Capítulo XII - La invocación

4 1 0
                                    


El día siguiente era un día festivo, por lo que no había misiones. Decidí usar ese día para enfocarme en lo que realmente estaba buscando, información.

Como no tenía ni idea sobre dónde empezar a buscar decidí vagar por la calle en busca de respuestas. Quizá una biblioteca pueda arrojar algo de luz al asunto. Me dirigí a la biblioteca de la oficina, un lugar enorme donde había decenas de miles de libros, sin duda la mayor biblioteca que jamás haya visto. Supongo que debería empezar a buscar por invocación.

Pasé lentamente por las estanterías hasta que cierto libro atrajo mi atención. Se titulaba "La invocación de otros mundos". Era un tomo bastante antiguo. En su interior, me encontré con lo siguiente:

"Cuando el dios demonio Azazel atacó los reinos del continente Balatón, debido a la falta de aventureros y guerreros que pudieran detener el estado catastrófico en el que se encontraba el mundo, se tuvo que recurrir a textos prohibidos antiguos, por pura desesperación. Invocaron héroes venidos de otros mundos para luchar contra Azazel, y resultaron victoriosos. Debido al éxito de la invocación, se empezó a usar más a menudo, en guerras, sobre todo."

A continuación, el libro siguió contando hechos históricos. Decidí ir a la parte que me interesaba.

"Una vez que ya no se les necesitaba a los héroes, el mismo invocador que los había traído debía devolverlos. Sólo funcionaría con el mismo, ya que la invocación es un tipo de pacto. En caso de que el invocador hubiese muerto, o no se le encontrase, el héroe deberá pasar el resto de sus días aquí".

Eso no me gusta. Tengo que encontrar al invocador, y no me vale otra persona. También, todo esto me da otra pregunta. ¿Por qué fui invocado? Además, si fui invocado por una razón, mi invocador debería haberme explicado algo, o al menos haberme dicho mi misión. Esto no tiene ningún sentido.

Decidí seguir mirando. En un libro ponía que la invocación dejaba una marca distintiva única por cada persona, y que se podía saber quién les había invocado por esta marca.

Registré todo mi cuerpo, pero en vano. No había nada. Esta visita a la biblioteca estaba abriendo más preguntas de las que estaba respondiendo.

- ¿Qué estás leyendo? – preguntó una voz a mi espalda.

Me giré para encontrarme a Sven.

- Estoy leyendo sobre la invocación – le dije.

- Ah, ¿te interesa la invocación? Seguro que es de haberme visto luchar con Zala – dijo orgulloso.

- No ese tipo de invocación, me refiero a la de personas, ya sabes, como los héroes – le expliqué.

- Si te interesa, tengo muchos libros de ellos en mi casa – dijo – Si quieres, pásate un día y les echas un ojo.

- ¡Me encantaría! – respondí.

Miré por la ventana y vi que ya estaba muy oscuro.

- ¡Que tarde se ha hecho! – dije – Yo me voy ya a mi cuarto.

- Espera, te acompañaré – dijo Sven.

Pasamos por los anchos pasillos de la oficina, que en ese momento estaban casi desiertos.

La verdad es que verlos tan oscuros daba bastante miedo. De repente, una sombra se puso en nuestro camino. La figura portaba una espada larga y oscura como la noche.

- He venido por tu cabeza, Silas Pierce – dijo fríamente.

Tras esto, se abalanzó sobre nosotros con su espada.

Time TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora