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S I E T E
"La noche Jeon"

—Entonces la respuesta es... —Roseanne dió pausa a su oración mirando inquisitivamente a Sun Hee. Su dedo índice señalaba el cuaderno en la mesa con un colorido lápiz.

—¡Veinticinco! —respondió segura la niña luego de pensar durante unos segundos en su respuesta.

—¡Correcto! Muy bien Sunnie —la maestra felicitó y colocó una pegatina con forma de estrella en la frente de Sun Hee. Con emoción la niña agitó sus brazos en el aire celebrando— Un ejercicio más del libro de matemáticas y estarás al corriente —explicó para retomar la atención en el estudio. Sun Hee se había ausentado durante los dos últimos días a clases a causa de un resfriado y la dulce maestra se ofreció a ayudarla personalmente para que no se retrase.

El reloj marcaba casi las siete de la noche cuando el código ser digitado en la puerta avisó de la llegada de Jungkook al departamento. En un rápido movimiento Sun Hee ya se encontraba en los brazos de su padre depositando un gran beso en su mejilla y mostrándole la brillante pegatina.

—Veo que les está yendo bien—se dirigió a Roseanne con una sonrisa.

—Justo acabamos de ponernos al día con las clases y ya que Sun Hee tiene una mente brillante no fue nada difícil —le dió una mirada cómplice a la menor mientras empacaba en una mochila sus libros.

—La heredó de mí

—Por supuesto que lo hizo —ambos rieron ante el sarcasmo.

Roseanne se dirigió a la entrada lista para marcharse cuando la pequeña mano de Sun Hee sujetó la falda de su vestido deteniéndola— ¿Ya te vas Rosie? quédate un rato más —pidió con dulzura.

—Creo que ya le quitamos suficiente tiempo a Roseanne, debe tener cosas que hacer cariño —explicó Jungkook con su suave voz.

—¿Tienes cosas que hacer? —le preguntó Sun Hee a su maestra inocentemente con un puchero.

—En realidad tengo el fin de semana libre, pero tampoco quisiera importunar

—Im- ¿qué? —la menor intentó repetir la palabra dicha por Rosé causando las risas en los mayores pero Sun Hee hizo caso omiso a aquello, no se daría por vencida en su cometido— ¿Papi, Rosie se puede quedar a «la noche Jeon»? —de inmediato preguntó a Jungkook susurrando aquello último. Roseanne lo miró con duda sobre a lo que se refería la niña.

—Solo si Rosé acepta quedarse —su rostro mostraba el mismo interés que su hija por que Roseanne aceptara.

—Por favor quédate, por favor por favor, por favor, ¿siii? —insistió en su petición juntando sus manitas en forma de súplica.

—No recibirá un no por respuesta —afirmó divertido con mirada expectante y celebró dando saltitos junto a su pequeña hija cuando recibieron respuesta positiva por parte de Roseanne.

Era viernes, el día denominado «La noche Jeon», ocasión dónde padre, hija y tía solían hacer lo primero que se les pasara por la mente por simple diversión, desde una distinguida fiesta de té con los peluches de Sun Hee hasta una alocada sesión de karaoke a todo pulmón, un no no era opción esa particular noche. Y ya que Somi no se les pudo unir como de costumbre, a Sun Hee le emocionaba de sobremanera tener consigo a Roseanne.

Luego de una rápida lluvia de ideas sobre lo que podrían hacer esa noche, finalmente decidieron ver una película elegida por Sun Hee acompañada de una deliciosa pizza que planeaban preparar ellos mismos. Se dispusieron a colocar todos los ingredientes necesarios en la encimera y la menor rebuscó en uno de los cajones sacando de este unos mandiles color rosa que le había regalado Somi. Según la mayor de los Jeon solo habían de ese color.

Sure Thing - RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora