Celos Y Algo Más

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Había llegado a mi habitación  llevaba el pequeño libro entre mis manos; el era el dueño no sólo de ese pequeño libro sino de su mente y asi seria por el resto del día.

Llegue a mi habitación donde un pelirrojo me miraba de reojo.

-¿sucede algo hermione? - Ron preguntó en tono curiosos

Debía tener cara como tomate por la escena de afuera.

Deseaba gritar al mundo su amor por el grasiento murciélago, su murciélago, la sola idea de besarlo le causaba escalofríos.

-"no es nada Ron"- sin esperar respuesta subió a su habitación, debía prepararse para su día y aún más para la noche que le esperaba.

*pov hermione

Estaba en mi habitación recostada con el pequeño libro en mi regazo, deseaba preguntarle tantas cosas a su profesor sobre el libro y sobre su relación, encerrada en sus pensamientos cuando un pequeño golpeteo la sacó de su pensamiento.

Miro hacia la ventana y era una pequeña lechuza, más parecida a una bola y con un pequeño pico y ojos redondos.

La pequeña ave le tendía su patita la cual traia un pequeño trozo de pergamino atado en cordel verde, inmediatamente supo de quien se trataba.

La letra era pequeña, apuñada y con trazos finos.

Señorita Granger
  
Solicitó su presencia en  mi despacho, favor ser discreta.

Atte: S.S

Al momento de terminar de leerla el pequeño trozo de pergamino se había convertido en una pequeña llamarada verde y luego desaparecer.

Cuando volvió a mirar hacia la ventana la pequeña lechuza no se encontraba.

Decidió tomar un baño largo y meditar sobre lo ocurrido con su profesor.

Le daba vueltas en la cabeza miles de preguntas

¿Porque ella? ¿Sabría severus de amor? ¿Era realmente amor o la estaba utilizando por sexo?

Tantas preguntas dando vueltas en su cabeza como enjambre de abejas en su psique.

Se sumergió en la tina tratando de ahogar sus pensamientos en el agua tibia con Jasmin y lavanda.

Deseaba tenerlo con ella y saber la respuesta a sus preguntas.

Pasaban la horas y se encontraba sola en su tina tratando de encontrar la razón de porqué todo esto había sucedido.

Al notarlo era hora de cenar y luego de su cena el momento de afrontar su realidad con su profesor.

Salio de la tina, se vistió y se peinó, secando su cabello con un hechizo de aire caliente de su varita y se coloco su esencia de Jasmin bajo las orejas y en sus muñecas, dejando un par de cabellos caer detrás de sus orejas y unos bucles en su rostro.

Sonrió y el reflejo del espejo le devolvió la sonrisa.

Estaba lista para afrontar sus preguntas y ni más ni menos que con el profesor que a sus tiernos le causó terror y ahora años más tarde le causaba un vacío en el estómago por razones completamente diferentes.

Río por lo bajo al imaginar a su yo de 11 años haciendo arcadas si le mencionar que años más tarde se estaría preparando para una cita con el murciélago de las masmorras.

¿Había dicho cita? Sin darle importancia salió de su habitación tomando rumbo a su destino.

Journal noirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora