🍁Aleksander 🍁

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El chico de pecas seguía a su amiga cuidando de que ella no se diera cuenta

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El chico de pecas seguía a su amiga cuidando de que ella no se diera cuenta. Aleksander era una persona que amaba incondicionalmente, aunque eso era casi imposible en un ser humano. Él hacía casi cualquier cosa por las personas que amaba y si tenía que seguir a su amiga hasta el fin del mundo, claro que lo haría.

Desde muy pequeño su vida había estado llena de entrevistas, premios y alabanzas, ninguna para él, sino para su familia. La familia Kalas era reconocida por su contribución al mundo de la música clásica. Todos y cada uno de sus integrantes eran grandes músicos o directores de sinfónicas. El pequeño Aleksander, desde siempre, vivió a la sombra de su hermano mayor, un chico prodigio del violín. El castaño poseía un talento increíble para el canto y la guitarra. Lástima sus padres estaban cegados por el talento de Albert, su hermano mayor.

Albert era alto y de contextura delgada, de cabello y ojos negros. Según el abuelo Karol, él era la viva imagen de su padre Rodrigo, en cambio Aleksander era igual a su madre Lucía.

Desde que Vanessa había dicho que antes del viaje tenía un asunto que resolver por ella misma Aleksander se dijo que tenía que acompañarla, algo le decía que tenía que hacerlo, tenía un presentimiento y él nunca fallaba en los presentimientos, aunque este era bueno, no malo como los de siempre

La había seguido desde el portal del edificio donde ella vivía, y la verdad, estaba cansado. Ya la había seguido más de 30 cuadras y nada que llegaba al destino. En un punto la perdió y la volvió a encontrar. Se quedó parada en un escaparate de ropa vintage. Y él al perderla sintió un vacío en su corazón.

Llegado un punto ella empezó a sospechar que la seguían y él tuvo que emplear todas las películas de espionaje que alguna vez había visto. Volteaba cada dos por tres y Aleksander se escondía como podía.

— No tienes que esconderte, sé que fui clara, no quería acompañantes, pero puedes estar conmigo esta vez — habló Vanessa cuando lo encontró tratando de esconderse.

Él la miró avergonzado. No debió haberla seguido, sin embargo, al ver que ella estaba tan afectada por la muerte de Elián no dudo en ayudarla.

El castaño conoció a Elián antes de su cambio y podía decir que era un hombre aterrador, nada dulce y cariñoso.

Un día lo encontró en la cocina del orfanato cantando. Aleksander visitaba con frecuencia aquel lugar, le gustaba ayudar a cocinar.

La visión que tenía de él cambió al instante cuando escuchó su voz.

Era la mejor voz que había escuchado en su vida, mejor que la de cualquier cantante. El narrador de esta historia no miente, Elián era un genio del canto. Soñaba con ser cantante y llenar estadios completos. Lo habría hecho, a no ser por la poca suerte que tenía.

El niño notó al instante cual era el sueño frustrado del hombre de cabello rizado. Es que en su voz se notaba un dolor y un amor desgarradores. Su familia no podía expresar mejor esos sentimientos en sus instrumentos que el hombre con su voz.

Siguiendo con nuestra historia, los inseparables amigos, llegaron a su destino.

El cementerio.

La pelinegra no tuvo el valor para despedirse del director del orfanato. Aún no podía aceptar su partida.
No instante, mientras caminaba entre las hileras de lápidas, veía inminente aquella confrontación.

Ella tuvo pesadillas con el día en que tuviera las agallas necesarias como para enfrentarlo. Ese día había llegado. Ya había recorrido media ciudad a pie para llegar a aquel lugar.

Aleksander tomó la mano de Vanessa hasta que llegaron a la lápida de Elián Almirez.

Esta decía: "Que tus sueños sí se puedan cumplir en la otra vida".

Los amigos se miraron y con las miradas dijeron: "Hablamos con él por turnos".

La chica tocó la lápida de su segundo padre, cerró los ojos y habló con él:

— Tenía miedo de confrontarte, pensaba que tú saldrías de la tumba y me jalarías hacia donde sea que tú estés. Fuiste como un padre para mí, me ofreciste un hogar, una familia. Amaste a mi padre de joven y odiaste a mi madre, aunque nunca la conociste, pero, ella hizo cosas muy malas y usualmente decíamos que estaba muerta por todo el daño que causó. En cambio, yo siempre diré que estás vivo por todas las cosas hermosas que hiciste. Tuviste sueños que no cumpliste, como el del ser cantante, cosa que ya eras, porque tú voz hacía llorar al más insensible y curar al más enfermo de alma.

Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Vanessa, sin embargo, continúo hablando:

— Me contaron que la vida te amargó y que dabas castigos severos a los niños del orfanato, pero, cambiaste. No sé gracias a qué fue, lo único que sé es que viviste tu vida al máximo después de ese cambio y que tú siempre vivirás en mi corazón.

La hija de Enrique dio un paso atrás y dejó que Aleksander hablara con Elián:

— Elián, como futuro cantante quiero decirte que te admiraba, te admiro y te admiraré hasta que llegue el fin de mis días. Tenías una voz extraordinaria. Y, además, tuviste un gesto enorme con la familia Villanueva, cosa que te agradeceré. Desde ahora me haré cargo de tu niña adorada, estaré para ella y seguiré estándolo siempre y cuando ella me quiera a su lado. Espero que estés en el paraíso, te lo mereces y gracias por tanto y lo lamento por tan poco.

Aleksander dejó la mano en la lápida y no notó cuando Vanessa puso su mano encima de la suya. El corazón del chico de pecas empezó a latir extrañamente rápido.

¿Qué le sucedía?

La chica lo miró a los ojos y dijo:

— Prométeme que Issac no se enterará de esto.

Él, al escuchar el nombre de Issac, frunció el ceño.

¿Qué tenía que ver su amigo en común?

No pudo evitar sentirse un poco decepcionado, pensaba que ella le hablaría del viaje que iban a emprender o de otros aspectos de su vida.

— ¿Y qué pasó de malo aquí? — preguntó Aleksander.

— Sabes cómo es él cuando lo excluyen de alguna cosa, se resiente después y no necesitamos eso en el viaje, tenemos que estar unidos.

— Entiendo — respondió el chico y esquivó la mirada de su amiga.

Ya se hacía de noche, así que regresaron por dónde vinieron.

Había un viaje que planear.

Había un viaje que planear

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El dolor de amarte | ✔️ EFECTOS DE AMARTE 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora