Capítulo 40: Thomas Andersson Green

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-Me alegra que hallan podido venir -el abogado ya nos esperaba.

-¡Donde firmo! -grita Emmy interrumpiéndolo, por ma que traté de que se tranquilizara no logré hacerla entrar en razón, y me preocupaba su corazón, ella no podía recibir noticias que la alterasen mucho.

-Tranquila cariño -le digo.

-No, se preocupe Sr. Andersson comprendo la situación, aquí señora -dice señalando el lugar y tendiéndole el bolígrafo. Ella de abalanzó sobre él y firmó.

-¿En donde está? ¿Ya puedo llevármelo?- reí al verla así, jamas había estado tan emocionada y desesperada al mismo tiempo.

-Si señora, el está en el jardín con los demás niños usted puede ir por el y darle la noticia mientras el Sr. Andersson firma y le explicó algunos trámites que debe completar.

-No, quiero compartir éste miembro con mi esposo -sujeto su mano y ella se tranquiliza a medias, pero agradecí que ella halla esperado, éste momento seria decisivo para nuestras vidas.

Tardamos quince minutos charlando con el abogado y después de eso ambos corrimos hacia el jardín para buscar a Tom. Como era de esperarse el estaba sólo frente a un par de cochesillos jugando, sentí tristeza por él pero también emoción porque a partir de hoy yo estaría con él para jugar a los coches.

Éste último mes estuvimos remodelando la casa para tener a nuestros hijos lo mas cerca posible sin que pueda afectar nuestra y su intimidad. Así que nuestra habitación estaba en la esquina del ala este del segundo piso y la que habíamos preparado para Tom se situaba en el otro extremo en el ala oeste del mismo, a su izquierda estaba la habitación de Maxíliam, para que desde pequeños comenzaran a formar lazos, y quizás ser cómplices en alguna pequeña travesura, desde hace semanas sólo imagino a ambos correr por la casa a haciendo destrozos sacándonos de quicio.

-¿Tom? Cariño ven -Emma se acerca a él.

-¡Emmy, Max! Han venido -el pequeño deja los coches en el césped y corre hasta nosotros, y ambos nos ponemos en cuclillas para estar a su altura pero a Emmy le costó un poco mas por su estado; su pequeño cuerpo cae sobre nosotros envolviéndonos en un cálido abrazo. El era tan pequeño y menudo para su edad, según lo que me han dicho la tristeza lo consume día con día; pero a pesar de eso era un niño muy bello, ojos grandes y de un color gris que aunque siempre estén tristes y vacíos no dejaban de ser hermosos, cabello negro azabache como el de Emma y pequeñas pecas sobre sus pómulos -¡Sabía que vendrían a verme!

-Felíz cumpleaños cariño -le dice Emma estrechándolo aún mas haciendo ella.

-Gracias, ya soy grande, tengo cuatro años -dice alzando sus cuatro dedos de la mano.

-Si, ya eres todo un honbresito -le digo y él sonríe por mi comentario.

-Te traemos una noticia cariño -el pequeño se separa de nosotros y nos mira un peculiar brillo en sus ojos.

-¿Que pasa? -pregunta y Emmy me sujeta de la mano para tomar valor.

-¿No quisieras irte con nosotros? ¿Irte a nuestra casa y vivir con nosotros?

-No creo que la encargada me deje salir, ella dice que no podemos hacerlo a menos que las personas nos adopten.

-Y si te hubiésemos adoptado, ¿te irías con nosotros? ¿Querrías vivir con nosotros?

-¡Si! -dice el sin pensarlo.

-Entonces ve por tus cosas que nos vamos de éste lugar. Que en nuestra cada te tenemos muchos regalos, a partir de ahora yo seré tu padre y Emmy tu madre, te hemos adoptado y podrás irte si ti quieres ir con nosotros -le digo ya que los tramites no concluyen hasta que el acepte que lo adoptemos. Su cara parece confundida pero después de unos segundos se ilumina y sonríe.

-¡Si quiero! -grita y se abalanza hacia nosotros.

-Entonces vámonos de éste lugar, que en casa te espera un regalo -lo tomé en mis brazos y corrí con el hasta el auto.

Lo senté en el asiento trasero, Emma en el de copiloto y yo manejé.

-¿Entonces cómo quieren que los llame? -no vi venir esa pregunta, miré por el retrovisor y el estaba sonriendo mirándonos fijamente esperando respuesta.

-No, lo sé. No lo había pensado -fuí sincero -estamos dispuestos a dejarte escoger, puedes llamarnos como lo has hecho hasta ahora o puedes decirnos mamá y papá, a partir de ahora tú nuestro mi hijo y nadie va a decir lo contrario.

-¿Y también tendré un hermanito?

-Si, se llamará Maxíliam.

-¿A mi me cambiarán el nombre también?

-No, si tu no lo quieres no, aunque tus apellidos si cambiarán. Desde ahora en adelante tú nombre es Thomas Andersson Green.

-Me gusta, mi nombre es muy bonito. Me quedo con él.

Lo único que pude hacer fué sonreír. Su pequeño rostro emocionado provocaba muchos sentimientos que no logro comprender y que sinceramente ya estoy cansado de tratar de hacerlo, así que solo me he dejado llevar porque después de ésto nada puede salir mal.

Llegamos a casa y el quedó impresionado.

-¿Cual es mi regalo? -pregunto y me encantó su entusiasmo y curiosidad, eso claramente era una cualidad que Emma tenía consigo en todos momento.

-Tranquilo -Emmy le tiende la mano y lo guía por las escaleras mientras yo posiciono la cámara para grabar éste momento que estoy seguro que en el futuro le dará mucha gracia ver.

Llagamos hasta su habitación y en la puerta hay un enorme moño.

-¿Este es mi regalo? Una puerta ¡si! -dice saltando totalmente emocionado- ¿en serio? ¿Una puerta? Jamás habría creído que el se emocionaría con la idea de tener una puerta.

-No mi amor -dice Emmy y se agacha para estar a su altura -tu regalo es lo que está detrás de esa puerta.

Tom gira la manija y entra, sus ojos se iluminan y voltea hacia nosotros buscando una aprobación para poder entrar. Emma solo pudo sonreír, volteó hacia mí y a sus tiernos ojos no pude decir no, pero tampoco decirle que sí, así que lo único que hice fué sonreírle.

El vió eso como una señal de aprobación y entró corriendo para ver todos los juguetes que le habíamos comprado para decorar su habitación, lo sigo hasta adentro para poder grabar cada gesto que haga. El pequeño cuarto estaba pintado de diversas tonalidades azules, y su nombre "Tom" o sobrenombre estaba escrito en grande en la pared sobre su cabecera, había estantes de juguetes desde un simple automóvil hasta equipo electrónico para su entretenimiento,; un escritorio para que el pudiera hacer sus tareas y sin fin de cosas mas que el parecía no poder asimilar.

-¿Mi hermanito dormirá conmigo?

-No, el dormirá en la habitación de al lado.

-¿Podre jugar con él?

-Por supuesto, el necesitará un mejor amigo.

-¡Yo seré su mejor amigo! -dice alzando sus manitas al cielo completamente emocionado por la idea de tener con quien jugar.

-Si -le hago una señal a Emma para que sujete la cámara y siga filmando -pero, por ahora en tanto el no nace yo seré tu mejor amigo y tú y yo vamos a jugar hasta dormir -digo cargándolo en mis brazos, era consciente de que era un niño con vacíos que nunca podría llenar y con tristezas que jamás podrá olvidar, pero también era un niño que aún tenía mucho espacio en su vida y su mente como para amar.

Y Emma deja de filmar uniéndose a nosotros para jugar. Las fotos no pudieron faltar, para un enorme álbum que ella y yo estábamos por comenzar, uno en el que sólo estuviéramos como familia, ella y yo ya habíamos hecho uno pero solo se trataba de nosotros, ya era hora de hacer espacio para la familia y tomar en cuenta que ella y yo ya nunca estaríamos solos -por fortuna -.

Vuelve a enamorarme chica nerd #IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora