When the Night is coming (James Maslow y _______) [TERMINADA ]

Capítulo 30 "Mellizos"

-Mellizos- dijimos a unísono.

- Tienes el cabello de mamá y...y los ojos de papá, solo pensé que era pura coincidencia, pero, ellos nunca me han hablado de eso.

- Bárbara, mi cuidadora en el internado de niños, me contó algo.

~ Recuerdo de Luke~

- La paciente esta inconsciente, doctor- afirmó la enfermera.

- Excelente, Palvin, que empiece la cesárea- el doctor hizo una incisión en el vientre pálido de la joven de cabellos rubios, habían dos incubadoras con los carteles "Bebe 1" y "Bebe 2", uno de los mellizos tenía un problema, tenía el cordón umbilical alrededor del cuello, y no sabían cual era de los dos, salió el primero, una pequeña niña de cabello negro, fue llevaba a cuidados postnatales, mientras el doctor sacaba al bebe con el preciso cuidado, vio como el bebe se ahogaba en el líquido amniótico del vientre de su madre, con mucha ligereza y habilidad, lo sacaron de la habitación dejando al bebe en Cuidados Intensivos.

El obstetra no dio la verdad a los jóvenes padres, solo le dijo al joven que venia con ella.

- ¿Parientes de la Señorita Morriseth?

- Yo, Matthew Blackmoon, doctor.

- El mellizo ha muerto, pero la hermana esta en cuidados postnatal, ¿Quiere pasar a verla?- Matthew sonrió malicioso y pícaro.

- Porque no, venga, vamos a ver a la pequeñaja esa.

- Por aquí- lo guió el doctor por un pasillo largo y fríamente blanco, Matthew pensaba en las venganzas para la familia Morriseth Vulturi- Ahí esta, la segunda camilla adelante lo dejó solo con ella- Matthew sonrió falsamente, el doctor salió por la puerta.

- Tú y la maldita zorra de tu madre y su familia me las pagaran y muy mal- le susurró a la pequeña bebe de cabello negro- al igual como lo hice con Halston (la madre de James ficticia) todas son un mar de zorras- la bebé empezó a llorar, la enfermera entró.

- ¿Señor Evans?

- ¿Si?- dijo Matthew cambiando su identidad.

- ¿Desea ver al mellizo? Tuvo un repentino, y ha vuelto a latir su corazón.

- Por supuesto- Matthew devolvió a la niña a su cuna y se dirigió al observatorio en donde tenían a un bebe rubio recostado en su incubadora con un cable por donde se alimentaba- ¿Con que tu eres el hijo de puta que revivió, eh?- Tomo al frágil cuerpecito contra el suyo- Yo seré el que te saque de aquí, y te llevaré al puto infierno, donde te pudrirás junto a tu maldita familia.

- Señor, el bebe estará solo una semana más en el hospital después, podrá llevárselo a su disposición- dijo una enfermera.

- Con gusto.

*una semana después.

- Ven, bebe- dijo Matthew cargando al bebe, lo llevo hasta su auto donde lo dejó en la parte trasera- Nos vamos al puto infierno, bebe- Matthew conducío hasta el Orfanato " Big Smile", lo cubrió con mantas y lo dejo en la puerta principal del lugar, tocó el timbre y se fue.

~ Fin del recuerdo~

Vi como lágrimas salían por si solas en los ojos míos y los de Luke, fui hasta su lado y lo abracé muy fuerte, por cinco minutos sin separarnos, es como que de repente sentí que si algo le pasaba a Luke yo moriría.

- Luke, tu moriste cuando solo eras un bebe, nunca supe que yo tenía un mellizo.

- Desde que escuché el nombre de Matthew por primera vez, lo odie, el me quitó, siendo solo un bebe lo que yo más quería, a mi hermana- dijo secándose las lágrimas de sus ojos, lo abracé con mucha más fuerza, no quería que se fuera nunca más, estallé en lágrimas, el beso mi cabello y sentí como lo regaba con sus lágrimas.

- ¿Luke?

- ¿Si?

- Dime, que eres un vampiro- el se tensó.

- No... No lo soy.

- Pues, ok, CAMARERA- le llamé, ella llegó enseguida- me harías un favor.

- Por supuesto.

- ¿Puedes seguirme?- Y la chica aceptó con una sonrisa, me levanté y fui hacia el bosque- Luke ¿Vienes?- Luke empuñó sus ojos, pero asintió.

- Gracias por el regalo, hermanita- dijo sarcástico, yo solo sacudí la cabeza.

- Sabes, quédate aquí, ten la propina, no es necesario que vengas, y ten la cuenta- le dije a la camarera, ella sonrió y se fue, me adentré al bosque junto a Luke, entre risas y palabras, llegamos a un punto en el que era oscuro y sombrío.

- Muéstrame que eres en verdad, Luke, no tengas miedo.

- ¿De... De que hablas?

- De esto- cerré mis ojos, sintiendo como el carmesí inundaba mis pupilas, sentí la adrenalina entraba por mis venas vacías y desiertas, mis afilados colmillos se hacían presentes sobre saliendo de las comisuras de mis labios- Se que lo eres, mi hermano.

- Ok, como lo sabes, pues- hizo el mismo procedimiento, sus ojos azules cambiaron a unos carmesí puro.

- Luke, ya no me ocultes nada, somos mellizos- lo abrasé.

- Lo se, pero me cuesta créelo- dijo.

- ¿Una carrera, herma...- vi los ojos mieles, otra vez, ¿Me vuelvo loca o los ojos me siguen, perseguí los ojos a velocidad vampira pero los ojos eran más rápidos que yo- ¡ESPERA!- los ojos se acercaron a mi- ¿Dime quien eres?- la sombra me besó lentamente sin importar mi respiración, mordía levemente mi labio inferior, cuando mis dientes dieron contacto con unos ¿Colmillos?, no me importó, acariciaba los fuertes brazos de la sombra, sentí como una gran mano se posaba en mi nuca para profundizar el beso y con la otra me atraía desde la cintura para que mi cadera y la suya se tocaran, haciéndome gemir del suave pero placentero toque de caderas.

Cuando más disfrutaba el beso, la sombra se había ido, por más que quisiera no podía leer sus pensamientos, pero si sentir el profundo deseo y amor de la sombra, metí mis manos a los bolsillos, y en mi bolsillo trasero derecho sentí un papel, lo abrí y vi que era una nota.

" Algún día sabrás cuánto te he amado, que en realidad, duele, duele demasiado, más que un fierro ardiendo por mi garganta, como una herida abierta, como una... Estaca al corazón, aun con solo ser una sombra, recuerda que soy tu sombra protectora"

Mis dudas afloraban cada vez más, Dios, Luke, corrí hasta el y me abalance burlona sobre el haciéndolo caer en el césped natural del bosque, lo abracé por el cuello, mientras inhalaba su aroma tan masculino.

- Hola- le dije.

- ¿Donde estabas?

- Por ahí, asegurando la cena- dije un beso en su mejilla, el sonrió.

- Te quiero, hermanita.

- Y yo a ti, hermanito- toque la punta de la nariz de Luke juguetona, de un salto Luke nos levantó a los dos, y corrimos hasta un grupo de turistas que acampaban cerca de una riviera, cinco mujeres y siete hombres...