En el capítulo anterior:
F: ¿Puedo? — acercándose a ella.
C: Por supuesto — con una leve sonrisa en su rostro.
Federico se acercó más hacía su vientre haciéndole cosquillas a Cristina con su bigote.
F: Hola ahí adentro, ¿me escuchas?, te habla papá, ¿sabes?, te quiero mucho y tanto mamá y yo te estamos esperando muy felices aunque aveces mamá se ponga insoportable.
C: Oye que te pasa — pegándole suave por su brazo en forma de broma-regaño.
F: Viste, te lo dije — riendo ligeramente.
Así se quedaron un rato hasta que Federico se metió a bañar y alistar para dormir pero cuando salió le llegó la pregunta.
Seguimos;
C: Federico, ¿por qué fue que volviste a trabajar y no me habías contado nada sobre tu empresa?
F: Por nada en especial, solo que ya me hacía falta trabajar — un poco nervioso.
C: ¿Estas seguro? — viéndolo con los ojos entrecerrados.
F: Claro que sí Cristina y ya acostemonos a dormir que mañana tengo que madrugar — acostandoce y dándole la espalda.
C: ¿En serio no me vas a decir? — poniendosele de frente y haciéndole mal modo a ver si así le respondía.
F: Ya te dije que no — voltenadose hacia el otro lado.
C: Federico te exijo que me respondas pero para ayer — tronandole los dedos bastante enojada.
F: Ya te dije que te acuestes a dormir, buenas noches — tapándose con la cobija tratando de evitarla.
C: Federico, que me contestes te digo — gritó.
F: ¿Que parte de que te acuestas a dormir no entendiste? — hablándole de forma pesada para evitar contarle la verdadera razón.
Cristina por sus hormonas se soltó a llorar, la verdad en ese mes específicamente sus hormonas estaban haciendo revuelo en ella.
F: Cristina por favor no llores — relajando su tono y acercándosele.
C: Quítate no me toques — se alejo de él y bajó a la cocina para llorar en paz ya que eran cerca de las 10 de la noche así que no habría nadie despierto.
F: Cristina, perdoname, ¿sí? — acercándose a ella — no quise hablarte así, por favor vamos a nuestra habitación.
C: Tu no tenías porque hablarme así y ahorita no quiero subir, quiero un pastel de chocolate con crema chantilly, maní y fresas enzima — haciendo un puchero.
F: Cristina pero no hay de eso y además son las 10 de la noche como para conseguirlo.
C: Pero yo quiero mi pastel de chocolate ya — comenzando a llorar.
F: Cristina por favor no llores, voy a buscar si hay algo de eso en el refrigerador, no tardo.
C: No, ya no quiero nada — y subió enojada a su habitación, la verdad es que sus hormonas no estaban cooperando mucho que digamos con la situación.
F: Esta mujer me va a volver loco Dios mio — subió a la habitación y se encontró a Cristina llorando, acostada en la cama dándole la espalda — Cristina, ¿estas bien?
C: Sí y dejame en paz, como tu dices, "acuéstate a dormir" — haciendo una voz bastante divertida, pero la verdad era que se veía enojada.
F: Esta bien, como tu quieras — acostandose a su lado y abrazándola de cucharita.
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Del odio al amor hay solo un paso F&C.
RomanceEsta es una historia en la cual veremos la transformación del odio al amor en dos personajes que nunca creyeron compaginar.