Cuentos Brooken End

El plan de Gwen

Titulo: El Plan de Gwen

Universo: Amalgama

El joven Ethan Kevin Levin cumplió su cometido, al fingir haber estado vago el control de Servantis pudo no solo liberar a sus compañeros del control mental, sino que logró atrapar al único que ofreció resistencia.

Ahora Ben Tennyson aguardaba en una celda, lejos de la de su maestro, el veredicto del consejo sobre su persona. Cuando Levin lo había atrapado en una esfera de rocas fue rápidamente sujeto y su muñeca atrapada con aquel brazalete, cortaba todo su Mana, dejando solo lo suficiente para que pudiera mantenerse consiente. Ethan había dicho que Ben, o como lo conocía, Anodite, no era como los otros, era más impredecible y que muchas veces dudó si en verdad estaba hipnotizado.

Ahora, con el joven encerrado en esa celda, una persona tenía demasiado que decir y saber. Gwen, luego de más de cinco años de no verlo, se plantó delante de la celda y mostrándole un pequeño paquete que contenía cartas de los Sumos. Una especie de ofrenda de paz, que Ben recibió gustoso, ya que se había estado aburriendo demasiado en esa celda.

- sabemos que no querías hacer nada de eso – comenzó ella – el abuelo está convenciendo a los demás Magistrados para que te dejen ir, así podremos volver a casa, tus padres te han extrañado tanto... - se vio interrumpida por el propio castaño.

- hace mucho que el control de Proctor dejó de funcionar, mi poder lo anuló, pero ¿para qué volver? ¿Para estar otra vez bajo la sombra de la gran Gwen 10? Ni de broma. En el proyector era más divertido, combatía monstruos todos los días, destruía edificios sin que nadie me detuviera y me hice más fuerte – declaró Ben ante la mirada incrédula de la pelirroja y con una sonrisa arrogante se acercó al vidrio verdoso – podría escapar de aquí si quisiera, pero hay algo aquí que me interesa.

Gwen miró a su primo con tristeza, pero aquella última frase le dio curiosidad.

- ¿Qué es ese "algo" que te interesa? – a pesar del tono verde que el vidrio reflejaba, ella pudo distinguir como el rostro de Ben se tornaba ligeramente rojo.

- eso no te incumbe, primita – cruzó sus brazos dándole ahora la espalda para evitar encontrarse otra vez con esos ojos verdes tan idénticos a los suyos.

- claro que lo es – dijo ofendida – es nuestra nave y ahora que has declarado que no estabas bajo el control de Proctor cuando nos atacaste hay más motivos para arrestarte – el castaño estuvo a punto de contestarle pero fueron interrumpidos por cierto joven alienígena.

- señorita Gwen, su abuelo la necesita en el puente – dijo Rook sin perder su tono de cordialidad y la chica suspiró, fastidiada. Tendría que intentar hablar con Ben en otro momento.

- quédate aquí y cuida que no escape – ordenó; cuando Freak miró hacia la celda puso una cara de espanto que nunca había visto en él. Al voltear hacia la celda vio como Ben tenía la mirada fija en el Ravonnaghander mientras sonreía coqueto – "Quizas..." – pensó y una idea llegó a su linda cabeza pelirroja – Rook, alguien tiene que vigilarlo para que no escape y eres el único otro en esta nave que podría detenerlo.

El joven de veinte años no estaba muy convencido, cada vez que estaba cerca del castaño sentía que algo más que su integridad física peligraba. Pero también sabía que era demasiado riesgoso dejarlo sin vigilancia, por lo que acabó aceptando a la petición.

Gwen se despidió rápidamente, esperando no haber arrojado en vano a su amigo a la boca del lobo.

Cuando perdió a la chica de vista, el joven de ojos dorados se sentó en posición de loto, dándole la espalda a la celda, pero con sus sentidos alerta, esperando cualquier actividad extraña.