25

37 1 0
                                    

Ya tenía varias semanas aquí con mis hermanos. Papá estaba feliz porque estábamos haciendo nuestro trabajo bien y Diego iba aprendiendo a manejar a su equipo y papá yo lo llevaba a las juntas importantes.

Me quedé en el equipo de americano y mañana ire a hacer pruebas para el equipo profesional de nuevo, esta vez si todo sale bien tendré un contrato. Sigo teniendo mis clases en línea, en veces me tocaba ir para algunas materias que tenía problemas pero nada del otro mundo.

Casualmente cuando iba Travis no estaba en la ciudad porque tenía partidos fuera de ella. Pero siempre visitaba a la señora Cecila, la cual está a agradecida por el dinero y la estabilidad que les daba.

Estaba haciendo la maleta, porque iría desde mañana viernes hasta el martes. Tenia la prueba del equipo, hablamos com Travis, revisaría unas calificaciones para cerrar el semestre y al cechar la respuesta del equipo me quedaría el martes en la noche o me vengo el martes en la mañana. Claramente íbamos algunas del equipo, por lo cual nos íbamos a ir en el camión.

Como íbamos 7 jugadoras, nos dejaron llevar a una persona extra. Claramente escogí a Ezra.

ZJ había escogido a Sylen, ellas querían conocer a Travis, y no pude impedir nada de eso.

Estaba terminando de acomodar la ropa en la maleta, lo que usaría en la cancha iba en la mochila de entrenar. Acomode todo y termine de mandar un reporte para una clase que tenía.

Estaba revisando que haya mandado todo cuando me llega un correo de un profesor. Mi profesor de resistencia médica y condicion.

- Buenas tardes, Roma, espero que te encuentres bien, quería avisarte que, por la circunstancia que estás pasando, te haré la prueba como tu examen final el día  Sábado, a las 3 de la tarde. -dije leyendo en voz alta.- Ya que es mi ultimo día para subir calificaciones, por favor no faltes.

Rapido le conteste al profesor diciendo que ahí estaría a las 3. Cuando dejé todo listo me puse mis botas de peluche y fui al cuarto de Ezra.

Últimamente había estado haciendo mucho frío en el pueblo, se sentía la temporada de invierno desde hace semanas.

Entre al cuarto de mi hermano y lo encontre sin camiseta con unos joggers y calcetas, jugando videojuegos en su pantalla plana. Traia sus audífonos player. Así que no me escucho entrar.

Me acosté en su cama y abrazando su almohada mire como iba perdiendo. Era un jugo de carreras, por el micrófono iba hablando con los otros jugadores.

Cuando se dio por vencido y se enojó por haber perdido se sacó los audífonos y apago la consola. Dándose, por fin, cuenta de que estaba viéndole.

- ¿Cuando entraste?

- Hace rato... -dije mirándolo.

- ¿Que tienes?

Una de las cosas por la cual no podía dejar a Ezra, era que siempre sabia cuando tenía algo, si tenía hambre, o estaba triste o estresada. El siempre había sido atento conmigo desde que empezó todo. Siempre se lo agradecí.

- Nada, venia por ti para ir a salir y comer, pero estabas jugando.

- Vamos. ¿Pizza y fresas con crema? -dijo mientras se ponía una gorra y sacaba una sudadera de su clóset.

- ¡Si!

- Vamos.

Se pasó la sudadera por el cuerpo, ocultando sus abdominales, me puso una sudadera delgada a mi y me arrastró hasta mi cuarto, agarro la chamarra de Travis y me la puso. El sabía que lo extrañaba, por las noches lloraba porque en serio no le quería contar la verdad.

El no se merecía nada de esto, pero Travis me obligó a contarle. Si no le decía en cuanto nos viéramos por primera vez, tomaría su carro y vendría al pueblo. Preguntaría por mi y hasta que no me encontrara y supiera todo no sé iría.

Lo hablé con Ezra muchas veces en la madrugada, el le daba la razón a Travis, diciendo que la forma en que me fui y luego le prometí decirle todo después, no era una forma correcta.

En las noches lloraba abrazada a la chamarra o a Ezra, porque no sabía como le explicaría todo.

Agarro mi celular y bajamos a su carro, estuvimos en lo caliente del carro por poco tiempo. Ya que la pizzería estaba cerca.

Al llegar nos bajamos y nos metimos rápido, nos sentamos en una mesa de sillones, una mesersse nos acercó y nos miro comiendonos.

- Buenas tardes, bienvenidos a Pizzas Zendarico, ¿qué van a ordenar?

- Una piza mediana de peperoni y dos refrescos, ¿de qué lo quieres, Roma?

- Coca-Cola. -dike sonriendole.

- Yo té helado.

La mujer asintió y se fue.

- ¿Lista para mañana? -dijo Ezra mirándome.

- No. Estoy nerviosa, tengo casi 2 años sin entrenar.

- Amor, pero has estado entrenando casi que desde que llegaste. Casi 3 meses. Y has tenido partidos, todos ganados, 128 yardas en temporada.

- Si pero estamos hablando de entrenamiento en equipo profesional.

- Mira, tranquila, todo estarás bien. Gabriel dijo que estas más que prepadasa para volver a entrar al equipo y recibir contrato. Créeme. Seré el fan número uno.

- Y vaya que si, desde que aprendí a lanzar mi primer balón, mi primera yarda corrida hasta la primera vez que entrené con profesionales. Y ahora, si todo sale bien, firmando mi primer contrato.

- Y estaré orgulloso de ti, más de lo que ya estoy.

Me encantaba salir con el, porque aparte de todo de nosotros, el sabia que decirme. Como acomodar sus palabras para que me llegaran y en que momento también.

Aparte de mi pareja/novio, mellizo, era mi mejor amigo.

Llego la comida y sin esperar más empezamos a comer.

Verlo comer era una de las cosas más sencillas del mundo pero difíciles, ya que no le gustaba que lo vieran comiendo, pero ver su cara de satisfacción a probar algún bocado o como hacía muecas por lo helado de su bebida. Era inigualable.

Siempre me pregunté porque nis había pasado lo que nos pasó. Porque a nosotros dos. Nunca lo entendimos, pero ahora de "grandes" espero y que sea por esto. No este preciso momento, si no este tiempo donde el y yo podemos estar en una misma habitación sin estar teniendo relaciones o que nuestros deseos sexuales salgan disparados. Donde podemos hablar de cosas que nos pasan pareciendo una especie de relación.

Cuando el me invitaba a dar la vuelta en su carro, o me veía en mis partidos, me llevaba a que me cortaran el pelo o me hicieran las uñas. Ir de compras o estar en el gimnasio juntos.

Ese tipo de cosas era lo que nosabia que podía hacer con el. Estar en una relación con mi hermano después de todo lo que pasamos y no sentir miedo o pena de que nos juzguen.

El se volvió más abierto con mis hermanos y había vuelto a entrenar americano en el equipo masculino. Así quese podía decir que ambos nos hacíamos bien.

Hacia casi 3 semanas el me platico que le estaba tirando la onda a otra mujer, lo cual me enojó, demasiado, porque me lo había ocultado. Pero el punto fue que me dijo que sentí cosas raras por ella. Cosas parecidas a las que el sentía por mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Roma Suize Civic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora