15.

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El taxi los dejó en la entrada del edificio de SooBin, el mayor lo acompañó hasta subir el ascensor aunque se negó, pero insistió tanto JungKook que el pelinegro terminó por acceder.

El ambiente se había vuelto algo incómodo para el pelinegro durante el viaje, había sentido la mirada de JungKook sobre él todo el tiempo y, hasta el momento, no había hecho ningún movimiento, aunque estando los dos en ese estrecho ascensor le parecía sofocante.

Parecía que demoraba más de lo habitual el llegar a su piso, fue ahí cuando sintió el roce de la mano de JungKook en la suya que tembló ante el contacto. Intentó calmar su pulso, no quería que un ataque de pánico justo al final de la noche arruinara todo, aunque estaba más que seguro que no volvería a reunirse a solas con JungKook.

Antes de que las puertas se abrieran, sin darle tiempo para reaccionar, JungKook se puso frente a él y tomó su rostro entre sus cálidas y ásperas manos, para luego besar sus labios de una forma demasiado brusca. No cerró los ojos, no sintió esos famosos nervios en su estómago, no sintió más que el calor de los labios del mayor presionados contra los suyos. Estaba en shock, su cuerpo como piedra en el exterior, mientras por dentro sentía que su corazón iba a mil y sus pulmones habían dejado de funcionar bien, ya no había aire en ellos.

El azabache escuchó a lo lejos el sonido del timbre al abrirse las puertas del ascensor, sabía que estaba en peligro, sabía que si no conseguía calmarse podría sufrir algún desmayo y no quería, no quería frente a JungKook. De pronto, sintió que se alejaba de sus labios y sus ojos nublados solo vieron por última vez la sombra del mayor retrocediendo. SooBin se dejó caer al suelo y apenas sintió el impacto del suelo ya que se había desmayado.

[Minutos atrás...]

YeonJun iba saliendo del ascensor cuando vio que, en el ascensor de enfrente, estaba el tipo de ayer que le había molestado tanto besando a alguien, y ese alguien no era nada más ni menos que... SooBin.

Sintió pura rabia recorriendo su cuerpo y estaba por ignorarlos, porque ya se había imaginado que eso pasaría entre ellos, hasta que se dio cuenta de lo rígido que estaba el pelinegro. Notó también el temblor en una de sus manos al costado de su cuerpo y sin pensarlo dejó caer la bolsa que traía consigo para acercarse y alejar al idiota que mantenía sus labios sobre SooBin.

Lo agarró por la espalda desde el cuello de la camisa y tiró tan fuerte que JungKook tropezó hacia atrás cayendo al suelo, a la vez que lo hacía el pelinegro dentro del ascensor.

-Imbecil, aleja tus sucias manos de SooBin. -Le gritó YeonJun al hombre en el suelo, viendo que se sobaba el cuello rojo por haberle tirado la camisa. Aunque sentía mucha rabia, no siguió prestándole atención, lo único que debía hacer en ese momento era llevar al pelinegro dentro del departamento.

Rápidamente, antes de que las puertas del ascensor volvieran a cerrarse y dejaran al cuerpo inconsciente de SooBin dentro, entró YeonJun para tomarlo en sus brazos. Cuando se volteó con el chico, JungKook ya estaba en pies observando al peliazul confundido y molesto por lo que había hecho. Estaba por insultarlo nuevamente para que se largara de una vez, pero notó la mirada preocupada sobre el pelinegro y prefirió guardar silencio e ignorar las preguntas del tipo, siguiendo su camino a la entrada del departamento y como pudo introdujo la clave para ingresar, escuchando a su espalda la voz del hombre insistiendo por una explicación.

Antes de ingresar volteó a ver a JungKook y sintió asco por él, logró imaginar lo que el cuerpo de SooBin había experimentado en ese momento y quiso golpearlo, pero él no tenía la culpa de nada, al parecer no sabía de la condición del pelinegro.

-Te voy a pedir que no vuelvas a acercarte a SooBin.

-Pero, tú quién te crees que eres para decirme si puedo o no acercarme a él. - Dijo JungKook acercándose a la puerta.

Primer Sentido: El Tacto | YeonBin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora