¿Dónde estás? (I)

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Título: ¿Dónde estás? (I)

Universo: Benzarro.

Su cuerpo se sentía pesado y el aire le faltaba, llevó una de sus manos a su garganta rasgándola con sus uñas dejando cuatro hileras rojas en su pálida piel. Luego todo se sintió extraño, el aire volvió y con él los recuerdos.

Miró sus manos, una vez más de color durazno en lugar de ese gris verdoso y podrido.

La muerte lo había salvado.

No pudo evitar llorar de felicidad, una vez más era él mismo. Quiso llamar a su compañero, pero fue entonces cuando lo recordó, Moon ya no estaba allí.

Su jaula, rota por la intervención de Vilgax e Ion, los papeles rasgados en el sueño y los restos que quedaron de su estadía anterior en aquel lugar. No pudo evitar tragar saliva, ¿Cuánto tiempo había pasado?

Salió de la ya inútil jaula a través de los barrotes rotos y miró a su alrededor, buscando algún indicio pero lo más cercano era un pedazo de pan mohoso que, si mal no recordaba, había sido su ultimo alimento normal antes de la transformación.

Se dirigió hacia la ventana y jaló con todas sus fuerzas la madera clavada a ellas, dejando que la luz del sol entrara a la fría habitación.

El sol brillaba intensamente y su calor podía sentirlo con solo estriar los dedos a través de las amplias mangas de su camisa de fuerzas. Verano. Su corazón se aceleró, habían pasado al menos cuatro meses desde que Rook estuvo allí junto con él, desde su despedida y desde su secuestro a manos de Ion.

Miró hacia abajo, distinguiendo a los caminantes con bastante facilidad. Sus pasos lentos y sus gemidos inteligibles que resonaban como eco en los edificios abandonados.

Observó el horizonte y sin dudarlo se transformó en Frio, ya que era el único que podía volar y ser invisible a la vez. Entonces se arrojó por la ventana alzando el vuelo sobre la desolada ciudad que, alguna vez fue su hogar.

Comenzó a revolotear entre los edificios, aprovechando su intangibilidad para atravesar las paredes y observar el interior de estas, pero no encontraba señales de Moon por ningún lado. Buscó día y noche hasta que su cuerpo no pudo más y calló agotado sobre una de las azoteas. El omnitrix se había vuelto de color rojo, señal de que por aquel día, no podría hacer nada más para encontrar a su amado y eso lo frustró.

Miró las estrellas ¿siempre habían sido tan brillantes? ¿Aquellas nebulosas siempre habían sido tan visibles a simple vista? No lo recordaba ya.

Estiró su mano hacia el cielo, guiándose por las constelaciones hasta dar con Aries, desde allí solo tuvo que ver que estrella estaba a una distancia del tamaño de su palma. Si su memoria no fallaba, en esa dirección estaba el mundo natal de Moon, ¿Cómo estarían ellos? ¿Qué habría sido de Ben? ¿De Shar y los otros?

Todos los alíen que abandonaron el planeta cuando la infección comenzó - ¿Cuántos de ellos podrían haber sido portadores sin saberlo? - Aquel pensamiento lo aterraba y de corazón rogaba porque esos pensamientos solo fueran eso, pensamientos.

Cuando volvió a despertarse una corriente fría de viento lo hizo temblar, maldijo entre dientes a los cambios de temperatura veraniegos antes de que su estómago gruñese exigiendo alimento. Había olvidado que estaba vivo nuevamente y que por lo tanto, tenía que comer. Por suerte para él, era verano, una época donde la tierra daba muchos sus frutos a quienes los necesitasen.

Se transformó en Frio, activando su invisibilidad y voló hacia el exterior de Bellwood, a lo que había sido antes un huerto de duraznos. Los caminantes estaban en los alrededores, pero procuró mantenerse lejos de su alcance mientras recogía el ansiado alimento.

Luego de comer, su búsqueda se reinició. Consiguió un mapa de la ciudad y según avanzaba tachaba los lugares que, a leguas se notaban abandonados desde hacía meses.

Ni siquiera encontró a algún superviviente y aquello le desanimó cuando un pensamiento surcó su mente - ¿acaso era el último de los suyos?

Volvió a sentir frio y esta vez no era por el viento.

Esa fue su rutina durante los siguientes cinco días, hasta que, en el lado sur de la ciudad se topó con algo interesante. Billy Billones estaba allí, junto a varios de sus androides y algunos mercenarios contratados a cambio de víveres. Billy gritaba a sus subordinados, quienes cargaban en un camión blindado jaulas llenas de no-muertos. ¿Para qué Billy los querría?

Aterrizó en uno de los tejados, deshaciendo su transformación, observando al mini villano.

La furia se encendió en su corazón, mientras la imagen de la bodega en llamas asaltó su mente. Billy no sabía que él estaba allí, si quisiera, podría asesinarlo en ese preciso instante, vengaría la muerte de sus amigos.

El omnitrix estaba cargado, estaba a punto de presionarlo cuando una figura emergió del camión. Estaba cubierta con una capa de color marrón, pero se notaba que era alto incluso a comparación de los otros mercenarios.



Se que los que leyeron "¿Cuál es tú Ben?" querían saber que ocurrió con Benzarro luego de atravesar el portal, así que, aquí esta.



Al menos parte de esa historia xD.

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