Capitulo 14

877 74 3
                                    

- Arthur...

Estaba de pie mirando hacia afuera, por la ventana. El cuerpo de su madre estaba tapado por la sábana de su propia cama.

Estaba en shock. Hacía menos de diez de minutos que la había visto con vida, respirando.

Y ahora estaba muerta.

- Arthur, cariño...

Tenía los ojos enrojecidos por las lágrimas, más no reía. Por primera vez su llanto fue un llanto y no una carcajada.

Puse mis manos en su rostro, y el me tomó de la cintura. Sentí que las lágrimas caían de mis ojos. Y comencé a sollozar.

- Lo siento, Art. En serio lo lamento.
- Está bien, T/N. Está en paz y eso es lo que importa.

Sentí que yo estaba más triste que él. Estaba enojado con ella, claro está. Pero acababa de morir. Debía dejar el rencor de lado un momento.

Me abrazó con fuerza. Un abrazo que pareció interminable. Cuando me soltó, secó mis lágrimas con sus pulgares.

- Arreglaré el funeral para hoy a la tarde.
- Si quieres publicaremos un aviso fúnebre en el periódico...

Negó con la cabeza, y miró al suelo.

- Nadie la conocía, T/N. No era nadie. Nadie irá, excepto nosotros.

Era algo triste, pero cierto. La señora Fleck no tenía a nadie excepto a Arthur.

- Si tú así lo prefieres, Art...

Arthur firmó algunos papeles y juntos fuimos a una casa fúnebre para comprar el ataúd. Tuvo que ser uno barato, pues no teníamos mucho más dinero. Tuvimos que usar algunos de mis ahorros.

Observé el anillo en mí dedo. Arthur había gastado en él, y se quedó sin dinero para el funeral de su propia madre.

Y ni siquiera pudimos decirle que íbamos a casarnos. Ni siquiera pude despedirme de ella. Ni siquiera pude decirle que su hijo era lo mejor que me había pasado en la vida.

Volvimos a casa, nos dimos una ducha cada uno y nos cambiamos. Yo traía puesto mi vestido negro. Para mi sorpresa, Arthur estaba con su traje carmesí, y no con el traje negro que le regalé.

Mi rostro debe haberme delatado. Luego recordé que en la noche anterior estábamos bastante ebrios, y el traje negro había quedado manchado de vino.

Ni siquiera pude ponerlo a lavar. Ni siquiera me dió tiempo de hacerlo. Si tan solo hubiera sabido.

- Tendré que utilizar éste. Además no le gustaba el color negro.

Sonreí apenas. Ese traje carmesí era antiguo. Arthur debió comprarlo hacía años. Era de buen gusto, por lo que debió salirle caro.

Arthur tenía actitudes infantiles, impulsado por su madre. El color de ese traje lo demostraba. Si a ella no le gustaba el color negro, debía ser algo de un color fuerte. Y él le siguió el juego.

Peiné su cabello hacia atrás, y juntos nos dirigimos al cementerio a pie. La lluvia de la mañana se había transformado en nieve.

Ambos íbamos bien abrigados bajo el paraguas. Los copos caían a nuestro alrededor, y Gótica se tiñó de blanco.

Nos dirigimos a la capilla. El cuerpo de la señora Fleck ya había sido trasladado allí en su ataúd. Sólo estábamos los dos. Arthur tenía razón.

Comencé a llorar. Por ella, pero más aún por él. Si yo no hubiera estado a su lado, Arthur hubiera estado solo en la capilla. Nadie a su alrededor. Ni otros familiares, ni sus compañeros de trabajo. Nadie.

Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora