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—Hola, Nora —me digné a hablarte. Connie me miró de pies a cabeza, curiosa. Tú me miraste avergonzada e intentando no mirarme. Jugaste con el borde de tu vestido y sonreí lasciva al ver parte de tus pálidos muslos. Oh, sí, Nora.

—Hola, Spinel —susurraste mirando mi busto. Eres una descarada, Nora.

—¿Quieres venir a ver una película en la noche? —en seguida subiste la mirada. Nuestros ojos se conectaron y pude esbozar una sonrisa simpática. ¿Estoy segura de hacerlo, Nora?

—¿Una película? ¿Cuál película? —susurraste, meneándote de un lado al otro. ¿Me estás provocando?

—Una de terror —me acerqué a ti y tú retrocediste, ¿qué te pasa? Parece que no quieres nada conmigo.

—No me gusta de terror —yo fruncí el ceño. Intenté mantener mi sonrisa pero me salió una mueca.

—Pero es de esas cómicas que no da——

—Te dijo que no quiere —habló Connie cruzándose de brazos. Tiene sentido: la rechazo mil veces y cuando por fin se aleja, la quiero conmigo. Quizás Connie notó mis intenciones, por algo me mira de esa forma desagradable. Tu amiga es inteligente, ¿lo sabes, Nora?

—No te metas —mascullé y me miraste mal. Oh, oh, Nora, no te atrevas.

—No quiero ser solo un juguete, Spinel —soltaste. Lo hiciste. Apreté los puños.

—Podemos ir a comer —me miraste de reojo. ¿Qué te pasa? ¿Por qué lo piensas tanto? La antigua Nora ni lo pensaría. Aceptaría como la arrastrada que es. Pero... Quizás bien lo dije: “la antigua”, ¿sigues sintiendo algo por mí, Nora?

—No quiero —simplificaste y caminaste. Connie suspiró y dio unos pasos al frente.

—Tiene miedo, Spinel, no la fuerces —me susurró.

—Pero en serio era una película —mentí. Ella rió con ironía y me miró.

—¿Cuál? ¿“Vamos a coger”? Claro —aplanó los labios. —Ella no es algo casual, realmente se esforzó. Que la persona que te guste, te haya rechazado, no significa que intentes manipular a Nora —en efecto, realmente quiero algo contigo, Nora, pero me engaño mintiéndome sobre que será algo casual. Sé de memoria el final del cuento y por algo escribí de esto para ti, Nora, realmente... Yo...

—Yo... —susurré. ¿Debía decírselo a Connie? Es demasiado impulsivo. —... Me atrae ella.

—Cuando te enamores locamente de ella, háblale —caminó hacia la cafetería: hacia donde te fuiste. Incluso supongo que me enamoré. ¿Cuánto debe pasar? ¿Años? Ya pasaron cuatro meses desde que intercambiamos palabras en aquella tienda de lencería. Desde que tú, con tus caderas, se acercaban a mí de forma provocativa y mostrándome los sostenes que comprarás. Desde que te mudaste a mi mente en las largas noches de sexo con Steven. Desde que vacacionaste, por primera vez, en mi boca, causando que gima tu nombre 24/7. ¿Te gusta lo que me pasa, Nora? ¿En serio te encanta que yo sea la arrastrada esta vez? Me confundes demasiado, Nora. Me encantaría conocerte. Entrelazar mis manos con las tuyas. Dejar besos en tu cuello con cierta inocencia. Plantar bellas flores moradas en tu clavícula y quizás, ¡solo quizás! Adoptar a un retoño que camine por ahí.

Bien. Me estoy pasando. ¡Reacciona, Spinel! ¡¿Qué estoy haciendo?! ¡¿Enamorándome de una mujer?! ¿En serio, Spinel? Por favor. Una mujer que me vuelve loca. Ya sabes lo que pienso, Nora, me encantaría saber qué piensas.

Nora | Stevnel [Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora