Era un grupo de unos 10 o 20 esqueletos que portaban diversas armas como espadas, ballestas o arcos, pero todas ellas bastante deterioradas. Avanzaban a paso lento.
Como otras veces, Kara se adelantó y acabó con los enemigos velozmente. Quizás estos esqueletos eran los restos de antiguos guerreros, quizás sólo eran monstruos comunes, quién sabe.
Dejando atrás los cadáveres de los cadáveres seguimos avanzando.
Mientras caminábamos Sven se acercó a mí para hablarme susurrando:
- Oye, ¿por qué crees que Kara nunca nos habla? – preguntó Sven.
Ahora que lo menciona, me di cuenta de que nunca habíamos intercambiado una sola palabra, a pesar de estar en el mismo equipo.
- Voy a intentar algo – respondí.
Me acerqué poco a poco a Kara por detrás y le saludé.
- ¡Hola, Kara!, verás, somos del mismo equipo, por lo que creo que de-
Me dirigió una mirada penetrante que parecía ligeramente dolorida y llena de tristeza.
En ese momento me di cuenta de que quizás estaba pasando por problemas con su familia o amigos, o alguna otra cosa que le afligiese. Intentaré que nos llevemos mejor, pero será difícil.
Mientras estaba pensando, al pisar se produjo un sonido extraño y me detuve. El suelo se hundió ligeramente durante un segundo en el que me dio tiempo a notar lo que estaba ocurriendo, pero no a reaccionar. El suelo se abrió en dos y caímos vete tú a saber dónde. Lo último que recuerdo es ser tragado por el oscuro agujero que apareció a nuestros pies.
No sé cuánto tiempo pasó hasta que desperté. Fui despertado por un sonido, el de rocas chochando. Abrí ligeramente los ojos y la escasa iluminación me permitió ver una figura, que haciendo chocar una piedra con otra parecía estar fabricando un rudimentario cuchillo de piedra.
Me preparé para el combate. Fui a agarrar mi espada, pero no se encontraba allí. Plan B. Me levanté con cuidado de no alertarle para hacer un ataque sorpresa y arrebatarle el cuchillo. La figura se volteó y me detecto, pero no era una amenaza, era Kara.
O quizás, Kara estaba planeando matarme por molestarla antes.
- ¿Qué se supone que estás haciendo? – preguntó con un tono serio.
- ¿Puedes hablar? – pregunté – Digo, ¿vas a matarme?
El silencio reino unos segundos.
- ¿Por qué iba a hacer eso? – respondió confusa.
- No sé, ¿Por qué estás afilando un cuchillo?
Kara suspiró.
- Estamos perdidos, desarmados y en lugar muy peligroso – dijo – Es lo natural, adaptarse a las situaciones.
Realmente era lo mejor tener algo para defenderse. Yo en ese momento lo único que tenía era mi todavía mala magia de hielo. Sin embargo, mi viejo cuchillo debería estar en mi bolsa. Después de estar rebuscando unos momentos, concluí que no estaba allí. ¿Dónde habrían ido a parar nuestras armas? Además, ahora que me fijo, Kara me ha hablado por primera vez.
- Yo ya estoy lista – anunció levantándose – Toma.
Me lanzó un cuchillo de piedra improvisado. No era nada del otro mundo, pero para defenderse era suficiente.
- Tenemos que encontrar a Sven y a Klaus, y esta vez tener cuidado con las trampas – dije.
Y con nuestras armas nos pusimos en marcha en busca de los demás.

ESTÁS LEYENDO
Time Tale
FantasíaEl joven Silas Pierce es transportado a otro mundo, y tendrá que ganarse la vida de aventurero para poder encontrar a aquel que le mando al mundo de Haien.