Capitulo 18

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Un hombre vino a buscarme al camarín. Lo seguí. Mi maquillaje había quedado mucho mejor que antes.

Se oían las risas del público. Y la Doctora Sally seguía hablando, mientras Murray hacia chistes.

Me quedé de pie, aún fumando el cigarrillo, detrás de la cortina. La cortina que me separaba de toda Gótica, de todo el mundo.

Pensaba en mi entrada. Había ensayado tantas veces que sentía que lo había olvidado. Tenía tantas ganas de salir, que me era imposible no correr hacia el escenario en ese mismo instante.

Observé la televisión que la productora revisaba tras bambalinas. Murray acababa de hacer el remate de su último chiste con la Doctora.

Y luego habló de mí.

- Tienes que ver al siguiente invitado. De seguro te gustaría analizarlo.
- ¿Tiene un problema sexual?
- Tiene muchos problemas. Pasemos el video de nuevo.

Mi clip en Pogo's volvió a verse en pantalla. Mi ansiedad se detuvo. No podía creerlo.

Entre las risas, me di cuenta que había ido para que siguieran burlándose de mí. En vivo.

Murray hijo de perra. Había pensado matarme en frente de todos, pero tenía algo mucho mejor. Algo que recordarían.

Con el cigarrillo en la boca, volví a oir la música interna. Hasta ese momento, desde que había ingresado al camarín, yo era Arthur. Bajaba la cabeza frente a Murray, creyendo que era Dios. Lo admiraba, me emocionaba.

Pero entonces me transformé. La música interna se hizo tan fuerte, que me hizo bailar en el lugar. Mientras Murray seguía diciendo sobre mí, y sobre lo apenado que estaba por lo que pasaba en la ciudad.

Acabé mi pequeño baile de metamorfosis y tomé la pose con la que me verían al abrir las cortinas.

Arthur había desaparecido.

- Denle la bienvenida...

Ahora era el Guasón.

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Cuando vi que Murray se burló de Arthur otra vez, supe que Arthur no se suicidaría. Lo conocía mejor que nadie. Haría algo peor que eso.

Si se suicidaba, todo por lo que se habían burlado caería sobre él. Las burlas, las golpizas, todo derivaría en ese suicidio público.

No le servía de nada hacerlo.

Dejé un par de dólares sobre la mesa del café y corrí hasta el estudio. Sólo estaba el guardia en la entrada.

Me puse la máscara de payaso, y saqué el cuchillo de mi bolsillo.

La puerta estaba abierta. Y el guardia distraído.

¿Estaba dispuesta a hacerlo?

- No te muevas. - dije, poniendo el cuchillo en su garganta. - Dame tu pistola.

Se quitó el arma de la funda de la cintura y me la entregó. Guardé el cuchillo y le apunté, mientras él alzaba los brazos.

- ¿Hay algún lugar en donde pueda encerrarte?

Estaba asustado. Hubieras dejado que entrara antes, amigo.

- La... La puerta... Es un archivero.

Había una puerta cerca. Y tenía una llave.

- Vamos, entra ahí.

No dejé de amenazarlo con el arma. Observé todas las repisas llenas de cajas, con distintos años anotados.

Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora