¿Alguna vez han escuchado eso de que el diablo solía vestirse de ángel?
Dónde menos lo esperabas, en el momento menos indicado, con quién no te imaginabas. Era como si una bala de plata te hubiese atravesado el pecho en un segundo, totalmente impredecible y delicado pero rotundamente doloroso.
Jeon JungKook era sólo un joven de veintitrés años en aquel entonces.
Un joven que comenzaba a vagar por si mismo, aventurándose en un mundo que hasta donde el había logrado persivir, no era tan miserable como algunos solían decir.
Las damas eran las más puras y delicadas de aquella época, cada señorita portando su vestido largo era como ver cientos de princesas por donde pasabas. JungKook apreciaba la belleza de la mujer en cada una, sin importar cuan diferentes fueran.
Pero aquella noche de noviembre, donde las personas disfrutaban de una alegre fiesta de máscaras; unos delicados ojos marrón claro se posaron en los del joven tímido que yacía recostado en una de las paredes del enorme salón, lejano a todo aquello que pasaba en el centro más no de aquellos bonitos ojos.
Entonces la misteriosa dama sólo se movió, alejándose de aquella multitud y él simplemente la siguió. Mantenía apenas unos cuántos metros de distancia y aunque no tenía idea de hacia dónde se dirigían, el sólo seguía caminando.
Entonces ella se detuvo y se dió la vuelta. Ambos se miraron aún manteniendo su distancia, curiosos de quiénes eran las personas cuyos rostros se encontraban bajo aquella máscara. Pese a ello, JungKook no dijo nada y solo la retiró de su rostro. Ella como respuesta, sólo sonrió ladina para darse la vuelta y seguir caminando, ésta vez un poco más rápido, cuando se dio cuenta estaba corriendo. Viendo como su cabello naranja saltaba al compás de cada paso y su hermosa risa se escuchaba por el jardín de aquel palacio.
Hasta que logró tomarla de la mano y acorralarla en aquel enorme árbol de duraznos. No se dijeron nada, solo se dedicaron a verse en silencio y luego de unos minutos donde su valor pudo contra su timidez, JungKook soltó el pequeño nudo que yacía tras su cabeza y la pequeña máscara calló en el suave pasto.
Fue entonces cuando juró no haber visto a una mujer tan hermosa como la que se había escondido tras aquella máscara.
Y desde aquella noche de máscaras misteriosas, los encuentros de aquellos dos comenzaron a darse poco a poco hasta que cuando menos lo esperó, JungKook se había hecho amigo de aquella jardinera a la que le compraba una rosa roja todos los días.
Fue una noche de septiembre donde su corazón latía a mil por hora mientras se dirigía a la casa de ella. Ya había estado unas cuantas veces ahí pero juraba nunca haberse sentido tan ansioso antes y es que no sabía cómo actuar al saber que ella le había preparado una sorpresa por su cumpleaños. A pesar de que era él quién recibiría algo por ser su día especial, no había faltado aquella rosa roja en su mano.
No sabía si le había encantado más la comida misma o la mujer quién la había preparado pero el aseguró no haberse sentido tan feliz y lleno de vida antes.
Fue esa noche dónde por fin veía al amor de su vida más allá de la tela de su vestido. Dónde logró apreciar cada detalle de su cuerpo y lo llamó la obra de arte más hermosa que sus ojos habían visto. Dónde logró acariciar cada centímetro de su piel como si se tratara de la pieza más delicada que existía. Dónde los suspiros y la pequeña llamada de su nombre era su obra musical favorita y dónde una vez en la éxtasis más grande le juro su amor eterno.
Fue esa misma noche dónde además de no haberse sentido más vivo antes, también pasó a no haberse sentido tan apagado y vacío en sus cortos veinticuatro años.
Él nunca creyó en que las personas podían robarse los corazones de otras, hasta que en el momento menos esperado logró entender que aquella dama no sólo de había robado su corazón, sino toda la vida que había en él.
Y esos ojos que una vez brillaban del amor que habían dentro de ellos, eran los mismos que desprendían el mayor odio hacia aquella persona que fue el primer y único amor de su vida.
Es que, quién diría que debajo de esa cara bonita existía un ser maligno y egoísta que lo único que había buscado desde un principio era a un ingenuo para su beneficio propio.
Una bruja cuyo fin deseaba poseer juventud eterna a cambio de la vida de cualquier idiota que se le pusiera en frente.
Y su corazón no pudo evitar quebrarse al darse cuenta que él había sido aquel idiota.
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No desconfien de JungKook, que el no tiene la culpa de ser lo que es:(
ㅡPrudens.
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➳Ghost ; Jjk
Фанфикшн❝ ¿Qué harías si un fantasma te pide que le entregues tu cuerpo entero para volver a la vida? ❞ •Paranormal •+18 •Heterosexual >>Lenguaje vulgar y explícito. >>Leer bajo consentimiento. Historia 100% mía, no se aceptan copias ni adaptaciones sin mi...
