Capítulo 13: Gimnasio

2.8K 233 16
                                    

-Creo que debería irme.

-¿Porqué? ¿He dicho algo fuera de lugar?

Es increíble la manera en que la pasé a su lado en estas horas escuchando anécdotas sobre mí y resulta extraño encontrar divertido algo que quizá para mi hubiese sido humillante en otros tiempos y es aún mas extraño el desear que esto no se acabe porque quiero seguir charlando.

-No, claro que no, ha sido genial convivir contigo de nuevo, es solo que tengo que ir al gimnasio.

Involuntariamente volteé hacia su abdomen, no es nada gorda y las mujeres suelen ir a lugares así para conservar la estructura de su cuerpo y aunque ella no tiene un cuerpo que cuente con senos en abundancia si tiene gran trasero pero lo delgado de su cuerpo hace que ella se vea muy bien, como modelo aunque lo fuera a pesar de no ser muy alta.

-Yo te encuentro muy bien -el ardor de sus mejillas se hizo notorio al tratar de hacerle un cumplido.

-Tengo que hacer ejercicio, una de las cosas que he descuidado fué hacer ejercicio y aunque no lo creas tengo que tener cuidados especiales para poder vivir veinte años más.

-¿Sólo veinte años más?

-Si ,es lo mas que la ciencia puede ofrecerme o al menos por ahora dentro de diez años quizá puedan garantizarme más y es por eso que me cuido para ese día.

-Entonces iré contigo.

-No, tu deberías consumir mas calorías estás muy delgado, un año en coma te hizo perder demasiado peso.

Aunque no quisiera admitirlo ella tenía razón, desde que salí nada fué igual que antes, siempre tuve un cuerpo fornido y aunque yo se que eso no es lo más importante yo quería recuperarme y eso significaba masa muscular. Estoy hecho un palillo y no puedo consumir en exceso carne porque comienzo a sentirme mal así que he tenido que ir a paso mentó pero resulta ser asfixiante pero por desesperado que llegue a estar no recurriría jamás a los esteroides.

-¿Tu sabes la razón por la que no puedo consumir carnes rojas en grandes cantidades? Desde que desperté no he podido comer muchas cosas que antes sí, por un tiempo creí que era temporal por el coma pero ahora ya no lo creo.

-Eso se debe a que te impusiste a otro tipo de alimentación cuando estabas conmigo.

-¿Como cuál? Es decir ¿que cosas si como?

-Una ver que te hacen un trasplante de corazón tu alimentación tiene que ser un tanto estricta ya que muchos alimentos podrían alterar el funcionamiento de él. Lo que solíamos comer era  una cantidad considerable de frutas, verduras, cereales, lácteos sin grasa esto ayuda a mantener una cantidad considerable de calcio en mi cuerpo, consumir carnes magras, bajo contenido de sal, evitar comer grasas saturadas o trans, no comer pomelo, entre otras cosas pero tengo que hacer ejercicio de manera frecuente y eso es algo a lo que nos impusimos.

-Entonces creo que esa es la razón, pero ¿puedo ir contigo?- suspira y asiente.

-Voy por mis cosas y vuelvo en veinte minutos.

-Bien.

Por estúpido que parezca no quería verme mal pero ahora que ya no tengo el cuerpo que solía tener antes la ropa de gimnasio me queda floja así que solo usé pans y chamarra para disimularlo pero una vez que la veo llegar no puedo evitar ver mi autoestima caer hasta el suelo para ser pisoteado. Ella traía una ropa deportiva que se le ajustaba a su cuerpo, quedé perdido por unos momentos ante la belleza que de ella emanaba barriendo y desnudándola descaradamente con la mirada.

-Oye -dice sacándome de mi transe.

-¿Si? -digo en un hilo de voz.

-Mis ojos están aquí -dice señalándolos y nuevamente quedo perdido en ellos, sus ojos me provocan cosas que no puedo explica, como si con tan solo verlos pudiera ver toda mi vida pero sin recordar nada. Dentro de mi todo me dice que se resume en ella pero no puedo dejar de pensar en Carol y eso me mata ¿como puedo pensar en ella en un momento así? Me siento como un estúpido desgraciado al no valorar lo que ella está haciendo por mi sin obtener nada.

Llegamos al gimnasio y todos nos miran, o mejor dicho la miran a ella no me gusta que esos cretinos la vean de esa manera, como si se la pudieran comer pero antes de enojarme recordé que esa fue la misma sensación y manera en que la miré hace solo unos momentos.

Usamos todo lo que podemos, corredora, pesas, etc.

Ella escuchaba música, tarareaba y en ocasiones cantaba los coros y eran esos los momentos en los que sin importar lo que estuviese haciendo tenía que parar para escucharla porque si no lo hacía tenía la sensación de morir.

Después de estar la tarde en el gimnasio ella me trajo a casa porque a mi aún no me daban la licencia para conducir.

-¿Vendrás a verme mañana?

-No puedo, tengo que ir a al médico para una biopsia, mi corazón tiene que ser cuidado en todos los sentidos.

-¿Puedo acompañarte?

-Claro, me encantaría que fueras conmigo pero dudo que puedas.

-¿Porqué?

-Mañana estarás tan a dolorido que ni siquiera querrás verme.

-Nada me impediría ir contigo.

Esa es una promesa.

Vuelve a enamorarme chica nerd #IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora