Cuentos Brooken End

Encerrados

Titulo: Encerrados
Universo: Ben Primo
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Eran las siete de la mañana y Ben había recibido un llamado urgente desde el cuartel de los Plomeros. Su abuelo no le había dado muchos detalles, lo único que mencionó fue que tenía que ver con Rook y eso era lo único que el castaño necesitó para despertar de su sueño por completo. En menos de diez minutos estaba frente de la plomería que funcionaba como cuartel para los plomeros.

Mientras bajaba por ese interminable ascensor, miles de escenarios pasaron por su mente, uno más horrible que el anterior.

No había visto a Blonko desde hacía dos días ya que este había tenido que hacer un viaje rápido a su planeta natal por unos asuntos que ya no recordaba. Supuestamente el habría tenido que regresar el día anterior muy tarde, así que no se preocupó pensando que seguramente había quedado muy agotado por el viaje. Pero ahora se estaba arrepintiendo de no haber insistido en sus llamadas.

Aquella maquina por fin se detuvo y estuvo libre de aquel pequeño espacio. Su abuelo le estaba esperando y rápidamente lo condujo por los pasillos, que reconocía como los que llevaban a los dormitorios individuales.

- Abuelo ¿qué sucede con Blonko? – La angustia era muy notoria en su voz – por favor abuelo dímelo.

- no sabemos con exactitud, cuando llegó parecía estar bien, pero de la nada comenzó a comportarse ansioso y apenas llegamos al cuartel se encerró en su cuarto y lo insonorizo por completo – explicó. Él también estaba preocupado, con el tiempo había acabado viendo a aquel joven como un nieto más.

Aquella falta de información solo hizo que su imaginación volara una vez más, mostrándole distintos escenarios donde Rook estaba herido o donde una enfermedad lo estaba matando y no se lo había dicho a nadie.

Por fin llegaron al dormitorio que pertenecía al ravonnaghander y como tantas veces anteriores, el abuelo tocó la puerta y llamó al chico pidiéndole que abriera pero nadie contestaba.

- abuelo, déjamelo a mí, te necesitan arriba – le recordó Ben – me encargaré de Rook y lo que sea que le sucede, si necesita ayuda te contactaré – Max asintió con la cabeza pidiéndole a su nieto que le avisara de cualquier cosa extraña.

- ¿Rook? ¿Blonko? ¡Abre la puerta, Blonko, soy yo, Ben! – llamó mientras golpeaba la puerta pero tal como había pasado antes, nadie contestó, cosa que lo preocupó aún más – Si no lo hacemos a la buena, lo haremos a mi manera – dijo mientras movía el omnitrix de un lado al otro buscando al alíen que necesitaba hasta que lo encontró.

La luz verde lo envolvió y dejó atrás al necrofriggian al que Ben había llamado como Frio.

Usando su poder de intangibilidad no le fue difícil colarse dentro de la habitación de su pareja. Pero no esperaba encontrarse lo que vio allí dentro. Blonko estaba sobre su cama gruñendo y gimiendo mientras se masturbaba de forma desesperada. La impresión fue tanta que accidentalmente se hizo visible una vez más.

- ¡¿Ben?! – avergonzado por haber sido atrapado en tan comprometedora situación intentó cubrirse con la única manta que tenía disponible, pero aquella delgada tela no podía cubrir aquel enorme bulto.

- t-tu – si no fuera porque estaba en otra forma, Ben hubiera jurado que su sonrojo podría verse desde un km de distancia.

Nunca había visto desnudo a su pareja, menos lo había visto haciendo algo como eso. Y la forma tan inesperada en la que lo hizo.

- B-Ben, por favor sal de aquí... - suplicó el chico de ojos dorados antes de soltar accidentalmente un gruñido.

- t-tienes idea de lo preocupados que estábamos y ¡tú haciendo eso! ¡Si querías un momento a solas no tenías que montar tamaño numerito! – del enojo que sentía hizo que accidentalmente congelara el ambiente, de forma literal.