15

278 44 8
                                    

A veces llegaba a dormitar por el silencio de la tienda, pero el Black Friday llegaba y las cosas estaban a precios increíblemente bajos. Obviamente nosotras no nos quedamos atrás y Smoky se había aprovechado de la demanda de lencería provocativa y le había bajado el precio, garantizando compradoras en exceso. Me aburría de vez en cuando en escuchar las típicas preguntas o atender a personas sin humor. Cuando veía a varios chicos les preguntaba si tenía novia: es decir, están en una tienda de lencería femenina, ¡obviamente la tienen! Pero no quita que haya por ahí un chico infiel. Smoky me insiste que pruebe cosas nuevas y evite pensar en mi enrulada muchacha, mientras que mi amigo seguía siendo un misterio; no había ido al bar últimamente y eso me inquietaba, ¿le habrá pasado algo? Me preocupaba.

Y hablando del rey del Roma, miré mi celular y aquel lindo chico me había mandado un mensaje, ¿comer con él? Oh, sí. Me dijo que tenía algunas actualizaciones sobre su amor platónico y eso me emocionó. Le dije que nos veríamos en el parque pero ¡no! Ahí estabas tú, atormentando mi vida. Entraste por aquella puerta de crital, fijándote en las lencerías provocativas. Smoky me dio un codazo.

—Tu novia elige —susurró en mi oído. ¿Qué crees que haces? Me paré determinada a hablarte. Me estaba poniendo de malhumor tan solo por tu presencia. Me acerqué y levanté una ceja.

—¿Puedo ayudarte? —me atreví a decir. Me sonreíste, con esa sonrisa que mostraba tus dientes. Tan coqueta con ese vestido corto floreado. ¿Puedes dejar de provocarme? Gracias, Nora.

—Claro, estoy indecisa entre estos conjuntos, ¿cuál te gustaría a ti? —me mostraste dos conjuntos. Está bien, estás coqueteando, eso me enoja, ¿en serio crees que después de evitarme te sonreiré y fingiré que nada pasó? ¡Por supuesto que no, maldita sea! Volvimos al principio, Nora, y el principio no es nada bueno.

—No lo sé, elige el que más te guste y cuál podría sorprender a tu pareja —forcé una sonrisa. Ya sabes a qué me refiero, Nora, ¡sabes que me refiero a Connie! Esa perra.

—Spinel —me miraste suplicante. —No era lo que crees... —reí.

—No lo digas como si tuviésemos algo, Nora —me limité a decir.

—No lo digo como tal —hiciste un adorable puchero, mirándome de vez en cuando. ¿Te intimido? Demasiadas dudas y pocas respuestas, Nora.

—Claro —agarré con firmeza tu mentón y conectamos nuestros ojos. —¿Sabes qué, Nora? —sentía algunas miradas sobre nosotras —púdrete —te solté con cuidado y me crucé de brazos. —¿Cuál vas a comprar? —pregunté. Tus ojos se llenaron de lágrimas. Aún lo recuerdo, ¿tú no? Contuviste un sollozo en vano y soltaste los conjuntos, yéndote.

Nora | Stevnel [Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora