La Hija De Madara - Naruto

No quiero ir.

- Tu padre peleó con mi esposo, pero mi esposo le ganó, Hashirama pensó que lo había asesinado. - dijo Mito tratando de medir sus palabras.

- ¿Mamá lo salvó? - preguntó al comprender que su padre y su tío eran enemigos.

- Sí, Kurai, lo salvó, pero no debía salvarlo. - agregó la mayor.

- ¿Entonces soy un error? - no le importaba tanto ella, si sus hermanos estuvieran vivos y se enteraban de ello se pondrían muy tristes, pero, ella aún sabiendo eso debía aceptarlo aceptar de que ella nunca debió existir.

- ... No... - lo dudó, no sabía qué era más aconsejable para ella después de todo ella sólo era su tía.

- Está bien Mito-San, no me importa si soy un error, lo hecho hecho está. - podría ser un error pero ¿De qué le servía sufrir por eso?

- Eres muy madura para tu edad. - dijo Mito orgullosa de su hermana - Kurai hizo un gran trabajo contigo.

- Gracias, Mito-San. - dijo con una sonrisa y una mirada nostálgica - ¿Soy una Uchiha cómo dijo el señor? - preguntó tomando por sorpresa a Mito.

- Sí. - le afirmó sin dudar - Pero por seguridad es mejor que uses el apellido de tu madre. - no todos los Senju se habían recuperado de la guerra mentalmente y todavía buscaban pelea con los Uchiha.

- Mito-San... - la mujer la miró - ¿Sabe quién es mi padre?

- Hay cosas... Qué no se pueden saber.... Hasta ser más grandes... - dijo Mito a duras penas tratando de explicarle a una niña que no le dirá quién es su padre.

- Pero... - reprochó la niña, era la primera vez que la contradecía.

- Nada de peros. - le dijo seria - No me vuelvas a contradecir.

- Sí, Mito-San. - dijo la niña un poco triste, ella quería saber quién era su padre para poner su propia investigación y poder juzgarlo cómo todos.

En la oficina del Shodaime Hokage, estaban los dos hermanos Senju hablando.

- Esa niña es la hija de tú enemigo, ¿Y la tienes en tú casa? - dijo Tobirama serio.

- La niña no conoce a Madara. - la defendió, la pequeña era inocente de lo que Tobirama la acusaba.

- Puede estar en un Genjutsu, algo, Madara quiere matarte ¿Recuerdas? - dijo serio aunque no lo demostraba se preocupaba por su hermano y sus sobrinos.

- Lo sé, Tobirama, estoy siempre alerta. - él no confiaba completamente en la niña, sabía que era una niña pero conociendo a Madara era capaz de utilizarla - Mito-Chan sí confía en ella, temo que al tenerla en casa pueda arriesgar la seguridad de mis hijos.

- Sólo ten cuidado. - dijo Tobirama antes de retirarse, por milésima vez su hermano hacía una tontería.

Vigilará de cerca a esa niña, cuando se trata de Madara todo es delicado.

Zetsu blanco quería llorar al no poder quedarse en la cueva con los otros humanoides, mientras Zetsu negro lo ignoraba.

- ¿A dónde vamos? - preguntó aburrido cuando se rindió de luchar.

- Vamos por la mocosa. - dijo el Zetsu negro serio.

- ¿Porqué no vamos bajó tierra? - se quejó amargamente.

- La mocosa está en la casa de Hashirama Senju, tenemos que esperar a que esté salga a su trabajo, de aquí al amanecer llegamos y Hashirama se irá. - le explicó cómo a un niño pequeño pero el otro no entendió.