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C I N C O
"Coincidir con alguien es maravilloso, pero conectar es mágico"

El sonido de la clave ser digitada en la puerta se escuchó por todo el apartamento seguido de un cansado suspiro—. Estoy agotada —fue lo primero que soltó Roseanne al dejar sus pertenencias a un lado. Se quitó los zapatos con rapidez y los cambió por sus suaves pantuflas de conejo rosas para luego tumbarse en el sillón gris.

Los viernes eran los días más caóticos en la escuela. Su mente se inundó con los recuerdos de la exhausta jornada que tuvo y de manera inmediata una gran sonrisa apareció en ella. A pesar de todo el trabajo que tenía, siempre sentía su corazón llenarse al poder compartir con sus niños. Y debía admitir que la compañía extra de Jeon Jungkook en la última semana no le disgustaba para nada, por el contrario disfrutaba de su tiempo con él y conocerlo más allá de la cubierta fría que mostraba siempre.

—¡Oh llegaste Rosie! —la rubia fue sacada de sus pensamientos por el alegre llamado de su mejor amiga Jennie—. Debes estar cansada, ve a tomar una ducha caliente en lo que te sirvo de comer —su pequeña mano se posó en la de Roseanne y la guió hasta la puerta del baño.

—Espera, ¿ cocinaste? —enfatizó ese "tú" con mucha extrañeza—. No te acercas a la cocina ni para limpiar Jen.

—Muy graciosa Roseanne —dijo con sarcasmo—. Pues se me da muy bien y ya verás que te cerraré esa linda boca. Ahora ve a ducharte, rápido —dio ligeros empujones hasta lograr que la menor entrara a la habitación.

Tal vez fue por lo mucho que necesitaba esa ducha caliente que Roseanne no prestó tanta atención al extraño comportamiento de la castaña. Solo deseaba no pensar demasiado y relajarse bajo las tibias gotas de agua que caían sobre su desnudo y algo tenso cuerpo.

Al cabo de unos minutos Roseanne salió ya vestida y con una toalla envuelta en su rubia cabellera. Su estómago no pudo evitar gruñir al percibir un delicioso aroma colarse por sus fosas nasales. Pasta, reconoció de inmediato su comida favorita.
Tomó asiento en la mesa y bajo la atenta mirada de Jennie dió el primer bocado.
—¡Jen esto está riquísimo! —halagó la rubia mientras que la mayor le tendía una servilleta y servía un poco de refresco.

—- Te lo dije —le dió una sonrisa orgullosa—. oh y también preparé galletas.

Roseanne frunció el ceño cayendo en cuenta de algo, frenó su accionar y apoyó sus brazos en la mesa antes de hablar—. Todas estas atenciones son sospechosas —entrecerró sus ojos e hizo una pausa cómo si estuviera pensando—. ¿qué piensas pedirme?

Jennie colocó una mano en su pecho fingiendo sentirse herida por lo dicho por Roseanne—. Me ofendes Rosie, ¿acaso no puedo consentir a mi mejor amiga? —la menor cruzó sus brazos y a Jennie no le quedó de otra que acabar con su dolida actuación.
—Está bien, me atrapaste. ¿Recuerdas al chico con el que empecé a salir?

—¿El de tu trabajo? Claro, no dejaste de hablar de él, ¿cuál es su nombre otra vez?

—Jimin, Park Jimin —respondió antes de continuar—. Bueno, lo invité a cenar al apartamento esta noche.

—Eso es genial Jen —se alegró Roseanne por el romance de su amiga—. Ya entiendo, quieres que los deje solos, ¿verdad? Supongo que podría visitar a Hyeri o...

—En realidad... —detuvo la oración de Rosé—. Tal vez mencioné que estás soltera y que eres muy hermosa. Y tal vez sugerí una cita doble así que Jimin traerá un amigo, necesito que te quedes —explicó tan rápido que Roseanne apenas pudo procesar lo que oyó. Jennie la miraba expectante con una sonrisa inocente.

Sure Thing - RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora