Capitulo 24

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Sentí náuseas un par de días después de nuestra boda. Y supe que estaba embarazada. Lo presentí. Y le grité a Arthur que corriera a la farmacia.

La boda se celebró en el mes de Mayo. Concurrieron muchos de mis amigos. Claro que de parte de Arthur sólo fue Gary.

Gary. No lo veíamos desde el día que lo llamamos para hablar sobre Randall. Si que era un buen amigo.

Claro que extrañaba a Jenny entre las damas de honor. No fue algo muy lujoso. Pero mis amigas nos ayudaron mucho para pagar la fiesta.

Nos divertimos como nunca. Llevaba un vestido blanco, simple. Pero Arthur no podía despegar su vista de mí en el altar.

Y él si que estaba apuesto. Llevaba un tuxedo negro que le había regalado con ahorros de mi nuevo puesto en el banco.

Era sub-gerente. Y ganaba mejor. Por lo que podíamos darnos ciertos lujos. La fiesta era uno. Al igual que la luna de miel en la ciudad vecina a Gótica.

Todos festejamos. Y los novios y esposos de mis amigas felicitaron a Arthur. E incluso lo subieron a una silla y comenzaron a bailar con él arriba.

Arthur reía, de alegría. Y la mejor parte fue bailar con él un vals. Tomó mi mano,y ubico la otra en mi cintura. Y nos balanceamos al ritmo. En un momento dejé de sostenerme de su hombro, y pasé mi mano por su cabello engomado.

Estando en el hotel, la noche había caído sobre nosotros. Nos estabamos besando a la luz de las velas. Arthur se había quitado la ropa de arriba, por lo que le acariciaba la piel del torso, enviándole escalofríos a lo largo de la espina.

Se sentó en el sofa de la enorme habitación, y me observó desnudarme para él. Se llevó las manos a la cabeza, peinándose, al tiempo que apoyaba su espalda en el respaldo. Los músculos del abdomen y sus costillas se marcaron en su piel. Parecía sorprendido.

Arthur nunca creyó que vivirá éste momento. Nunca creyó que se casaría. Nunca creyó que tendría una novia. Siempre creyó que estaría solo.

Tampoco creyó nunca que escucharía la frase que le dije mientras me besaba el cuello estando en la cama, justo antes de hacer el amor.

- Arthur. Quiero tener un bebé.

Se quedó pasmado. Pero sonrió.

- ¿Un bebé? ¿Estás segura?
- Si. Lo he pensado. Y creo que estamos listos.

Comenzó a reir. Su ataque. Hacía mucho que no tenía uno. Puso su rostro en mi pecho desnudo. Sentí sus lágrimas caer hacia las sábanas.

- Art, ¿Qué sucede?
- Yo... Tengo miedo, T/N. Temo ser un mal padre. Yo... Yo nunca tuve uno. Y que pasa si es... ¿Si es cómo yo?
- Art, serás un padre excelente, tal y como has sido un novio excelente. Y tal y cómo serás un marido excelente. Eres un hombre increíble, diferente. Y nuestro hijo será sano. Y hermoso.

Me besó en los labios, mientras le acariciaba el cabello.

- Entonces... Creo que ésto no servirá.

Tomó el condón de la mesa de noche y lo lanzó al suelo, haciéndome reir. Estaba en mis períodos fértiles. Todo era perfecto.

Vomité en el excusado del baño del hotel. Iba a tener un hijo. Estaba segura.

Arthur corrió a la farmacia más cercana, y compró un test de embarazo. Dió positivo.

Lloramos de alegría, abrazados. No podía creer que iba a formar una familia. Y más con un hombre tan maravilloso como él.

Solía despertar algunas noches con Arthur hablando. Me quedaba en silencio, fingiendo dormir, pues sabía que no me hablaba a mí.

Apoyaba su oído en mi abdomen, cada vez más grande. Y hablaba con nuestro bebé, susurrándole.

- Hola, pequeño. Soy... Arthur... Soy tu papá. Yo nunca tuve un padre, ¿Sabes? Así que deberás perdonarme si no se que hacer contigo. Pero te juro que te daré todo lo que pueda. Nunca te faltará nada. Jugaré contigo. Y te haré reir, lo prometo. Espero que no le tengas miedo a los payasos, hijo mío. Yo... soy algo... no soy como todos los demás. Nunca acabé la escuela. Pero se que tu serás mucho más listo que yo. - sonrió y prosiguió. - Tendrás una linda casa, y todos los juguetes que quieras. Pero si a veces no puedo darte algo, tendrás siempre mi amor, y el de mamá. Amo a tu madre con todo mi corazón. Y ya siento que te amo a tí, aunque aún no te veo. No puedo... No puedo esperar a verte.

Me emocionaba verlo, en la oscuridad y sin moverme. Sería un buen padre, no había duda de ello. No había nadie mejor.

Era en esos momentos que Arthur hablaba con el pequeño, o solo me tomaba de las manos en el living y se agachaba frente a mi, besando mi vientre, que veía que el Guasón desaparecía por completo.

Estaba de seis meses. Salíamos del Hospital General, de una ecografía. Habíamos visto a nuestro hijo por sexta vez. Cada vez más grande, lo veíamos más parecido a nosotros.

Mientras la pediatra pasaba el escaner, pensaba en Penny. Había estado hacía meses en ese mismo Hospital. Y era como que nunca hubiera existido.

Caminábamos por las calles de Gótica. Se había hecho de noche. Estábamos los dos muy contentos por todo. La ciudad extrañamente había mejorado. Ya no habían tantos maleantes. Era como si solo salieran si el Guasón les decía.

Pero, mientras sonreía, observando a la gente que caminaba a nuestro alrededor, me desplome en el suelo.

¡Último capítulo mañana! (Alv, ya me entusiasmé y lo subí) ¿Cómo creen que va a terminar? Dejenlo en los comentarios.

Plus: vean a éste hombre bello con su SAG. No saben que orgullo siento!

 No saben que orgullo siento!

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Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora