Capítulo 37: Boda

3.4K 229 40
                                    

¿Que mierda?

Quedé helado por lo que me acababa de decir.

¿Casarse?

Ella se iba a casar y no conmigo. Algo dentro de mí se rompió definitivamente. Ese pequeño rayo de esperanza que creí tener se había esfumado por completo.

-¿Casarte? Felicidades.

-Gracias -no pude descifrar su mirada, parecía felíz.

-Me alegro por ti. Espero que tengas mucho éxito ésta vez.

-Lo tendré, ésta vez me casaré por la ley, así si pierde la memoria tendría una excusa para retenerlo a mi lado -dice tratando de que suene como chiste.

Un muy mal chiste.

-Sí, deberías hacerlo. Uno no sabe que depara el futuro.

-No, no lo sabemos -su móvil suena en su bolso, ella lo localiza y contesta -¿Ya está todo listo?... Gracias... Si claro iremos directo a la ceremonia ¿ya llegó el juez?... Genial, gracias, te debo una.

-¿Te casas hoy? -pregunto cuando cuelga.

-Sí, en una hora.

-¿Una hora? -no tenía tiempo para persuadirla para que no se case, no le haría ésto sólo porque no quiero perderla, hacerla dudar de su decisión sería egoísta. Aunque la idea de ir e interrumpir la boda se me hacía muy romántico.

-Si, tengo que irme ¿que era lo que querías decirme? -pregunta poniéndoce de pie.

-Lo he olvidado, no quiero que llegues tarde a tu boda, fué bueno verte de nuevo, espero que tengas éxito en tu nuevo matrimonio.

-Yo también lo espero -se acerca a mí y me da un pequeño beso en la frente para después dar la vuelta y marcharse por el lugar donde yo había venido.

No pude moverme, sólo pensar que había echando a perder todo y no pude dejar de recriminarme el hecho de que ella se casara con alguien más.

Necesitaba hablar con alguien, quizás Maya esté disponible. Rebusco en mis bolsillos pero el móvil no está, lo había dejado en el coche. A paso forzado caminé hasta donde lo había dejado.

Una multitud se hallaba en círculo frente el lugar que me había estacionado. Me abrí paso entre la multitud esperando que no se tratara de un choque contra mi auto porque eso sería fatal y mucho más en mis condiciones.

Temí cuando escuché la sirena de una ambulancia acercarse, quizás era Emma la que se hallaba ahí. Empujé a la gente desesperado por llegar al otro extremo y verificar que no halla sido ella.

Cuando llegué al otro extremo la sirena de la ambulancia se había retirado y ya no se escuchaba tanto.

Volteé para ver que era aquello que tanto impacto había tenido como para que juntara a tanta gente en un sólo lugar.

Era un auto decorado con rosas blancas por todas partes excepto el parabrisas, en el se hallaba un sobre y en la cubierta del motor había algo escrito.

¿Te quieres casar conmigo?

Sentí que era una broma muy cruel del destino el hecho de que alguien se le valla a declarar a otra persona justo cuando el amor de mi vida iba en camino a casarse con alguien que no soy yo.

Busco con la mirada mi auto pero no lo encuentro, observo bien el lugar en el que me encuentro y noto que no estoy lejos de él así que busco las enormes camionetas para localizarlo pero ellas ya no están.

Vuelve a enamorarme chica nerd #IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora