S I X

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ㅡEntonces Jennie se acercó a una distancia muy corta de mí ¿Entiendes? Me repetía a mi misma "JiSoo tranquila, solo tiene frío y quiere buscar calor en ti" Pero ¡estaba invadiendo por completo mi espacio personal! aunque siéndote sincera no era algo que me molestara, pero estaba poniéndome muy nerviosa y luego... ¿Estas prestándome atención?

ㅡJiSoo ¿Tú crees en los fantasmas?ㅡ La pregunté con un poco de temor en mi tono de voz. Desde que me desperté no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado la noche anterior, es más, apenas y había logrado cerrar los ojos. Por más que quería converserme a mí misma de que todo aquello no era real, mi mente me presionaba cada vez más, haciéndome ver que nada había sido más real que aquello.

ㅡ¿En los fantasmas? la verdad no... ¿Por qué debería?

ㅡSólo... curiosidadㅡ Le respondí sin importancia tratando de dejar el tema.

Estaba claro que con aquella respuesta no me creería si le contara de todo lo que había vivido, pensaría que estaba loca viendo con la tranquilidad que me había respondido. Así que di gracias al cielo al ver que no había preguntado más.

JiSoo era una persona agradable y tierna, además de ser increíblemente atractiva tenía su encanto de por sí, ya veía la razón por la cual esa chica Jennie de la que tanto hablaba estaba tan enamorada de ella ¡Y vaya que se notaba! una vez que llega a comer no le quitaba la mirada de encima. A pesar de que JiSoo asegura ser heterosexual, yo sabía el significado de aquellas miradas que se intercambiaban entre ambas. JiSoo y yo habíamos convivido demasiado bien a pesar del corto tiempo que llevabamos de conocernos. Estar con ella era como si nuestra amistad fuera desde hace años, dónde reinaba la confianza y el cariño entre amigas; me hacia sentir más cómoda a la hora de trabajar.

Luego estaba mi jefe, Jackson. A pesar de ser de origen chino me sorprendía la fluidez con la que hablaba tan bien el Coreano, inglés y un montón de idiomas más; siempre solía ayudarme con los clientes extranjeros cuando no tenía una idea de lo que aquellos estuvieran hablando. Además, su habilidad con la comida Coreana era impresionante, no sabía de donde rayos sacaba la rapidez para tener 4 platos de una sola vez. En sí el tipo era agradable y buen jefe.

No me había ido tan mal para ser mi primer empleo en Busan.

Mire mi reloj de muñeca, donde marcaba las nueve con treinta minutos. La noche comenzaba a ponerse helada por el invierno y cada vez habían menos clientes, estaba por salir y lo único que aquello significaba esque pronto estaría en mi casa, en mi habitación.

(...)

Una noche cuando aún vivíamos en Seoul y recién había llegado de una salida con mis amigos, había visto a mi padre con unos cuantos golpes y rasguños en su rostro. Recuerdo que el me había dicho que aquello era obra de un pequeño accidente que había tenido y que no tenía del porque preocuparme. Luego de haber revisado el auto, me di cuenta que me había mentido.

Terminé pensando que a lo mejor y para mi desgracia... la protagonista de todos esos actos era mamá ya que ambos habían tenido constantes peleas en esos días, pero nunca le dije nada por falta de pruebas, nunca la vi pegarle.

Ahora, un año y medio atrás, me terminé dando cuenta que aquello no había sido nada de eso en absoluto, sino algo peor.

ㅡCariño... ni siquiera has tocado tus alimentos ¿Te ocurre algo? estas más callada de lo normal.

Escuché las palabras de mi madre interrumpir el sin fin de pensamientos que estaban pasando por mi cabeza en aquel momento. Levanté la mirada un segundo, sus ojos puestos en mí con una pequeña preocupación, luego desvíe la mirada hacia mi padre, el cual se encontraba bebiendo de su taza de café al par que leía el periódico.

➳Ghost ; JjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora