《𝐷𝑜𝑠 𝑠𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒𝑠 𝑦𝑜𝑢𝑡𝑢𝑏𝑒𝑟𝑠》- Angie Velasco Y Kevsho

"Hay Alguien Más"

(Capítulo 21)

(Narra Kevin)

(Cuatro años después)

Después de cuatro largos años, mi condena terminó.

Lo primero que quería hacer era hablar con Angie y arreglar las cosas, aunque por otra parte sabia que ella ya se había olvidado de mí.

Como explicar... que me muero un poquito cada día por volver a verla.

Llegue a mi departamento... todo seguia igual, solo que un poco sucio.

Luego de limpiar un poco el departamento, me senté en el sillón a pensar, no sabía si era correcto visitar a Angie.

Me dispuse a ver sus redes sociales, al parecer, ya había rehecho su vida, se la veía muy feliz.

(Narra Angie)

Era 30 de octubre, ósea, mi cumpleaños.

Varios familiares, amigos y youtubers ya me habían saludado.

Durante el día no festeje, pero en la noche teníamos planeado hacer una fiesta con mis amigos youtubers y mi novio.

Ya habían pasado 4 años desde que no veía a Kevin, y honestamente, todavía lo extrañaba.

Yo amaba a mi novio, pero, aún extrañaba a Kevin, no es fácil olvidarse de alguien que te hizo muy feliz pero que también te lastimó.

Intente no pensar en Kevin y decidí concentrarme en mi y en la fiesta que haríamos en la noche.

La fiesta la estábamos por hacer en el departamento lujoso de Pablo, que por cierto, perdoné.

Durante el día, nos fuimos de shopping con mis amigas Brisa, Mel y Mica.

En el shopping nos fuimos a Starbucks y de paso compramos ropa para mi fiesta de cumpleaños.

Llegue a mi departamento aproximadamente a las 8:00 pm, y a las 10:00 pm llegaban mis amigas a prepararse conmigo.

Me puse a editar un vídeo que había grabado el mismo día, hasta que escucho el timbre, seguro llegaron.

—Holaa —dijeron ellas.

—Hola, pasen —dije.

Nos juntamos dos horas antes para prepararnos, aunque, más que prepararnos, nos la pasamos jodiendo.

Rápidamente se hicieron las 11:00 y nos tomamos el Uber.

Al llegar, veo a Pablo preparando algunas cosas, a lo que nosotras lo ayudamos.

Preparamos todo para la fiesta, solo faltaba la torta, que me la haría mi amiga Paulina.

Se hicieron las doce y todos empezaron a llegar, fue la fiesta más épica que pude tener, estaba re contenta.

Mientras bailaba, noté que alguien había llegado ¿tan tarde? Pensé, entonces me acerqué a la puerta a saludarlo.

Cuando me acerco y lo veo me quedé en shock, no podía creerlo...era Kevin.

Se lo notaba algo "relajado", vestía una remera básica Blanca y un jogging negro.

—Hola —dijo el algo tímido.

—¿Que haces acá?, no estás invitado —dije desviando la mirada.

—Lo sé, tengo que hablar con vos —balbuseo.

—Vos y yo no tenemos nada de que hablar —conteste enojada.

—Es solo un minuto —insistió.

—Bueno, solo uno —acepté.

—Vamos arriba —dijo.

Le hice caso y nos fuimos arriba, no entramos a ningún cuarto... nos quedamos en el pasillo.

(Narra Kevin)

—Decime —dijo apurada.

—¿Seguis enojada conmigo? —pregunté.

—Enojarse es un sentimiento, yo no siento nada por vos —Sentenció.

Esa frase fue un golpe duro.

—¿Ya te olvidaste de mi, de lo nuestro? —pregunté triste.

—Sí —dijo cortante.

En ese momento llega un tipo y se mete en nuestra conversación.

—Hola mi amor, ¿todo bien? —intervino el tomándole de la cintura.

—¿Es tu novio? —pregunté confundido.

—Sí —contesto Angie sin tapujos.

—¿Quien sos vos? —preguntó su novio.

—Es un... conocido, ya se va —balbuceo.

"Un conocido", cada palabra que decía me lastimaba más.

—Quiero hablar a solas con ella —ordené.

—No, andate —dijo Angie alejándose.

—Angie... —dije acercandome a ella.

—Ya la escuchaste, andate —repuso su novio.

—Vos no te metas —dije enojado.

—Basta chicos, Kevin, haceme caso —dijo Angie.

—No me voy a ir hasta que me escuches —insistí.

—Ok, Franco, anda abajo, yo ya voy ¿si? —dijo Angie a su novio.

—Bueno —contesto Franco mirándome con odio mientras se retiraba.

—Yo no soy mala persona, tampoco un asesinó —aclaré.

—Sos un cínico —sostuvo ella.

—Lo decís como si no me conocieras, ¡yo no soy así! —exclamé.

—Kev, yo no te conozco —dijo.

—Tus palabras me hacen sentirme una mierda —dije con vehemencia.

—Tal vez lo seas —dijo mirándome a los ojos— Andate, no te quiero volver a ver.

(Narra Angie)

No sé cómo dije eso sin llorar. Llorar de la bronca. Llorar porque con tan solo una mirada ya me siento enamorada. Llorar por no poder superar.