Capítulo 13

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F:Ya no puedo con esto ni un minuto más — dijo arrastrando las palabras por completo — todas son iguales, uno les demuestra todo su cariño y ellas nos pagan con asco y desprecio.

Con lo que Federico no contaba era que Cristina estaba totalmente preocupada por él pero en ese momento lo único que a él le importaba era lo que había escuchado de boca de ella, estaba sumamente triste al ver lo poco que le importaba a su amor, ese amor que por un momento creyó correspondido pero nada más eran sueños suyos o al menos eso creía, las palabras de Cristina le rompieron en mil pedazos su corazón creyendo que esa mentira que ella le contaba a su amiga para no darse por menos era cierto.
Al cabo de las 3 de la madrugada Federico aún y con la borrachera que tenía enzima se fue directo a su casa manejando con dificultad.

Hacienda Ojo de agua

Cristina se encontraba hecha un manojo de nervios ya no sabía qué hacer ni qué pensar, era la primera vez en el tiempo que llevaba casada con Federico que no llegaba a dormir o por lo menos que se retrasaba tanto en llegar a casa, su preocupación incrementaba hasta que escuchó el ruido de la camioneta de Federico acercarse, en ese momento pudo respirar en paz y bajar sin importarle nada.
Como alma que lleva el diablo salió disparada desde su habitación escaleras abajo para salir de la casa ir a topar a Federico al bajarse de su camioneta.

C: Dios mío Federico hasta que apareces — Cristina le tocaba la cara con cariño y al instante se percató de su olor a alcohol y al él moverse vio la gran borrachera que en ese momento llevaba enzima.

Federico que se estremeció se soltó bruscamente de su agarre y como pudo se encaminó a su habitación.

C: Federico, ¿qué te pasa? ¿Por qué no dejas que te ayude? — viéndolo caminar hacia el baño.

F: Ya era hora, ¿no? — Federico se metió al baño poniendo el paso y dejando a una Cristina más que confundida.

C: ¿Y a este ahora que le pasó? — se sentó en la cama esperando que saliera del baño.

Federico duró alrededor de media hora en el baño, un poco para bajar su borrachera y otro poco para analizar más la situación, es cierto que estaba borracho pero no tanto como le hizo creer a Cristina, luego de esa media hora salió del baño en toalla para dirigirse a su armario, agarrar su ropa sin dirigirle la palabra a Cristina y volverse a meter para terminar de vestirse.

C: ¿Y a este ahora que le pasa? — estaba confundida, Federico nunca había sido así con ella y eso la aturdida.

Federico salió del baño con su pijama puesta obviamente un poco borracho sin mirar a Cristina y acostándose directamente a su lado de la cama, no le dirigió ni un buenas noches y dándole la espalda se acostó a dormir, Cristina se quedó de piedra no sabía que le pasaba y sabía que de una forma u otra tenía que hablar con él.

C: Federico, ¿qué te pasa? — le dijo Cristina sentándose justamente frente a él para que no tuviera oportunidad de hacerse ni el dormido ni el que no la escuchaba y menos que se hiciera loco.

F: Nada Cristina ¡¿qué me va a pasar?! , acuéstate a dormir ya que me está en pesando a doler la cabeza.

Cristina prefirió no discutir más así que se acostó a su lado de la cama esperando que como cada noche Federico la abrazará de cucharita y le tocará su vientre pero para ella fue impactante y desconcertador que él no lo hiciera, se sintió extraña sabía que algo no andaba bien y que él no se lo quería decir, Cristina no pudo dormir igual que Federico hasta entrada la madrugada que el sueño los venció ella nunca pensó que el afecto de Federico le fuera hacer tanta falta tal vez ya había sido la costumbre de por semanas dormir de esa forma o qué  de verdad ya lo quería o "amaba" y esa lejanía la ponía mal.

Del odio al amor hay solo un paso F&C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora