Capitulo 7

1.3K 86 7
                                    

Los siguientes días transcurrieron extrañamente mejor que antes.
Planificamos que decir en caso de que vinieran a buscarlo.

Arthur estaba más seguro de si, intentando buscar empleo, y no dejaba que se burlaran de él. Aunque seguía siendo muy tierno conmigo, y aún más, romántico.

Y yo trabajaba mucho mejor que antes, con más ganas. Me sentía cómplice, y aún asi, me gustaba.

Había olvidado por completo lo que Arthur había hecho. La ciudad no. Seguían buscando al asesino. Pero no había sucedido nada.

La Navidad había llegado. Se cumplían seis meses de nuestro noviazgo. Arthur había retomado su trabajo de payaso, pues ayudé a que lo consiguiera llevando un pastel de disculpas a su jefe, y galletas a sus compañeros.

Arthur le había explicado que quería que yo viviera bien, y necesitaba el empleo. Le prometió que no tenía el arma y nunca más la llevaría a ningún, cosa que no era cierta, pues la tenía en casa.

Hoyt dijo que si, no porque Arthur le agradara o porque realmente quisiera darle el empleo, sino porque yo necesitaba vivir bien. Le prometí a Hoyt llevarle galletas todas las semanas, a lo que rió, diciendo que no había problema, que no pensaba adelgazar en fechas navideñas.

Había conseguido un árbol con el bono que el banco me daba para comprar cosas de Navidad. También compramos comida y bebidas. Era nuestra primera Navidad juntos. Debía ser algo lindo.

Arthur me dió la idea de organizar una fiesta, y me dijo de invitar a su madre. Quería pasarlo con ella, y yo no tenía ningún inconveniente.

Había puesto la alarma a las diez, temprano para ser día sábado. Arthur no trabajaba los sábados, pero si durante las vacaciones. Y yo ya tenía mis vacaciones.

Para cuándo sonó, la apagué rápidamente.

- Art. ¿Estás despierto?
- Mmhhmm.
- Vamos, hay que armar el árbol.
- Cinco minutos. Quédate conmigo.

Hundió su rostro en mi cuello. Que sensación más agradable. Sentía el calor de su respiración en mi piel. Diablos, ahora no quería levantarme.

Pero él árbol nos llevaría un buen rato. Y la señora Fleck había sacado todas las cajas de adornos que tenía guardadas y me las había dado, además de las que yo tenía.

Me senté en la cama, le dí un beso en la frente y me levanté. Me quedé observando el árbol vacío en la esquina.

Me agache a sacar algunos adornos de las cajas. Para cuándo me puse de pie, los brazos de Arthur me tomaron de la cintura, apoyando su mentón en mi hombro.

- Ya me levanté, cariño.
- Entonces puedes ayudarme, ven.

Comenzamos a armar el árbol de a poco. Estaba quedando fabuloso. Era muy alto, a decir verdad.
Encontré un viejo gorro de Santa Claus, y lo puse en su cabeza.

- Santa está a dieta. - dijo, dándose palmadas en el abdomen desnudo. Me hizo reir bastante, verlo sólo con su pantalón azul, el cabello desordenado, y el gorro rojo.

- Ésta Navidad, Santa volverá a ser lo que era de tanto que comerá.

Seguimos ubicando los adornos y luces. Nos reíamos, y dábamos algunos besos. Al cabo de hora y media, sólo quedaba poner la estrella.
Me estiré para ubicarla, pero no llegaba. Arthur tampoco. Exageraba algunas caras, haciéndome reir.

- ¿Te estás burlando de mí?
Su voz más grave me hacía reir aún más. Corrió hacia mi, tomándome sobre su hombro y dando vueltas. No comprendía aún de donde sacaba la fuerza. El gorro salió volando hacia el sofá.

Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora