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Al día siguiente, también la saludé y vi como sacaba la piedra de su bolso, otra vez. La miré confuso, pero ella me ignoro y tronó los dedos buscando un ritmo para luego irse por el camino largo.

Al llegar a casa, después de la escuela, ella estaba con Lauren, escuchando Ed Sheeran mientras Christian le pintaba las uñas. Ella me dirigió la mirada y dijo:

«Hola, terrícola». 

10:10 pm / a.iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora