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C A T O R C E

"No existe peor ciego, que el que no quiere ver"

—¡Nos vemos papá! —gritó una emocionada Sun Hee agitando sus pequeñas manos en señal de despedida. Jungkook sonrió con amor y le envió un beso volado a la menor—. ¿Rosie irá a casa no? —preguntó con anhelo recibiendo un asentimiento de su padre. Desde que la pareja hizo oficial su relación frente a Sun Hee, la menor se había vuelto más cercana a Roseanne, si es que eso era posible. La pequeña rio con complicidad para luego desaparecer entre los pasillos de la escuela.

«Qué planeará», pensó Jungkook, una risa escapó de sus labios. No podía sentirse más pleno, pero dentro de él existía el miedo de perder aquello. Se dirigió a su auto, abrió la puerta de este pero su acción fue interrumpida.

—Jungkook —escuchó su nombre ser llamado. Esa voz, imposible olvidarla.

—¿Qué quieres Yuju? —se giró en su sitio y respondió instintivamente con fastidio.

—No quiero pelear más Jungkook. Solo déjame ver a Sun Hee —pidió sin más con una expresión exhausta y abatida.

—¿Y qué es lo que harás? —le recriminó—. ¿Le dirás que tuviste un viaje de negocios? ¿que estabas ocupada salvando el mundo? o ¿le contarás que la abandonaste? —estaba harto de esa situación.

—Sé que cometí el peor error de mi vida y no hay día en el que no me arrepienta de haberlos dejado, pero quiero enmendarlo, por favor permíteme hacerlo.

En ese momento, el enojo de Jungkook fue apaciguado por el recuerdo de su bella novia. Su mente evocó las palabras de Roseanne, tal vez estaba siendo demasiado duro. «Debo pensar en Sun Hee», se dijo a sí mismo.

—Ve al apartamento a las cinco, estaré presente, no te dejaré sola con ella aún —declaró con semblante neutro para luego entrar a su auto, sin esperar respuesta.

—G-gracias Jungkook.

(...)

—¡Ya estoy lista papá! —avisó Sun Hee mientras corría hacia la sala de estar. Giró en su sitio haciendo elevar el vestido lila que llevaba puesto y le alcanzó su broche de mariposa a Jungkook para que se lo pusiera. 

«Es su favorito», se refirió al broche que colocaba en la coleta alta de Sun Hee, recordando la felicidad con la que su hija le mostró el accesorio que Roseanne le regaló su primer día de clases. Jungkook sonrió a sus recuerdos e hizo un ademán a la menor indicando que ya era hora de salir.

—¿Iremos con Rosie? —preguntó dando pequeños saltos hacia el ascensor.

—No cariño, ella vendrá más tarde —la menor hizo un tierno puchero provocando una risa de su padre—. Primero daremos un paseo, debes conocer a alguien —Dijo lo último en voz baja. Sun Hee asintió con la cabeza y presionó el botón del ascensor que los llevaría al primer piso.

Jungkook observaba atentamente el panel que indicaba el piso en el que se encontraban. A medida que bajaban, los nervios de Jungkook aumentaban. Al paso de unos segundos, que parecieron eternos para el pelinegro, la campana del ascensor finalmente sonó, indicando que habían llegado al primer piso. Jungkook de inmediato logró ver a Yuju jugueteando con sus dedos en la recepción, parecía no ser el único nervioso. Cuando la pelinegra se dio cuenta de la presencia de ambos, se acercó a ellos y se puso en cuclillas para estar a la misma altura de la niña.

Sure Thing - RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora