Besar y tocar a alguien de manera sexual / haciendo bromas.
Camus había sido llamado por Athena a una gala benéfica, reunión o algo así, Milo quería ir pero Athena solo necesitaba tres caballeros dorados y él no había sido elegido, eso último le molesto mucho.
El tenía un perfecto plan para con Camus y esos planes se vieron frustrados por su queridísima diosa, deidad que ahora Milo odiaba y es que como era posible que no le dejará convivir con su refrigerador andante todo un día.
Y es que hasta para la ocasión estaba vestido, una camisa roja y pantalón azul, los colores que representan a Camus y lo más importante de su vestimenta; estaba usando la ropa interior negra transparente que Aphrodite hizo para él, pero de nuevo para nada sirvió por culpa de Athena.
Milo duró toda la mañana molesto y alegando sobre la cama de Camus, hubo un par de horas en las que se quedó dormido, pero al sentir a la distancia el cosmos de Camus se despertó de una y tomó entre sus brazos la almohada del francés y volvió a acostarse mirando hacía el techo de el templo de Acuario, Camus cuando llegó se dio cuenta de eso y con silenciosos pasos se le fue acercando a Milo.
Cuando el pelirrojo llegó al rubio, sorprendió al griego en su cama y apenas se encontraron esas dos almas, esos dos cuerpos, ni siquiera hablaron con un beso desesperado todo fue dicho y Milo no era el único deseoso de cariño o amor, Camus también lo estaba y precisamente por esa razón es que se deshizo de su propia almohada y sábanas.
Camus se sentó estirando sus piernas y sobre su cintura acomodó a Milo y el griego le robo un beso al francés, cuando el beso termino acomodó sus piernas a cada lado de la cintura del francés y elevó su cuerpo dejando su pecho al frente del rostro de Camus, este último conociendo muy bien a su escorpión levantó la camisa de este y se dedicó a atender sus pezones y el rubio enredo sus dedos en su cabello, el joven rubio intentaba acallar sus gemidos y estaba teniendo éxito.
El éxito de Milo se vio frustrado cuando en vez de usar sus dedos uso su boca y eso dejó totalmente descubierto a Milo, ya no pudo reprimir más sus gemidos y a Camus eso lo hizo muy feliz y decidió quitarle totalmente la camisa a Milo y la propia también.
Cuando el francés tuvo oportunidad desabrocho el botón del pantalón de Milo y por fin la prenda interior negra transparente se dio a conocer y dejó más qué encantado al pelirrojo eso lo notó el rubio y sonrió con malicia para después lamer y morder parte del cuello y oreja de Camus, que ante tal estímulo gimió cosa que Milo amó.
—No sabía que Escorpio fuera tan provocador y tan sensible en zonas prohibidas.
—Yo pensé que Acuario era alguien tan frío que ni tiempo le quedaba de complacer a su pareja
—Parece ser que el caliente escorpio fue en busca de fuego para quemarse y terminó quemando por hielo.
—Querido sabes que amó cuando haces el papel de dominante es atractivo, pero, que broma tan mala.
—Lo se es que ver actuar y bromear a Aphro y Death Mask, me puso raro.
—Porque no más bien te encargas de disfrutar de la nueva adquisición de tu rubio favorito y de paso te encargas de liberar a mini Milo y a mini Camus.
—No les llames así escorpión tonto.
Camus no le dio tiempo de responder y en un minuto Milo ya se encontraba boca arriba debajo de Camus con los pantalones de ambos totalmente afuera, él francés queriendo ver como la masculinidad del otro resaltaba por esa atrevida ropa interior, siguió jugando con sus pezones y con los labios del griego aprovechando que los labios eran un punto erógeno.
Milo no se quedo atrás y por sobre la ropa interior de Camus comenzó a tocar su masculinidad y en la habitación se escuchaban pequeños gemidos algunos más agudos, otros más graves pero al final gemidos.
El pelirrojo sin rastro de paciencia, sacó ambas prendas interiores y junto sus masculinidades y empezó a frotarlas y acariciar las juntas, Milo hacía lo mismo; la deliciosa fricción que ambos sentían y la picante mirada que se dedicaron fue suficiente para que ambos se vinieran en las manos propias y contrarias.
Un día que comenzaron separados terminaron juntos y con una buena forma de amarse, reírse, disfrutar del otro y pasar tiempo con el contrario, ya que después de eso decidieron descansar un poco, pero su diversión no acabo hay, cuatro rondas más hicieron acto de presencia y cada uno recibió dos dosis de amor.
Milo y Camus al final terminaron durmiendo juntos en la cama y con olor a sexo y sudor, cómodos y felices por lo que habían hecho.
