Cuando Amas a Alguien ( 6ta novela de la serie Todo lo que Soy )

Capítulo I

Capítulo I

      Cuando finalmente aquella carta, de que Alondra regresaría antes de tiempo y por su cuenta, llegó a sus manos, alegró inmensamente a Isabella. Ella se encontraba en la preparación de su futura presentación y no quería hacerla si ella o Matthew no se encontraban presente. Siempre había soñado que ellos estuviesen presentes. Habían sido grandes amigos desde niños, aunque mientras crecían, entre Matthew y ella se había marcado una leve distancia, quizás producto de que él había empezado a madurar y convertirse en el futuro duque de Devonshire. Y los deberes empezaban a presentarse en su vida.

    Todavía podía recordar aquellas carcajadas cuando jugaban en su propiedad o en la de ella. Siempre esperaba esas fechas en que los unía. Pero todo había cambiado al crecer. Él había decidido cambiar de colegio y marcharse a estudiar a Escocia, junto a sus parientes lejanos. Y ella a un colegio para señoritas en Bath.

    La única que se encontraba en esas fechas lejos de Inglaterra, había sido Alondra, al haber decidido tomar clases de pintura en Florencia-Italia. Ella había tenido una institutriz que le había llevado a amar el arte, y la había educada con tanta sofisticación desde niña. Ayudando a visualizarse en la dama que sus padres deseaban en que se convirtieran. Cuando aquella mujer se casó y se marchó del condado de Devonshire, Isabella, quien tenía tan sólo doce años, lloró mucho, porque había conseguido a una amiga en ella, fuera de aquel círculo social. Por eso, a Isabella la habían escrito en aquel colegio para señoritas, al no quererle ver sufrir al igual que Alondra. Además, le ayudaría para su timidez.

     Y luego fue Alondra quien había ido a estudiar allí, para estar juntas.

     En la carta le pedía a Isabella que guardará aquello en secreto. No había nada en que preocuparse, además, era momento de cumplir con su parte. Ella había prometido regresar en aquella temporada de 1840. Sabía que no tan solo el duque de Devonshire se molestaría, sino también su propio padre. Aquella amistad de sus padres era tan fuerte que sabía, en su interior, que no era buena idea. No obstante. Ella debía guardar aquello en secreto.

       ¡Pronto Alondra se encontraría en Londres!

     No había emoción más grande, que saber, que compartiría eventos de sociedad con su mejor amiga. Y eso también, rogaba que fuese así, le llevaría a Matthew. ¿Él iría a su presentación? ¿O sólo se limitaría a ir a la de Alondra? Cuantas preguntas corrieron por su cabeza. Pero estaban allí, deseando el regreso de su amado Matthew.

Primavera- Temporada de 1840

    El barco pronto llegó al puerto. Ella se encontraba allí cuando había escuchado que el barco de Alondra había anclado finalmente en el puerto y por ello aquel alboroto que había en ese momento. Su corazón le latía fuertemente. Sabía que no era algo que una señorita de sociedad debía hacer. Y menos sin que sus padres supieran sobre su paradero. Se bajó del coche que le pertenecía a su familia, pidiéndole a su cochero y a su doncella que esperaran allí. Debía buscar a alguien y regresaría pronto.

— ¿Alguien te espera en este lugar? — le preguntó Audrey a Alondra, mientras bajaban de aquel barco.

— Sí... Recuerda que solo no le avisé a mis padres—respondió al ver la gran multitud de personas en aquel puerto—. Solo le escribí a una amiga...Pero no la veo...

— ¡No puede ser verdad! — susurró Audrey—. ¡No puedo creerlo!

— ¿Qué sucede Audrey? — expresó con extrañeza al no entender la actitud de su amiga.

—¡Mi hermano ha venido por mí!— sonrió aún más alegre—. Sígueme...Sígueme Alondra.

   En medio de aquella repentina presentación que no esperaba, sin embargo, se había mostrado cortés y educada. Alondra todavía seguía buscando a su amiga Isabella Aldwych en medio de aquella multitud, algo que le causó inquietud y curiosidad a aquel hombre que había cambiado la expresión de su rostro. ¿Podría ser verdad que era un primer encuentro entre familias enemigas?

— ¡Alondra! ¡Alondra!...— gritaron a lo lejos, mientras ella volteaba al reconocer aquella voz.

— Es mi amiga lady Isabella Aldwych, tengo que irme...—abrazó a su amiga—. Os pido que me disculpen caballeros...fue un placer conocerlos. Con sus permisos.

     Isabella sonrió. Allí se encontraba su gran amiga Alondra dirigiéndose a ella y unos sirvientes llevaban sus pertenecías.

—Perdona la tardanza... No encontré que excusa darles a mis padres para que me permitieran salir sin generar sospecha de que quería hacer en el puerto.

—Pensé que habías olvidado que vendría hoy... Y me veía alquilando un coche hasta la propiedad de mi padre. Teniendo presente el castigo que me esperaba. Mi padre se enojaría...

—Eres la hija de un duque...—sonrió con picardía.

—Al igual que tú... ¿Has traído a tu doncella?

—Sí... Le dije a mi madre que quería comprar listones para mis nuevos sombreros y mis vestidos. Es una nueva temporada y debo estar muy presentable.

—¿Para encontrar un buen candidato que tu padre apruebe? —colocó cara de pensativa.

—Sí...

—¿Y ya has encontrado quién pueda ser un buen prometido?

—No...—mintió. No quería que su amiga supiera la verdad.

    Su único amor siempre había estado en frente de ella, desde que su memoria lo recordase.

      Era Matthew Cavendish. El hermano de su buena amiga.

—Es mejor que regresemos... O seremos dos castigada esta noche. —expresó Alondra, al tomar a su amiga por el brazo, después de decirle a un sirviente de Audrey donde podía colocar su equipaje.

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          Hola queridos lectores, aquí me encuentro actualizando de nuevo. Y como han visto, es casi simultanea a lo que ya se puede leer de la 7ma novela de la serie. La novela de Alondra. Seguiré poniéndome al día poco a poco. Gracias por seguir leyendo mi serie. Gracias por sus votos y comentarios.