Capítulo 4

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En el capítulo anterior :

F: Gracias, pero que amable de tu parte — con gesto irónico y algo divertido —.

C: No hay de que — se echo a reír y se dirigieron a donde estaban sus amigos, familiares e invitados para comenzar la ceremonia.

Seguímos:

Cuando ya todos estaban listos para empezar Federico se coloco en su lugar para ver a Cristina entrar junto a su padre mientras sonaba la marcha nupcial, Federico compartía los mismos pensamientos de Cristina en ese momento ~ salir corriendo de ahí ahora mismo ~ pero los dos se arrepintieron una ves sus padres los miraban amenazantes.

La ceremonia se llevó a cabo y cuando les preguntaron a cada uno si aseptaban al otro como su espos@ hubo un cilencio de duda, temor y arrepentimiento pero aún así se escucho de las dos partes ese ~sí asepto~.

La ceremonia terminó y como era de esperarse llegó la fiesta que en la cual todos se veían contentos menos los esposos que ahora se estaban arrepintiendo pero ya no había vuelta atrás.

Por un momento Cristina entró a la casa y se encontró con su ex-amiga Raquela la hija de una de sus empleadas Candelaria, en una época se llevaban bien pero luego le empezó a contar todo lo que hacía a sus padres y a envidiarla y eso le enfado tanto que empezó a odiarla.

(sala)

R:Bueno hasta que por fin te largas de esta casa, ya era hora ¿no?.

C: Que yo sepa esta también es mi casa y en todo caso la que debería de largarte eres tu no yo — revolvía sus ojos, la verdad es que Raquel a ya la estaba fastidiando —.

R:Bueno en cierta parte tienes razón porque yo también me voy — con una sonrisa burlona —.

C: A sí, ¿y para donde te vas? — algo intrigada —.

R: Pues fijate que para la hacienda de tu maridito, mira que tu papá me pidió que fuera para haya por cualquier cosa que necesite la bebé de la casa — riendo por la cara de Cristina —.

C: Son puras mentiras tuyas.

R: Pues fijate que sí y cuida bien a tu maridito que al menos y te lo levanto — y se fue dejándola con la palabra en la boca —.

(de regreso en la fiesta)

Federico hablaba con su mejor amigo y con un par de amigas que tenían en común su amigo y él, en eso llegó Cristina sacándolo de su comversacion al jalarlo fuerte del brazo.

F: ¿Que te pasa Cristina? —totalmente sorprendido —.

C: Cómo qué que me pasa, ¿por qué dejaste que Requela se fuera a trabajar a tu hacienda?

F: Primero yo no la dejé, tu papá me lo exigió que es distinto y en segundo lugar ¿porque te pones así por que ella vaya a trabajar en mi hacienda?

C: Porque no la soporto por eso y ya estoy harta de esta fiesta, me quiero ir ya.

F: Tranquila que en un rato nos vamos, solo trata de tranquilizarte.

Y eso intento pero fue difícil lograrlo, luego de unas horas la pareja de recién casados se cambiaron luego de despedirce de sus imvitados y se fueron rumbo a su nueva vida de recién casados que organizaron sus padres sin su consentimiento.

Hacienda Ojo de agua

Llegaron en silencio a la hacienda, un silencio totalmente insoportable para ambos pero de que podían hablar si cada vez que lo hacía era para discutir.

Del odio al amor hay solo un paso F&C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora