~My dear friend~ / Alastor x Tu (TERMINADA)

Capitulo 16

              "Algo tan real como un sueño"

Narrador

Alma observaba al recién llegado con la mirada inquieta y sus labios finamente entreabiertos.

— ¿No diras nada? — preguntó confundido —. He venido a sacarte de éste lugar.

La chica parecía estar aún más confundida con lo que Lucifer le acaba de confesar, sin poder creer del todo lo dicho por él se puso de pie despacio sin querer dar un solo paso en falso.

— Alastor — susurró —, él no permitira que abandone éste lugar.

El rubio soltó una pequeña risa por lo dicho, sacudió su saco y con una gran sonrisa respondió ante el temor de la chica.

— Querida, no tienes de qué preocuparte — suspiró —. Él debe hacer lo que yo ordene, y en éste momento está precisamente aprendiendo lo que merece por no cumplir con sus tratos.

Niffty que se encontraba de pie detrás de Lucifer, abrió su gran ojo de sorpresa y preocupación al escuchar aquellas peligrosas palabras.

Con toda prisa abandonó el lugar y corrió sin detenerse hacia el despacho de Alastor.

— ¿Qué hiciste? — la voz de Alma dejaba aquel tono tan tranquilo que solía tener, una parte dentro de ella se sentía inquieta al imaginar lo que el demonio de la radio podría estar sufriendo.

— ¿Te importa? — arqueó una ceja —, ¿Tú sientes compasión por ese demonio que te ha hecho daño?

— Tú no eres mejor opción que él sí vienes de esta forma a sacarme de aquí — respondió Alma a secas.

La chica frunció su ceño y dio firmes pasos para caminar dirigiendose a la salida de aquella habitación.

No se detuvo en ningún momento ni dudó en sus pasos, pero tuvo que parar frente a Lucifer, pues él le obstaculizaba el paso para poder salir del cuarto.

— ¿Me permites? — gruñó la chica.

— Solo sí después vienes conmigo — respondió —. Te llevare al hotel de mi hija.

Alma sintió su cabeza comenzar a unir hilos, ahora sabía que la dueña de aquel famoso hotel era hija de Lucifer, pero no comprendía por qué él se tomaría la molestia de ir personalmente en su búsqueda.

La chica asintió con su cabeza y el rubio dio un paso atrás dejando salir a la joven.

Caminó apresuradamente, pero no tanto cómo para que pareciera que fuese corriendo, pues aún estaba molesta con Alastor por aquellos cambios tan repentinos en su personalidad.

Finalmente logró dar con el despacho de Alastor, la puerta estaba entreabierta por lo que entró sin problema.

Quedó sin palabras al ver cómo aquel demonio de la radio sangraba por distintas zonas de su delgado cuerpo, Niffty iba y venía con paños húmedos tratando de limpiar y así parar los sangrados, pero aún así no era suficiente.

Alma avanzó cautelosa hacia ambos, el demonio se encontraba recostado en la gran silla que adornaba su despacho frente al escritorio.

— ¡Alma! — llamó la demonio al ver a la chica —, necesito que sostengas esto por favor. Debo ir por paños nuevos.

La nombrada asintió despacio y sin decir palabra alguna tomó el lugar de Niffty, su mano temblaba al sentir la sangre del demonio bajo sus dedos, observó su rostro y este sudaba sin detenerse.