No tenía nada con lo que entretenerme durante el camino así que estuve hablando con los buhoneros.
- ¿Cómo es Styrke? – pregunté.
- Es la ciudad más bonita que conozco – dijo uno de los buhoneros – Está en la costa, pero también está metido en la montaña, cuando la veas me lo dirás por ti mismo, además, es una ciudad muy grande, tiene casi un millón de habitantes.
Eso tampoco es demasiado, pensé. Del mundo del que provengo hay ciudades mucho más grandes.
La verdad es que no esperaba mucha comodidad de un viaje en carro, pero me estaba sorprendiendo. El camino estaba empedrado en la mayor parte del trayecto.
Tras un buen rato, pregunté a un buhonero cuanto tiempo quedaba para llegar.
- Pues... diría que mañana llegaremos.
Bajé la cabeza, resignado. Siempre había sido muy impaciente para los viajes, y con suerte soportaba los viajes de tres horas.
Pasé un buen rato oteando los alrededores buscando algo interesante, pero en vano. Lo único que había eran árboles, camino y más camino. No había monstruos cerca ya que los consideran peligrosos. Es por eso que los caminos suelen ser seguros, aunque también aburridos.
Después de seis interminables horas el sol se escondió y nos paramos en un pueblo a pasar la noche. Era una agradable aldea pequeñita que tenía una posada y poco más, pero sería suficiente para pasar la noche. Me puse hasta arriba de dulces y tuve un dolor de barriga que no me dejó dormir.
Estaba revolviéndome de un lado a otro de la cama. No solo era la barriga, sino que me molestaban muchas cosas. De repente me di cuenta de que estaba respirando, de que me incomodaban los brazos, de que mi lengua no estaba cómoda, etc. El tipo de cosas que me solían molestar al dormir cuando estaba en la Tierra, aunque no me ocurrían mucho últimamente ya que hacía misiones y demás, y llegaba molido a la cama.
Parece que me perdí en mis pensamientos y acabé dormido. Tuve un sueño extraño. Mis padres estaban allí, pero no me recibían con las manos abiertas. Estaban vendiendo mis cosas, las cosas que quedaron en mi cuarto. No me podían ver, ni oír, ya que no reaccionaban para nada cuando gritaba que dejasen mi colección de juegos de PC.
Después, vi a mis amigos, ellos estaban hablando mal de mí, alegrándose de que ya no estuviera, pensando de que tonta manera me había muerto o perdido.
No, no pude ser...
Ellos no son capaces de algo tan terrible. Ellos seguramente están preocupados por mí, ¡Esto es sólo un mal sueño!
Y de esa manera abrí los ojos sobresaltado. Calmé mi respiración, pero pronto me di cuenta que todavía no había terminado. Miré lentamente hacia arriba cuando me percaté de que allí había algo.
A pesar de que estaba oscuro, podía ver perfectamente montones de pequeños ojos brillantes que me observaban atentamente. En cuanto esa cosa se dio cuenta de que le había descubierto bajó a atacarme.
Tal como pensaba, era una especie de araña.
Rápidamente usé Evaluación.
[ESTADÍSTICAS]
NOMBRE: No
NIVEL: 3
ESPECIE: Comesueños.
PV:10/10
¡Qué asco! Una araña... Siempre me han dado una mezcla de miedo y asco. No las soportaba.
Pero tengo que acabar con ella. Ahora que me fijo, ¿Comesueños? ¿Esta cosa me estaba dando la pesadilla?
Rápidamente alcanzo mi bolsa y saco el cuchillo. El Comesueños me lanzó una telaraña al pie, lo que me hizo caerme tontamente y darme un golpe en la nariz.
Me sentí muy estúpido.
Sin embargo, me levanto y me pongo en posición. La araña, al ver mis intenciones sube al techo para tener una posición ventajosa.
Vuelve a lanzarme telarañas, pero esta vez las evito. Parece que este monstruo no es capaz de hacer mucho más, y que solo se puede aprovechar de las personas cuando están durmiendo.
Es mi oportunidad, salto a la cama y la uso como trampolín, y alcanzo al Comesueños. Sus PV bajan a 0. En ese momento, el posadero entró en la habitación.
- Pero, ¿qué haces a estas horas? – pregunta extrañado – Estás molestando a los demás clientes.
Me disculpo inmediatamente y vuelvo a acostarme. A pesar de que intenté estar alerta, al rato de dormí como un lirón.
Me levanté soñoliento, debido a la batallita de anoche. Sin embargo, hoy llegaría a Styrke, y estaba emocionado. Empaqué mis cosas y retomé el viaje junto a los buhoneros.
- ¿Sobre qué hora llegaremos? - pregunté.
- Ya estamos cerca, en una hora llegamos – dijo uno de los buhoneros – chico, ¿te vas a quedar en Styrke?
- Sí, ¿qué pasa? – inquirí.
- Debes tener cuidado – me avisó – Es una gran ciudad, no un pueblecillo, hay mucha gente malvada.
Me lo esperaba, como de cualquier gran ciudad. Es la cruz con la que tienen que cargar. Mucha gente = muchos delincuentes.
Volví a la rutina de ayer de mirar alrededor buscando algo entretenido.
De repente pude ver una casa. Después otra, y otra más. Poco a poco se fue revelando más y más la bella capital del Reino de Tiria, una bonita ciudad entre la costa y la montaña. Era más preciosa de lo que esperaba, y no tenía una boina de contaminación, que desgraciadamente se habían hecho comunes. Me fijé atentamente a la arquitectura. Era, obviamente más ostentosa que la de Tesivias, pero parecida, similar a la del norte de Europa de la Alta Edad Media. Yo nunca había tenido la oportunidad de viajar al extranjero, por lo que esto parecían unas vacaciones.
Entramos en la capital. En ella, algunas personas llevaban pañuelos de aventurero, sin embargo, había muchos colores. Algunos llevaban espadas grandes, otros ligeros arcos, pesadas hachas, etc. Parecía que estaba pasando por el vestuario de una obra de teatro.
Las calles, llenas de gente, estaban empedradas formando un bonito diseño. Mientras estaba maravillado observando los alrededores, el carro se detuvo.
- Fin de trayecto, chico – anunció uno de los buhoneros.
Me bajé del vehículo, y después de darle las gracias me quedé sólo en la capital. Después de concentrarme, decidí buscar la oficina central de aventureros. Después de preguntar a un aventurero y saber que estaba en un distrito bastante cercano me puse en marcha.
Me preguntaba cómo iba a saber cuándo estuviera allí cuál de los edificios era la oficina central de aventureros, pero mis dudas se disiparon pronto.
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Time Tale
FantasíaEl joven Silas Pierce es transportado a otro mundo, y tendrá que ganarse la vida de aventurero para poder encontrar a aquel que le mando al mundo de Haien.