C I N C O

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Travis seguía disculpandose por algo, pero yo no entendía.

- Espera, ¿de que me pides perdón?

- Yo les di tu dirección a 4 chicos, dijeron que eran tus hermanos y te iban a hacer una fiesta sorpresa. Se parecen mucho.

- ¿Que tu que? Oh dios! -estaba entrando en un ataque de ansiedad.

- Lo siento.

- No importa. Solo no vuelvas a hablar con ellos ni te les acerques. Volviendo al otro tema.

- Oh si...

- ¿Que tengo que hacer?

- Solo serás mi novia, haremos todo lo que no hice ni hare con Charlotte y ninguna otra. Solo se tu misma y yo me encargo de lo demás. Te depositare en tu tarjeta y ya.

- Una cosa... No tengo tarjeta. Me pagan en efectivo.

- Eso lo resolveremos despues antes de tu primer pago. Por lo pronto trata de calentarse para que no te de fiebre ni resfriado. Ire por mantas y algo para los moretones que te saldrán.

- Gracias...

El se fue y yo volví a tomar la taza que dejo Travis en la mesa y le di un sorbo. En eso el timbre suena.

- ¿Roma, puedes abrir?

-Claro.

Caminé temblando hasta la puerta y la abrí. Se dejaron ver algunos chicos que había visto en la fiesta, supongo que amigos de Travis. También estaban algunas chicas y entre ellas Charlotte.

- ¿Esta Travis? -dijo un chico alto y tostado.

- Eh si, pasen.

Los deje pasar y cuando iba a regresar a la sala sentí como me jalaron.

- ¿No te dije que no te acercaras a el? Supongo que no fui clara.

- Dejala! No te atrevas a volver a tocarla Charlotte. -dijo Travis mientras se acercaba. Sus amigos solo se limitaban a ver la escena.

- ¿Porque? ¿Ya tan rápido me cambiaste por una zorra?

- Más respeto, estas en mi casa que no se te olvidé, será mejor que te vayas. -dijo frio.

Ella se fue indignada y enojada. Travis se acerco con cuidado y me llevo de nuevo de la mano.

- Sientense, ya bajamos. La esquina es de nosotros.

Sus amigos asistieron y subimos las escaleras. Me guío por el pasillo de 3 puertas y entramos a la principal.

- Es mi habitación. Ten te puedes poner esta crema, entra en el baño.

- Esta bien.

El hizo o trato de tocar mi mejilla pero yo me asusté. El lo noto y se hizo un poco hacia atrás.

Entre al gigantesco baño y me puse la crema des inflamatoria en las partes donde tenia morados. Una vez mi piel absorbió la crema salí del baño.

- ¿Te puedo preguntar algo?

- Si... -le contesté entregando la crema. Tomo mi mano y me sentó en la cama.

- ¿Porque te asustas cuando hago movimientos rápidos o bruscos?

- Son cosas que no puedo decirte.

- Si queremos que esto sea real, tienes que confiar en mi.

- De pequeña me golpeaban, por eso me dan algo de miedo los movimientos bruscos. -dije sin verlo a los ojos.

Roma Suize Civic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora