Capitulo 4

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Desperté en el sofá. T/N no estaba. Había olor a café, tocino, pan tostado y huevos.

Me dolía el cuerpo. Tenía nuevos moretones. Genial.

- Buenos días.
- Hola.

T/N venía caminando hacia mi con una bandeja. Traía aquello que había olido, y un vaso de jugo de naranja.

- Te preparé el desayuno, Art.
- No debiste molestarte.
- No es molestia.

Me senté en el sofá, quejándome. Llevé el café a mi boca. Estaba delicioso.

- ¿Cómo te sientes?
- Adolorido. Pero mejor.
- Que bueno. Estaba muy preocupada por ti anoche.  Ahora debes comer. Lo necesitas.

Recordé a mi madre. La había dejado sola, le había preparado la comida antes de pasar a buscar a T/N. La había dejado sola. Carajo.

- Debo ir a ver cómo está mi madre.
- Bien. Come algo, y puedes irte tranquilo.

Le hice caso. Lo había preparado para mí. No podía irme así nomás, luego de todo lo que hizo por mi.

Y a decir verdad, estaba delicioso. Hacía mucho que no comía un desayuno así. Y ella también lo disfrutaba.

Pero no tenía el semblante del dia anterior. Se sentía mal. Mal por lo que me había sucedido. Nadie nunca había empatizado conmigo.

Me entregó una remera blanca manga larga.

- Era de mi padre. Tu camisa está rota. Y llena de sangre. No sirve, lo siento. No tiene arreglo. Aunque lavé tu chaleco.

Era una de mis únicas camisas decentes. Debía gastar mucho para comprar otra. Ya vería cuando, comenzaría a ahorrar.

T/N ofreció que me diera una ducha. Acepté sin problemas. Necesitaba sentir agua tibia en mi cuerpo, y lavar los restos de sangre pegada en mí torso. Me dió una toalla, y me dijo que demorara lo que quisiera.

Sentía que el agua me quemaba. Aún asi, me relajé. Me quité la sangre, y me sequé.

Salí de la ducha, ya cambiado. Mi pantalón estaba sucio. Pero la remera me quedó bastante bien, un poco más grande.

- Debo irme, T/N.
- Puedo ir contigo si quieres. Puedo preparar algo de comer.
- Si, es buena idea.

Su sonrisa me iluminaba. De pronto, sentí que perdía el equilibrio. Ella se dió cuenta, y me sostuvo del brazo.

- Estoy bien, gracias.
- Más razón para acompañarte. Oye, la camiseta, te quedó muy bien.

Me acomodó un poco las mangas.

- Gracias. Luego te la devuelvo.
- Dejatela, Art. Mi padre no volverá. Prefiero que tu la tengas.
- Muchas gracias, T/N…

Sonreí. Y ella devolvió la sonrisa, bajando la cabeza, sonrojada. Sus ojos me enloquecían.

Me puse la remera, el chaleco, y mí chaqueta, que estaba colgada en su perchero. Ella se colgó una mochila de la espalda. Supongo que tenía los víveres.

- Espera, cerraré todo. Menos mal que es sábado.
- Si, es cierto.

T/N se tomó de mi brazo todo el camino. Pensé que lo haría solo en la cita, pero en realidad disfrutaba que lo hiciera. Su mejilla estaba pegada a mi hombro sano. Sentía el calor que emanaba. Metí mi otra mano en el bolsillo. Y charlamos todo el camino de lo mal que estaba la ciudad, y lo malvada que estaba la gente.

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Arthur caminaba despacio, adolorido. Cojeaba de una pierna. Aún asi, no demostraba que le doliera algo.

Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora