Cuando Amas a Alguien ( 6ta novela de la serie Todo lo que Soy )

Capítulo V

Capítulo V

       Un nuevo baile había llevado a la familia Aldwych a otro evento de sociedad, al igual que la familia Cavendish. Por lo que tanto Isabella como Alondra se alegraron de encontrarse. Por lo visto ambas familias habían sido invitadas por parte de la lista de lady Eloise Wilson, mientras otros habían sido invitados por lord John Wilson.

    Isabella se mantuvo cerca de su amiga, por petición de ella, al Alondra sentirse incómoda al verse como el centro de atención por los caballeros presentes. Y odiada por el resto de señoritas presentes.

— ¿A dónde vas? — le preguntó Isabella a Alondra, después de terminar aquella conversación con los primeros caballeros que les habían buscado conversación.

— Voy un momento al jardín...necesito respirar. Espérame aquí. Prometo que no tardare.

    Isabella la dejó ir, aún dudosa de aquella repentina decisión. La vio salir, mientras Matthew se acercaba a ella.

— ¿Y Alondra? — le preguntó Matthew con extrañeza al no verla allí.

— Salió un momento al jardín...En breves minutos volverá.

— ¿Escapando de sus repentinos pretendientes o de otro baile de sociedad? —sonrió al conocer muy bien la respuesta.

—Sabes cómo es Alondra... Y esto le recuerda que su baile es el próximo evento social.

—Lo sé...—sonrió y se animó a lo que había ido—.¿Me concederías este vals, Isabella? No estoy de ánimo para bailarlo con ninguna otra dama... Sino con mi mejor amiga de la infancia.

—Sí...—expresó rogando que sus mejillas no le traicionaran, como lo había hecho en otros momentos.

—Entonces, debo considerarme un afortunado...Muchos de los caballeros presente se morirán de la envidia.

—Al igual que las señoritas presentes... ¿O es que lord Cavendish no ha observado cómo le miran?

—¿Cómo borrego a punto de ser cazado y puesto en una paila?

—Extraña afirmación...—Isabella se sonrió y se hizo la que analizaba dicha frase tan ocurrente—. Podría ser.

—Te debo un vals... Y es lo que me importa en este instante.

   Y los labios de Isabella sólo pudo emitir un simple gracias por agradecimiento, mientras su corazón volvía a latirle y llenarle de esperanza.

    Cuando Alondra entró, se encontró que, en medio de los invitados, se encontraba su nueva amiga, Audrey Wilson, quien era sobrina de lady Eloise Wilson. Quien, para ironía de la vida, se había casado con un familiar lejano Wilson. Y esa noche, su prima Suzanne Wilson hacía su presentación en aquella sociedad.

— Sabía que vendrías... Mi tía me informó que había invitado a tu familia—expresó Audrey al abrazar a Alondra—. Y me alegra verte...

—También me alegra verte... Pensé que no vendrías al no verte al llegar.

—Mi hermano Christopher tuvo un inconveniente antes de venir...Por eso nos hemos demorado un poco. Se encuentra algo triste, había querido bailar con una dama que al parecer está bailando con tu hermano.

—¿Con Isabella Aldwych? —expresó sorprendida.

—Sí, ¿Es tu amiga? —expresó al verla bien.

—Sí, es mi amiga... Y mi hermana del alma, al haber crecido juntas.

—Deberías ayudarme a presentársela a mi hermano... Sé que somos pertenecientes a una nobleza inferior y que por ello no hemos heredado títulos. Pero sería maravilloso ver a mi hermano feliz. ¿Me ayudarás?

—Lo intentaré... Pero siempre he respetado las decisiones de Isabella. Por lo que no puedo prometer algo que no puedo cumplir. —expresó, siendo consciente que debía decírselo luego a Isabella.

    Y fue algo que hizo, mientras su hermano invitaba a bailar a Suzanne Wilson, quien no podía ocultar su alegría al ver que el mismísimo lord Matthew Cavendish, futuro duque de Devonshire, le invitaba a bailar.

—¿Podemos hablar en privado, Isabella? —expresó al acercarse prudentemente.

—Sí, ¿sucede algo, Alondra?

—Tengo que contarte algo... En privado. Vamos a otro lugar...

—Está bien...

   Isabella se sorprendió al enterarse que tenía un pretendiente que deseaba conocerle, y que formaba parte de esa familia que había invitado a su familia al baile de presentación de Suzanne Wilson.

—¿Estás segura de lo que me dices?

—Sí... Mi amiga Audrey me lo ha confesado y me ha pedido que le ayude.

—¿Y qué le has dicho?

—Que respeto tu decisión y que no puedo prometer algo que no pueda cumplir.

—Has hecho bien...

—¿De veras no te gustaría ser cortejada por lord Christopher Wilson?

—No me importa que sea inferior a mí... Pero no estoy interesada en ser cortejada por alguien que no deseo.

—Entonces, ¿esperas ser cortejada por alguien pronto? —expresó con picardía.

—No...—respondió, deseando haberse mordido la lengua antes.

—¿Segura?

—Por supuesto...

—A veces siento que me ocultas algo. Pero respeto tu silencio... Sólo deseo que elijas bien y seas feliz.

—Lo mismo deseo para ti... Es mejor que regresemos o preocuparemos a nuestros padres.

    Alondra sonrió, sospechando que su amiga si había elegido a alguien. Pero se temía que ese alguien no se había percatado de eso, y rogaba a Dios que, si era Matthew, la observara con los ojos con los que ella lo miraba. Con los ojos del amor.