Alma es una muchacha sin hogar ni familia que busca sobrevivir día tras día, pero los fantasmas del pasado vuelven a atormentarla una noche sin que ella lo sospechara.
De allí dedicara cada latir en buscar venganza, en el transcurso conoce a Alastor...
— ¿Alma?, ¿quién es?—la voz de la princesa del infierno sacó del pequeño trance en que se encontraba la muchacha.
La nombrada sin apartar los ojos de Alastor, corrió un poco su cuerpo para que Charlie pudiese ver al recién llegado.
— Charlie, él es...
— ¡El demonio de la radio!—gritó con cierto temor en su voz, agarró fuerte a Alma de su brazo para jalarla hacia el interior del hotel—. ¿Qué asuntos tienes por aquí?...,no dejaré que dañes a ninguno de mis amigos.
Alma observaba sorprendida a la rubia, le causó admiración el hecho de que la chica se haya enfrentado de esa forma al pelirrojo, y que además la haya tachado de "amiga".
— No es asunto tuyo, princesita—respondió con una amplia sonrisa en su rostro.
— Lo es, este es mi hotel. Estas en mi territorio...,asi que dime ahora, ¿qué haces aquí?
— Sí insistes...
Alastor se esfumó frente a Charlie para mezclarse entre las sombras y aparecer justo detrás de Alma. Volvió a su forma natural y tomó a la chica con un brazo por la cintura y el otro le rodeó el pecho para tomar el mentón de Alma con su mano.
— Ella es mi invitada, estaba en mi territorio cuanto tu querido y amado padre decidió irrumpir en mi hogar para traerla hasta aqui—Alastor hablaba casi a la altura del oído de la chica, por lo que Alma sentía pequeños escalofrios en su espalda.
— Este lugar es mucho mejor para ella—la voz de Charlie no dejaba de sonar autoritaria ni decidida, aunque en su interior sentía que en cualquier momento se derrumbaría por el miedo que le causaba el demonio de la radio.
— Es perfecto para cuando te quieres deshacer de alguien—susurró Alastor sin haber sido escuchado por Charlie—. Alma, vamos. Ya es tiempo de que volvamos.
— ¿volver?
— A casa.
Alma sintió sus ojos cristalizarse y su pecho inflarse al momento en que Alastor dijo esas dos sencillas palabras.
«¿Cuándo fue la última vez que alguien me hizo parte de su casa?», «¿Cuándo fue la última vez que me sentí importante para alguien?» ,pensaba la muchacha con un nudo en su garganta. A veces, detestaba a ese demonio con todo su ser; es tan inestable emocionalmente que no suele entenderlo del todo. Pero, otras veces ella suele creer que en el fondo Alastor no es realmente malo, algo de su manchada humanidad sigue allí esperando por volver a ver la luz.
Sin embargo, esos pocos días fueron suficientes para que la chica sintiera cariño por aquel nuevo grupo. Nunca olvidaría la sonrisa de Charlie aquella vez que la recibió en su hogar, las largas y profundas conversaciones junto a Vaggie, hasta incluso las bromas con doble sentido de Angel Dust.
Se había planteado ese objetivo de demostrarle al infierno completo que Charlie no hablaba "idioteces" cuando le ofrecía una segunda oportunidad a los pecadores, ella se había decidido por ser la primera demonio en lograr la redención para que la princesa del infierno recuperara el respeto que había perdido.
— Alastor—susurró llamando la atención del nombrado—, agradezco desde lo más profundo de mi corazón que me hayas hecho parte de tu hogar...,pero, justamente ahora encontré un nuevo lugar dónde pertenezco. El infierno puede que sea mi destino, pero sí hay alguien que cree en mí y está apostando todo para que vaya al lugar donde "realmente" debo ir, entonces dare lo mejor de mí para no decepcionar a esa persona.
El demonio observó confundido a Alma, por primera vez la chica estaba siendo realmente sincera con lo que sentía en su interior. Alejó su brazo de la chica y dio un paso al costado para tomar un poco de distancia. Tomó aire y luego lo dejó salir en un pesado suspiro. Su rostro tenso y lúgubre le daba una mala espina a las demonios que observaban en silencio el cuerpo incomodo del pelirrojo. Levantó su mano para hacer sonar sus dedos en un chasquido, el cuerpo de Charlie dio un pequeño sobresalto al creer que el demonio la atacaría y destruiría todo el hotel, pero para su sorpresa el demonio levantó la mirada para dejar ver su amplia sonrisa.
— ¡Tengo una gran idea, sweetheart!—habló con entusiasmo—, nos mudaremos a este "espectacular" hotel. Sin dudas será bueno tener unas pequeñas vacaciones, ya estaba algo aburrido de la mansión, y ahora podre tener más tiempo para descansar.
En silencio, Alma observó por unos segundos el rostro de Charlie. No lograba descifrar sí era alivio o miedo lo que había en el rostro de la chica. Luego, dirigió sus ojos hacia Alastor, verlo con ese extraño semblante era algo nuevo para ella.
— ¿Buscas la redención?—susurró Alma con su voz confundida. Aquella loca idea era algo que le perturbaba un poco, para todo lo que ese demonio ha hecho, quizás cuánto tiempo le tomaría lograr llegar al cielo.
— ¡JAJAJAJA!—explotó en risas ante la inocente pregunta de la muchacha— Claro que no, darling...,es solo que me aburriría estando solo en la mansión, y sí me aburro buscare hasta al cansancio a la responsable de aquel aburrimiento, lo que me llevaría hasta a ti de nuevo...,pero no llegaría en plan de buenos amigos. Asi que, solo porque hoy he despertado de buen humor he tomado la decisión de no matarte aquí mismo y a los otros demonios que habitan este hotel.
Alma sintió miedo de Alastor, aunque siempre hablara con una sonrisa no lograba descifrar siempre qué era lo que sentía realmente el pelirrojo. Pero, esta vez, estaba segura de que el demonio hablaba con sinceridad.
— Entonces, ¿qué opinas?, ¿te parece una buena idea mi compañía en éste lugar?
Con miedo en su interior, y su cuerpo temblando por los miles de posibles escenarios que pasaban en su cabeza sabiendo que aquel demonio tan peligroso estaría en el hotel, tomó un poco de aire para responder a las preguntas del pelirrojo.
— Podemos intentarlo.
— ¡Eso es todo lo que quería oír!, muy bien querida Charlie, podrías hacerme el gran favor de empezar todo de nuevo, como cuando recibes a un nuevo huesped en tu hotel—Alastor hablaba como sí estuviese en una situación normal. Mientras que Charlie aún no estaba segura de qué tan bueno sería todo esto, y por otro lado, a Alma solo le quedaba rogar que no ocurriese nada que lograra molestar del todo a Alastor.
Serías días muy dificiles, todo se volvería un camino largo y complicado para poder llegar al cielo.
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