Time Tale

Capítulo XI - Control de plagas

A la mañana siguiente, los entrenamientos continuaron. Sin embargo, al final, cuando tocaban los duelos, Klaus decidió cambiarlo por otra cosa.

- Bien, chicos, ahora vamos a entrenar nuestra técnica con el arma – dijo mirándome – sobre todo tú, Silas.

Los otros dos estuvieron practicando por separado mientras Klaus me daba indicaciones sobre cómo manejar la espada.

- ¡Más fuerte! ¡Separa más las piernas! ¡Más decisión!

Nunca pensé que dominar la espada fuera tan complicado. Al parecer ahora sólo estaba aprendiendo lo fundamental, lo básico de lo básico. Sin embargo, después de un rato...

Habilidad conseguida: Uso de espadas Nv:1

- Por ahora está bien – dijo - buen trabajo.

- Como hemos acabado el entrenamiento rápido, tomaremos una misión – anunció.

"Acaba con los duendes ladrones que atacan mi granero"

Recompensa: 700 Zors

Rango: D

Una misión sencilla. Una misión para poner a prueba lo que había aprendido sobre esgrima antes. Nos encaminamos hacia el granero. Cerca, un granjero estaba esperándonos.

- Que bien que habéis venido – dijo – Los duendes me roban todo el grano, acabad con esta plaga y recupérenlo.

- Para eso estamos aquí – respondió Klaus – y, ¿dónde están?

- Deben estar rondando la zona, los endiablados se esconden muy bien – dijo el granjero – bueno, sois aventureros, no tendréis problemas.

- Nos dividiremos – dijo Klaus – cada uno irá por separado.

Me alejé de los demás, y comencé a buscar. Esto parecía el escondite, tan solo que les encontraba les mataría. Según la descripción que me han dado son unos pequeños seres verdosos.

Primero busqué en el sitio más obvio, dentro del granero, y allí había uno metiendo trigo en un saco. Lo había pillado con las manos en la masa. El duende se sorprendió mucho al verme y entró en pánico. Sin darle tiempo a prepararse me abalancé sobre él y lo corté.

Uno menos.

A lo mejor quedaba alguno más en el granero, por lo que seguí buscando. De repente, escuché un silbido, y una flecha impactó al lado de mi cabeza. Me dio un mini-infarto.

Me giré y allí había otro duende, cargando otra flecha en su pequeño arco. Fui hacia él y me disparó. La flecha me dio el muslo derecho. Lo derroté antes de preocuparme por la herida.

No era muy profunda, la verdad, pero que te disparen duele. Me saqué la flecha, que se había clavado y rápidamente tomé una de las opciones que tenía en mi bolsa y me la apliqué en la herida.

Salí afuera, sin más ganas de luchar, ya que me dolía bastante.

Los demás ya estaban allí. Parecía que ya habían erradicado a los enemigos.

- Supongo que ya están todos – anunció Klaus – misión cumpli-

Un gran grito de ira interrumpió a Klaus. De la maleza apareció un duende mucho más grande que los demás, posiblemente su líder. Me puse en pie y en posición de combate a pesar del dolor.

Este duende tenía tatuajes por todo su cuerpo, un collar de pequeñas calaveras y un gran cráneo de lo que parecía ser un alce de casco. Portaba una porra de hierro. Parecía peligroso.

[ESTADÍSTICAS]

NOMBRE: No

NIVEL: 14

ESPECIE: Duende Alfa

PV: 80/80

Sven de nuevo abrió su libro de invocaciones y de nuevo sacó a su ave.

El ave graznó a su oponente. Se acercó para luchar, pero el duende le tomó por sorpresa, y le dio un golpe que lo mandó lejos. Kara fue a por él, y yo fui por detrás. Lo atacamos a la vez, pero nos bloqueó al mismo tiempo. Contratacó y nos tumbó. Decidió ir a por Kara. Alzó su maza, para darle el golpe de gracia.

- ¡Detente! – grité.

Al tocar su brazo, de repente se congeló y el duende aulló de dolor. Esto le dio la oportunidad a Kara de recoger su arma y cortarle el cuello de forma limpia. Para poder acabar de un golpe con un enemigo de mayor nivel y muchos PV, su ataque tendría que ser una monstruosidad. Sven cogió a su ave en brazos, que solo se había dañado un ala.

- Zala, tienes que tener más cuidado – dijo.

El ave le pio en respuesta.

Volvimos habiendo acabado por fin con la plaga de duendes.