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Ella corrió después de despedirse de mí. De lejos vi como chocaba puños con algunas personas. Raramente alegre, entre a clases. No pude dejar de pensar en ella y extraña actitud.

Al salir de clases esperaba verla, pero no fue así. Me fui caminando a casa por el camino que ella solía pasar, me encontré con una sorpresa. Ella estaba sentada afuera de una casa pequeña con un par de chicos, los mismos de la mañana, ella cantaba mientras los otros dos tocaban. Sonaba genial. Me quedé parado en la entrada sin saber qué hacer, porque a decir verdad, quería hablar con ella.

«¡Eh, Ash!» Exclamó ella alegre mientras se detenía de cantar y se acercaba rápidamente a mi.

«Hola», sonreí. Cuando ella llegó a mí, me abrazó por la cintura, me pareció un gesto extraño, pero terminé aceptando aquel abrazo.

«Tyler, Kyle, les presento a Ashton, mi vecino y ahora amigo…» Los dos chicos se levantaron para saludarme, fueron cálidos, pero me sentía incómodo con la mirada del rubio, de Tyler.

«Así que… ¿no viniste en la mañana por él?» Preguntó Tyler. Christian llevó la mano a su rostro ocultando sus mejillas.

Resultaron ser sus mejores amigos por el momento. Después de quince minutos, ella se despidió y caminamos casa juntos.

Ese día, ella fue a nuestro ensayo. Michael le preguntó si había pensado en pintarse el cabello y ella hizo aparecer sus hoyuelos.

10:10 pm / a.iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora