Arthur Fleck siempre estuvo solo, hasta que te conoció. Tu también siempre viviste en la soledad, hasta que lo conociste a él. Un hombre amable y romántico, cuya vida da varios giros inesperados, convirtiéndolo en uno de los mayores criminales de Ci...
Entré al apartamento luego de un rato, y me encontré a Arthur ensayando como si estuviese en el programa de Murray. Saludaba a los invisibles invitados en el sofá, y al público enfrente.
- Menos mal que saliste recien, T/N. He ensayado tres veces, y creo que va a salir bien.
No quería amargarlo más. Sabía que estaba de humor, aunque había enterrado a su madre el día anterior. Pero aparecer en el programa, junto a su héroe de toda la vida definitivamente lo hacía sentir bien.
Por eso no quise decirle lo de los detectives. Temía que vinieran siguiendome. Incluso sentí que estaban tras la puerta, e iban a dar una patada para abrirla, como en las películas policiales.
Pero nada sucedió. Arthur se sentó en el sofá y cruzó sus piernas varias veces.
- ¿Crees que debería cruzarlas? No me siento cómodo. - Dios, te ves extremadamente apuesto de cualquier forma, Art. - Es que no lo se... No estoy muy convencido...
Caminé hacia el sofá, y me agaché frente a él, tomando sus piernas cruzadas.
- Creo que se vería mejor si las descruzas.
Descrucé las piernas. Su miembro se marcó en el pantalón carmesí, lo cual me dió un escalofrío que recorrió mi espalda. Sonreí.
- Te verás increíble en el programa, Art.
Me observó directamente a los ojos, peinándose.
- ¿Me puedes ayudar a arreglarme para el show? - Por supuesto, cariño. - Entonces ven conmigo, necesito tu ayuda ahora.
Se puso de pie y se dirigió al baño. Yo lo seguí.
- Pero Art, el show es ésta noche. - Lo se, - dijo, abriendo el compartimento tras el espejo y sacando una ampolla de tintura verde. - pero ésto tardará en tomar color.
Me reí, tomando la ampolla.
- ¿Verde? ¿En serio? - Soy un payaso, T/N. Mi cabello debe ser verde.
Sacudió la cabeza, lo cuál me hizo reír más.
- Ven, siéntate en la bañera.
Se quitó toda la ropa, excepto los boxers. Y se sentó en la bañera, como le dije. Corrí a la habitación y encendí la radio, la cual traje y dejé en el inodoro cerrado.
Tomé un vaso que solía utilizar para bañar a su madre, y mojé su cabello.
Luego de lavarle el cabello, comencé a aplicar la tintura. Masajeé su cabello con mis dedos lentamente, dejando ingresar la tintura en cada mechón escondido.
- Ya va tomando forma.
Las gotas de agua con tintura caían por sus hombros, dejando su piel color verde.
Se puso de pie y se observó al espejo.
- ¡Quedó fantástico, T/N! Y espera a verme con el maquillaje...
La canción de la radio cambió. That's Life se oyó de golpe. El conocido órgano eléctrico de la introducción resonó en toda la habitación.
Arthur comenzó a bailar. Balanceaba su cadera y sus brazos de lado a lado, lo cual me encendió.
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