F: Por favor Cristina para nosotros no es un secreto que te incómodo y que cualquier escusa para estar lejos de mí te parece perfecta — dijo subiendo un poco el tono de voz.
C: Mira Federico a mi no me alzas la voz y fijate que sí, prefiero estar mil veces con mis papás que con tigo — gritó enojada para tratar de herirlo pero lo que no sabía era que acababa de cavar su propia tumba.
F: Pues perfecto para ti porque en dos días te vas a vivir con ellos y así se te hace el milagro y ahora por favor guarda silencio que no tengo ganas de escucharte más — dijo con el sueño fruncido y mirando fijamente a la carretera.
Habían pasado dos días donde el aire en la casa se sentía pesado, Federico la mayor parte del tiempo se la pasó donde Fabián y cuando estaba en la casa prefería ni dirigirle la palabra a Cristina, pero ella lo que sintió peor fue que en las noches él ni siquiera la quisiera abrazar como ya era costumbre o en las mañanas esperarla hasta que despertara, ese día su padre salía del hospital y ella se iba a vivir "temporalmente" a casa de sus padres pero ya nada podía hacer, ella misma con su orgullo se había hundido hasta el fondo.
Ca: Mi niña, ¿ya tienen todo listo?.
C: Sí Cande, solo falta que venga Federico para ir a sacar a mi papá del hospital, ¿no sabes donde anda mi esposo? — ya que no lo había visto desde bien temprano cuando desayunaron.
Ca: Mi niña, el patrón se fue a recorrer la hacienda aunque antes estuvo en las caballerizas con Raquela.
C: ¿Y no sabes si le falta mucho para volver? — algo pensativa y enojada.
Ca: Si mal no me equivoco debería de estar en las caballerizas guardando su caballo.
C: Gracias Cande.
Caballerizas
F: Te estás poniendo bien bonito Veneno, espero y seas tan buen caballo como lo fue tu padre — le hablaba a su nuevo caballo hijo de Sultán, el caballo preferido de Federico el cual había muerto por viejo ya que lo tenía desde que era un niño. Veneno era un caballo totalmente negro como lo era su padre, alto y de buen porte, que exigía respeto solo con su presencia, pero algo chucaro por su corta edad ya que apenas tenía 3 años, en otra palabras un potrillo todavía.
C: FEDERICO ¿QUÉ DEMONIOS HACÍAS AQUÍ CON RAQUELA? — gracias a Cristina el caballo se asustó y al moverse estampó a Federico contra la pared.
F: Ves lo que haces, baja la voz Cristina — dijo enojado mientras salía del lugar donde tenía a Veneno.
C: Per...Perdón, no fue mi intención, te lo juro — dijo acercándose a Federico — ¿te encuentras bien?.
F: Sí ya tranquila que estoy bien, ¿por qué entraste de esa forma?
C: Cande me dijo que te vio aquí con Raquela y te venía a exigir que me dijeras que te traes con esa arrastrada — dijo visiblemente enojada.
F: Por favor Cristina, deja de aparentar que te importa — dijo comenzando a enojarse.
C: Pues no me importa pero no quiero que después me tomen como una cuernuda — <MENTIROSA> le gritó su mente pero por su bendito carácter nunca se daba por menos.
F: Pues entonces para que estés tranquila no tengo nada con Requela y ahora dejame en paz — dijo saliendo de las caballerizas.
C: No me dejes con la palabra en la boca — dijo caminado apresurada detrás de Federico — detente... ¡QUE TE DETENGAS!.
F:¿Ahora qué Cristina? — sin girarse para verla.
C: Ya tenemos que ir por mi papá al hospital — dijo suavizando un poco su tono.
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Del odio al amor hay solo un paso F&C.
RomanceEsta es una historia en la cual veremos la transformación del odio al amor en dos personajes que nunca creyeron compaginar.