S E V E N T E E N

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Hoy era uno de esos días donde sales más temprano de lo que crees de tu trabajo y no quieres hacer otra cosa más que llegar a tu casa y hacer absolutamente nada. Suspiré cansada mientras caminaba, a veces me ponía a pensar lo aburrida que podía llegar a ser mi vida pese a ser jóven, pero también me decía a mi misma ¿Qué tan aburrida puede ser tu vida como para que se te aparezca un fantasma y te de los mejores orgasmos de tu vida? Era algo muy random y que podría pasarle a cualquiera seguramente.

Es decir, parecía el típico cliché de mierda de la adolescente que no es muy social, no es rebelde y tampoco salía mucho. Odiaba admitirlo pero podría haberme convertido en eso, sin embargo, los recuerdos del anterior lugar al que una vez viví aparecieron vagamente y fue donde me di cuenta que a lo mejor no era yo si no el lugar y las circunstancias en las que me encontraba.

Como si una idea impulsiva pasara por mi cabeza de repente, logré ver unas cuantas latas de cerveza al final del pasillo de la tienda, me cuestioné en cuándo es que había sido la última vez que había bebido una y al recordar nuevamente la vida de mierda que tenía, solo coloqué unas cuantas en el carrito y proseguí a pagar.

Una vez estando en la puerta de mi casa, afuera se encontraba una caja que al parecer no se trataba de ninguna otra cosa más que el correo, para mi sorpresa era ligera y no muy grande, me pregunté sobre a qué se debía ya que al menos yo no recordaba haber pedido algo con anterioridad y en cuanto a mis padres pues cabía la posibilidad, aunque no es como que hicieran compras online seguido. Sin mostrarle mucho interés, dejé la caja de lado y me dirigí a guardar las compras que había realizado, cogí unas cuantas latas y me quedé en la sala.

El sabor de la cerveza era algo cuestionable, cuando la probé por primera vez se me hizo de lo más repugnante, comencé a pensar que muchas personas decían que su sabor era agradable por pura presión social antes que por el mero hecho de un buen sabor, pero muy a mi pesar, llegas a un punto donde simplemente te importa una mierda y lo disfrutas.

Cuando estaba por levantarme en busca de un acompañamiento para la bebida, mi celular comenzó a vibrar en señal de una llamada, era mi madre.

ㅡHola Yuna ¿todo en orden?ㅡ Preguntó con un tono bastante alegre de lo que usualmente solía ser, al fondo se podía escuchar el ruido de personas conversando y un par de carcajadas, lo supe de antemano con solo esos segundos, al parecer no era la única que estaba degustando un trago amargo aquella noche.

ㅡSi, no te preocupes.

ㅡOh de acuerdo, te hablaba para decirte que esta noche no llegaremos, para que no nos esperesㅡ Asentí mientras abría la otra lata que tenía a la manoㅡ Cualquier cosa, no dudes en llamarme ¿Si?

ㅡEspera... ¿De casualidad ustedes pidieron algo por correo?ㅡ me giré hacia donde había colocado la cajaㅡUn paquete estaba en la entrada.

ㅡMmmmm noㅡ respondió luego de unos segundos, como si tratara de recordar al respecto, era evidente que el alcohol ya le estaba afectando un pocoㅡ ¿Seguro que no es tuyo?

Me quedé callada por un momento ¿De quién era aquel misterioso paquete si tanto mis padres como yo no habíamos pedido nada? Lo que me parecía aún más curioso es que pese a ello, la dirección era la correcta. Luego de pensarlo un poco y para no hacer más largo el asunto, respondí.

ㅡAh si, ya lo recordé. Disculpa mamá, te cortaré ahora, disfruta.

Y sin darle tiempo a que respondiera guardé mi celular. Curiosa por ver de que se trataba aquello, subí a mi habitación y me senté frente al escritorio tomando unos segundos antes de abrirlo.

Sin querer, comencé a ver alrededor de toda mi habitación, como si tuviera miedo que me sorprendieran a punto de cometer una travesura. Me mordí la punta de la lengua al ver que realmente no había nada y nuevamente ante el paquete me comencé a cuestionar ¿Ésta será una obra de JungKook? Y es que si lo piensas más detenidamente no habría otra explicación para ello, aunque me extraña el hecho de que hiciera algo así cuando lo que sea que hubiera dentro podría entregármelo personalmente, además ¿Realmente un fantasma puede hacer pedidos por correo? Aunque viniendo de él, realmente no me sorprendería en lo mínimo.

Sin darle muchas vueltas al asunto, tomé una navaja y lo pasé a lo largo de la caja, quite toda la protección que traía consigo y una vez que vi sobre que trataba este asunto no pude quedar más perpleja al respecto, ya no había duda alguna que se trataba de él. Lo saqué para poder visualizarlo de mejor manera y levanté una ceja.

No se trataba de otra cosa más que un conjunto de lencería con encaje de color negro y con sus respectivas medias. Dejé de lado el conjunto para ver si la caja traía más y en efecto, habían otros dos estilos de color vino y blanco. ¿Es posible que un fantasma tenga este tipo de fetiches?

Lo guardé todo de inmediato y me senté al borde de mi cama dando un largo trago de cerveza al par que soltaba un suspiro. JungKook podría llegar a ser de lo más dominante pero realmente nunca pensé que le gustaría algo así, es decir ¿Realmente me pudo imaginar con algo así puesto? sé que la lencería no es algo que precisamente se utilice para eso, pero no es como que yo también me hubiera animado a probar algo así antes.

Dudosa, abrí el paquete nuevamente y cogí la prenda, esta vez parándome frente al espejo. Había de admitir que era bastante bonita, pero eso no quería decir que precisamente se vería bien en mí. Desvíe la mirada un momento, pensando detenidamente en sí la decisión que estaba por tomar era realmente la indicada y le di otro trago a mi cerveza. Si podría relacionar aquel conjunto con la cerveza que me acompañaba en aquel momento, pues no me quedaba más que disfrutarla ¿No es así?

Para mi grata sorpresa, la imagen que podía visualizar en el espejo me gustó más de lo que pensé. Era uno de esos momentos donde realmente te sientes bien contigo misma y piensas que puedes ser más atractiva y atrevida de lo que creíste llegar a ser. Además de todo el cambio y la satisfacción que puede generar una simple prenda tan diminuta y que a penas logra cubrirte.

ㅡMierdaㅡ escuché una queja al final de mi habitación, dirigí la mirada al espejo apuntando a dicha dirección y como en todo buen momento donde le place aparecerse, ahí se encontraba él. En una silla, sus brazos recostados en la misma y con la pierna izquierda cruzada, su ropa negra ajustada y para mi sorpresa parecía un poco elegante, como si hubiera asistido a un lugar importante, al parecer su cabello lo había dejado crecer más de lo normal hasta el punto de llegarle a los hombros, se había hecho una media coleta con unos cuantos mechones de la frente sueltos, sus labios de un tenue color rosa, su mandíbula más marcada de lo que alguna vez lo vi y sus ojos desprendían una profundidad como ninguna otra, era como si un lobo de invierno te atacara con sólo la mirada y no de la agradable por supuesto. Suspiró dejando salir una pequeña risa ladinaㅡ Que agradable bienvenida, Yuna.








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Hola mis lectores fantasmas ¿Qué tal han estado? Espero que realmente bien <3 hace muchísimo tiempo que no pasaba a saludarlos después de cada capítulo jajaja pido perdón por tanta demora:(

Por ende, traté de hacer un capítulo decente ya que han esperado mucho por esto, pero cabe decir que tampoco les daré el bocado de un solo Jsjajsja. No me funen.

Bueno hay tanto que quisiera decirles pero no los voy a aturdir jajaja. Solo quiero agradecerles por el inmenso amor que le dan a la historia, realmente no saben lo feliz que me hacen y lo mucho que me divierto leyendo sus comentarios y teorías creadas por ustedes, me hacen sentir muy especial, los amo mucho ok?:')

¡Esperen con ansias el siguiente capítulo!

Prudens.

➳Ghost ; JjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora