecía disfrutar lo que había anunciado.

Soltó su agarre y dejó caer a Robert frente a mis pies.
Doblé mis rodillas para quedar a su altura y le tomé el mentón obligandole a que me mirara.

— Hoy tengo muchas ganas de jugar contigo, querido tío — una sonrisa apareció en mi rostro.

Desde ese momento algo en mí se había hecho presente con fuerza.

Alastor

Alma soltó con brusquedad el mentón de Robert y se puso de pie nuevamente para dar un golpe con su rodilla directo en la cabeza de él.

Considerando que Robert aún está vivo, ese fue un golpe que debió doler.

La chica de pronto se detuvo frente a él sin mover ninguna extremidad de su cuerpo. Doblé un poco mi cuello confundido de su silencio, pero mi duda fue prontamente aclarada en el momento en que las paredes del salón se tornaban de un color negro, tan profundo cómo el abismo.

Caminé curioso a la pared más cercana y pasé por ella mis dedos para investigar más de qué se trataba lo que estaba viendo.

Al rozar mis dedos sobre ella, estos se pintaron con el mismo color negro, moví mis dedos tratando de analizar la textura y de qué se podría tratar.
Luego, acerqué aquella pequeña muestra a mi nariz para tratar de distinguir algún aroma en particular.