Capítulo 22: Amor, amor, amor...

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Jungkook

Me encantaba que me dijeran que estaba "bonito" oh, de verdad me gustaba y lo aceptaba. No pasó mucho tiempo pero sé que he mejorado mi peso, ya casi llego a cincuenta kilos y se nota: Hoseok me llevó a ver a un nutricionista definitivamente y por suerte, no soy tan cabeza dura como antes, le estoy haciendo caso. 

Es un milagro, yo, Jeon Jungkook, haciéndole caso a alguien por beneficio propio. 

Sí, bueno... intenté ceder ante todas las recomendaciones médicas posibles, excepto a la de asistir a un psicólogo, pues ya no lo necesito, Taehyung es mi psicólogo privado, y yo soy el suyo básicamente. Pues no hay tópico de charla para nosotros, no hay fronteras simplemente: nosotros dos hablamos sobre películas, colores, artistas, obras de arte que poco me importan, amor, sexo, pasatiempos, autoestima, sentimentalismo, poemas... de todo, no hay tema que no toquemos diariamente, ya se volvió algo mutuo. 

Pasaron algunos cuantos días desde aquella vez que le dije a Taehyung "te amo" por primera vez... fueron días en los que sucedieron varias cosas...

Algunas cosas un poco... Íntimas, podría decirse. 

Sonrío al recordar aquello. 

Y Taehyung como prometió, me dio una sorpresa, debo admitir que no fue la gran cosa pero si soy sincero ¿que sorpresa hubiera esperado? exacto, ninguna. 

Él y yo nos mudamos a una habitación más grande. Esa fue su pequeña sorpresita. Me hizo feliz saber que estaría compartiendo más privacidad con Taehyung en una habitación entera... oh y eso no es lo mejor ¡tenemos wifi! Ahora podíamos ver toda las películas que se nos diera la gana en la compradora de Tae.

— Bebé, quiero sentarme, no creo que pueda aguantar mucho tiempo... — dice agachando la cabeza pero yo me opongo a su idea. 

— No vas a sentarte hasta que no termines de caminar los treinta minutos diarios, Taehyung. - espeto rudo

— Por favor — chilla como un bebé y eso me hace reír — vamos nadie nos está viendo...

— Oye, no me pagan para que no camines, así que debes caminar. 

— ¡No te están pagando, Jungkook! — ríe desenfrenadamente y observa hacia otro lugar 

— Ya lo sé, tonto, solo quería hacerte sonreír. 

Tae se da la vuelta solito, como puede y me observa tranquilamente. 

— Con solo ver tus ojitos ya me has sacado una sonrisa, Kookie. 

Sonrío ante eso... ¡Rayos! Sus piropos diarios se han vuelto una costumbre ya para él. 

— No me convencerás con eso, ahora, ¡vamos! camina un poco más, faltan diez minutos...

— Me duele el pie, quiero la silla — reniega otra vez. 

Voy a objetar algo cuando la voz de Hobi me quita las palabras de la boca. 

— Oye, Kook, no seas tan duro con él. Da gracias que hoy lo has levantado de la cama para que haga los ejercicios. — le trae su silla de ruedas y el casi me lanza las muletas por la cabeza para ir a sentarse. — Cada vez mejoras más, TaeTae.

— ¿En serio lo crees? — Taehyung hace un mal gesto con la boca y yo lo llevo hasta entrar al hospital y nos quedamos en el comedor para pedir un café... aunque no me lo permiten ya que me altera, pero bueno, de vez en cuando lo necesito. En cambio Tae pide un té de hierbas y no sé que más. 

Yo detesto el té, amo el café... pero la maldita cafeína me estubo afectando en las últimas semanas, claramente tuve que dejarlo... no del todo. 

Ending Scene -Taekook ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora