Capitulo 22

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Los días pasaban. Las semanas se iban. Ya estábamos en febrero.

La prensa y la policía se estaba olvidando del hombre al que llamaban Guasón. Y es que claro, luego de la muerte de Roger, los payasos no volvieron a actuar.

Lo que sucedió la noche del asesinato de Murray Franklin no volvió a repetirse. Los disturbios se acabaron por completo en dos días. Pero la gente no olvidaba.

Fueras rico o pobre, temías o anhelabas al Guasón. Algunos querían que volviera a actuar, para volver a crear revueltas.

Y otros se lamentaban y solo querían conseguir nuevos seguros para sus negocios, hogares, y por supuesto, más cerrojos para sus puertas.

Pero Arthur no era dominado por el Guasón. Él lo dominaba. Al fin y al cabo, si bien no era la misma persona, todos aquellos que solían dañarlo estaban muertos.

Asistimos al funeral de los detectives un par de días después que Jenny murió. Yo aún seguía de luto por ello. La extrañaba. Más aún cuando el banco reabrió sus puertas, y el puesto de Jenny fue tomado por otra joven.

Los datos de Arthur en la comisaría fueron destruidos el día que atacaron a Roger. Atacaron la comisaría vacía, llevándose los datos de todos los sospechosos para que no se notara que sólo querían el de Arthur.

Y guardamos esa caja, junto con la cinta de Pogo's y el archivo de la asistente de Murray, en un mueble muy bien escondido en mi apartamento.

Randall no tenía familia, por lo que se acordó que su cuerpo fuera donado al hospital, pues sus amigos no podían pagar una parcela del cementerio.

Desgraciadamente para Arthur, la agencia de payasos tuvo que cerrar sus puertas, a pedido del alcalde de Gótica.

Todas las agencias lo hicieron. Un payaso de una de ellas inició todo, por lo que Arthur se quedó sin empleo.

El futuro alcalde, Thomas Wayne, había sido encontrado muerto en un callejón junto a su esposa. Su hijo, Bruce, estaba vivo. Y decía que un payaso los había matado.

Arthur suspiró cuando no se dijo nada más de él. Aunque sabía que si el chico lo veía, lo reconocería. No como Guasón, sino como Arthur Fleck.

Pero no dijo nada. Estaba en shock, y fue recogido por el mayordomo de los Wayne. El mismo que había estado burlándose de Arthur cuando fue a hablar con Thomas.

Arthur ya ni hablaba de Penny. Algunas veces caía en la cuenta de que estaba muerta.

Una vez sentí un fuerte ruido en la ducha, por lo que entré pensando que Arthur podría haberse caído. Pero estaba de rodillas, llorando desconsolado.

- Lo siento. - repetía. - Lo siento.

Cuando me acerqué a él, cerré el grifo y sin meterme en la bañera, acaricié su espalda. No entendía porque se lamentaba.

- Extraño a mí mamá, T/N.

Él pasaba el duelo de su madre tal y como yo el de Jenny. Intentaba no dejarlo sólo en casa. Estar allí de seguro le recordaba a ella. Más aún que no tenía empleo.

Luego de estar unas horas en el banco, volvía a casa rápidamente. Arthur decidió entonces mudarse conmigo definitivamente, y poner en venta el apartamento en el que tantos años había vivido.

Me dieron un aumento de sueldo, pues expliqué mi situación con Arthur. Y él conseguía dinero del Estado, de unos planes que Gótica había propuesto para la gente de baja clase social, pues temían revueltas.

Dentro de todo, las cosas marchaban muy bien. Todas las noches, y los fines de semana, Arthur organizaba citas conmigo. Salíamos a dar un paseo por el parque. O comíamos algo, en algún restaurante o en casa.

Asi es la vida: Arthur Fleck/Joker x Lectora (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora