ARTIFICIAL

Capítulo IX

HAYL

Aterrizo en las coordenadas que indicó Abele, veo que nadie ha llegado al punto de encuentro salvo yo. Decido no preocuparme ya que en teoría llegarían luego.

Cuando desciendo veo que Abele esta fuera esperándome. Cómo sabía que estaba aquí.

- ¿Viniste?-. Pregunta acercándose a mi.

Asiento con la cabeza- Atacaron el Oasis ni bien llegué- me comienzo a sentir triste- fueron a matarnos a todos, tenías razón-. Le explico ahogada.

Me abraza y comienza a llevarme a su "hogar" sin preguntar nada. Reconozco que este Abele me agrada un poco, ya no habla tanto, comprende más. Entramos en una especie de caverna pero inmediatamente noto que es una ex-base artificial, un excelente escondite para un ermitaño. Tras varios pasillos de gran oscuridad llegamos a una sala, tiene una mesa, algunas sillas, veo monitores en los que se transmiten imagenes de algunas cámaras, al menos ya sé como me vio llegar.

- Siéntate-. Me pide- ¿Qué pasó con los demás?-. Pregunta sin expresión aparente.

Me preocupo nuevamente, no sé que pudo haber pasado- Masacraron en el Oasis, personas y artificiales, cualquiera que cooperara, moría-. Me explico.

- ¿London?-. Veo que pregunta por su amigo. ¿Está preocupado?.

Intento recordar todo, no he podido procesar nada de lo que ha sucedido- Él dijo que nos daría tiempo para escapar, e hizo volar cuanta cosa pudo para captar la atención de los escuadrones-. Explico- Charlie, ¿lo recuerdas?- él asiente- su novia, Roma, que trabaja con Doyle le advirtió que nos fuéramos de ese lugar, que llevara a los artificiales a un determinado lugar y se encontrarían, luego vendrían para aquí-. Veo que su rostro se transforma.

- ¿Les diste mi ubicación Hayl?-. Escupe la pregunta con rabia.

- ¿Qué querías que hiciera?-. Respondo aturdida.

- Si los atrapan nos tienen nosotros-. Detecto su rabia- Ya bastante tengo con Selina, como para que tú me traigas a todas esas personas-. Afirma con bronca.

- ¿Selina?-. Paso por alto todo lo que ha dicho al escuchar ese nombre- ¿Qué tiene que ver ella?-. Ahora soy yo quién interpela.

El me mira y sus ojos celestes son muy oscuros, parecen letales- Parece que encontró unos archivos clasificados de los planes de Bennet, y no solo quieren exterminar artificiales y humanos que estén colaborando, todos nuestros nombres están en la lista: tu, lado, doyle, ella, yo... - se detiene- incluso Carol-. Agrega tímido.

- ¡Debo ir por ella!-. Me paro de la silla.

Él se interpone- ¡No!- Dice- Selina, la pequeña discípula de Iritza fue por ella, la traerá-. Agrega- Te necesito aquí, con vida. Si te atrapan se acabó el juego Hayl, tendremos que hacer algo-. Afirma- Nadie más ha llegado, me temo que no lo hagan, tal vez ya los tienen-. Dice tan frío.

Me niego a creer que los hayan atrapado a todos. Me niego. No podré hacer esto sin ellos, son mi familia.

- Debo salvar a Carol-. Agrego rendida.

Pone una mano en mi hombro- Quédate aquí, si ellas no vienen, iré yo-. Muestra decisión.

- ¿Por qué me proteges?-. Pregunto al detectar que eso trata de hacer.

- Se lo debo a Iritza-. Dice neutral- Hago lo que ella haría-. Termina.

Escuchar eso me paraliza, es como si intentara salvar la deuda con ella a través de mi, encontrar la paz. Creo que él anhelaba que algo así pasara, era la única oportunidad de perdonarse por la muerte de ella.

No sé que hacer sin Iritza, no soy ni la mitad de lo temeraria que ella era. Hace tiempo dejé de correr por nuestras vidas, no estoy preparada para esto. La necesito. Sabría guiarnos.