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Mordí mi labio inferior, soltando uno que otro sollozo. Abrazando mis piernas. ¿Es que acaso no puede ser peor?

Acomodé mi bolso en mi hombro y aclaré mi garganta, secando mis lágrimas. Debía calmarme. No importa qué pase, ¡debes calmarte!

-Oye, nena, ¿estás bien? -preguntó Smoky apoyándose en el marco del baño. Me lavé la cara y aclaré mi garganta.

-Sí, lo estoy -mentí. Estaba mal. El haberte visto en la tienda, comprando ropa me partió el corazón. Mi mente reproducía aquel problema una y otra vez, refregándome aquella enorme mentira. Entiendo tu punto de la historia, que no te sientes... Cómodo con tu cuerpo y eso, pero igualmente ¡debiste habérmelo dicho! No desde el primer capítulo, o sea, uno no se acerca y se presenta diciendo: "Soy Steven, pero prefiero que me llames Nora porque soy un trava". No pasa. Solo que al momento que se notaba nuestras miraditas y llegamos a ennoviarnos, debiste decirme. No debiste... Hacerme caso al alejarme.

-Si quieres puedo pedirle que se vaya -fruncí el ceño. -Bueno, o atenderla yo.

-No, está bien -lavé mi cara y me paré. Fuimos al mostrador. Te vi nuevamente agarrando varios conjuntos de lencería junto con Connie. ¿Viniste con ella para poder resguardarte detrás de ella, Steven?

Te acercaste a paso lento, decaída y dejaste en el mostrador. Yo cobré la ropa y luego te miré.

-¿Algo más? -me miraste a los ojos. Entendí lo mismo que tú, pero... ¿No crees que es tarde?

-¿Tú? -susurraste. Sonreí de forma imperceptible. Te ilusionaste. Smoky me miró de reojo. Sabía que no quería estar mal y menos contigo pero simplemente no podía superarlo. No podía.

Lo admito. Fue el peor error de mi vida.

...

-Papá, mamá -esa pareja me miró. -Saben que terminé la Facultad de Medicina, ¿no? -en efecto, todo había terminado. Después de tantas miradas y suspiros a la distancia, se acercaba aquella fiesta de graduación. Llegaba a quemarme la cabeza con que no iba a ir pero otra parte de mi corazón, decía lo contrario.

-Por supuesto -habló aquella mujer pelirroja. Yo me apoyé en mi mano.

-Bueno, me graduaré y seré escritora -hablé determinada. Mis padres cruzaron miradas y si bien, tuvimos una intensa discusión, supieron relajarse al final y aceptarlo porque no tenían otra opción.

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Bien, chikiveivis, el próximo es el final, el siguiente el epílogo y deben decidir:

→La precuela: Spinel.

→Otra historia.

Una va a tardar más que la otra. Es decir, si piden Spinel, va a tardar la otra historia, y lo mismo si el al revés.

Esta historia la amé. Con todas las letras. Me causó miles de sensaciones y ta.

El capítulo final lo publicaré en un rato pero bueh.

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Nora | Stevnel [Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora