E I G H T E E N

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Con las manos atrapadas en la masa, sentí como mi cara comenzaba a sentirse repentinamente caliente, era uno de esos momentos donde solo quería desaparecer de la faz de la tierra y es que cómo no sorprenderse cuando una persona física y sexualmente atractiva, está sentado viéndote de pies a cabeza y con una prenda que a penas logra cubrirte.

Lo escuché soltar una pequeña risa.

ㅡVaya gustos Yuna, definitivamente para nada decepcionantesㅡ su tono de voz era burlón como si hubiera leído mis pensamientos hace un momento. Por mi parte solo me encogí en mi lugar ¿Qué debía de responder ante ello? Por más que tratara de ingeniármelas, no es como si el tuviera todo el tiempo del mundo en esperar mi respuesta, JungKook me conocía bastante bien, sabe que ante ese tipo de comentarios el lograba tenerme como quería, expuesta y vulnerable.

ㅡ¿Y piensas quedarte sentado sin más?ㅡ quise ponerme un poco juguetona como él, después de todo, eramos dos seres con una tremenda tensión sexual en una sola habitación, ambos en espera de la asaña del otro.

ㅡMmmm, pues no lo séㅡ respondió al par de dar un chasquido de lengua, se cambió de pierna y me miró de abajo hacia arriba nuevamente, suspirando al chocar nuestros ojos. ㅡ¿Qué puedes hacer por mí, Yuna?

Al principio dudé un poco ya que normalmente en cada encuentro que habíamos tenido, JungKook solía tomar la iniciativa. Con el paso un poco torpe pero determinada, me acerqué hacia él, cambiando la vista a una donde yo lo miraba desde arriba, él, por su parte, alzó la ceja izquierda, como si una parte de él estuviera sorprendido al ver que en efecto, no me estaba mostrando tan tímida como solía ser a veces y supe que no le desagradaba la idea tampoco. Sonreí ladina y me senté en sus muslos, con su respiración a centímetros de mi cara, mentiría si no diría que estaba increíblemente nerviosa, más sin embargo, no dudé en lanzarme a sus labios.

Él por su parte, me correspondió al instante. El ritmo era un poco suave, casi tanto como las caricias que comenzó a repartir en mi cuerpo, tocando desde los muslos, mi cintura y hasta llegar a la parte trasera de mi espalda, sentí mi cuerpo erizarse cuando su boca había pasado a besar mi cuello, solté un pequeño suspiro al sentir su lengua, es como si él supiera qué puntos eran aquellos donde más me estimulaba, sus besos eran suaves, sin prisa ni brusquedad en el asunto.

Luego volvió su mirada hacia mí y con sus manos logró desabrochar el sostén de la lencería, pese a no tener tanta ropa de mi lado, no cabía duda que siempre me ponía nerviosa cuando él me desvetía, lo comprobó cuando a mitad del beso dejó escapar una pequeña sonrisa, como si su reacción esperada por mi persona lograra satisfacerlo, apartó la prenda y sentí como mis pezones se pusieron duros al entrar en contacto con el aire, JungKook me seguía viendo desde abajo, primero su mirada posaba en mi zona descubierta para luego dirigirla a mis ojos y finalmente, a capturar uno de ellos en su boca, dejé salir un pequeño gemido, mentiría si no les dijera lo ingeniosa que estaba siendo su lengua, los movimientos eran en círculos, después le daba un pequeño chupetón para luego jugar con el siguiente, tomé su cabello por detrás de la cabeza y arqueé mi espalda un poco, les juro que estaba a punto de volverme loca.

Lo atraje hacia mí para besarle nuevamente, esta vez, el beso se había vuelto un poco subido de tono, era hasta podría decirse que rudo, ambos con una tremenda necesidad entre sí y dirigiéndose a un solo punto en especifico.

No tardó mucho cuando mis suplicas mentales fueron escuchadas de alguna manera, pues su mano se dirigía hacia mi zona baja, más precisamente por encima de la tela de aquel punto donde necesitaba atención.

ㅡTienes las bragas empapadasㅡ soltó sin ningún tipo de escrúpulo, JungKook tenía algún punto de satisfacción al ver el fruto de sus actos y por supuesto, le gustaba hacérmelo saber de alguna forma. Enseguida comenzó a jugar entre círculos, apartando la prenda hacia un lado y logrando tener un contacto más directo con mis pliegues, los dedos de JungKook eran completamente diferentes a los que me habrían tocado antes, su tacto era suave y delicado, sus caricias eran deleitantes sin ir a lo brusco, podría jurar que no había persona como él para hacer una buena masturbación, mordí mi labio cuando acarició mi clítoris. ㅡ¿Extrañabas que te tocara de ésta forma, no es así?

➳Ghost ; JjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora